Deus In Absentia

Azucar

Tobias regreso a eso de las tres de la mañana, los pasillos del castillo se veian lugubres en la oscuridad de la noche y un viento fantasmal que congelaba hasta los huesos a quien los caminaba.
Pero este no era el caso de su habitacion, donde se encontro con su princesa, quien ya parecia dormir tranquilamente bajo las sabanas de la cama.

Fue sigilosamente hacia el vestidor para quitarse unicamente su mitra, se sentia muy cansado para cambiarse de ropa, pero entonces sintio un peso sobre su hombro, algo, o mejor dicho, alguien, que se apegaba a su espalda abrazandole por detras.

-me desperto...-dijo una voz tierna a su oido-

Tobias sonrio malicioso para si mismo y se dio la vuelta rapidamente encarando a la muchacha.

-Lo siento cariño...-solto una pequeña risa al ver que la joven vestia unicamente una de sus camisas, la cual naturalmente le quedaba algo grande-

-m-mi closet esta cerrado...-dijo algo apenada, como si cierta parte de esa chica timida se mantuviese dentro de ella.

Tobias la miro extrañado y se separo de ella para dirigirse a la puerta de el closet que, efectivamente, estaba cerrado.

-sabes...esa es la camisa que iba a ponerme para dormir-dijo algo picaro, unicamente aprovechando la situacion, ya que como habia mencionado antes, no pensaba en cambiarse de ropa- Si me permites...

La joven dio dos pasos hacia atras, pero sin embargo de un momento a otro el ya se encontraba detras de ella, mirandola seductoramente de reojo, mientras zafaba los botones de la camisa, dejando al descubierto la piel de porcelana de su pequeña muñeca, la cual desnudo como un niño abriendo su juguete nuevo.
Pero de forma mas lenta y tortuosa, dejando a la pobre chica tratando de razonar y reaccionar, pero simplemente ya no podia, tener ese collar puesto resulto para ella un contacto directo a su mente con una droga, aunque esto carezca de sentido.

No logro decir ni hacer nada, pero se veia asustada, su respiracion era agitada cuando el se posiciono sobre ella en la cama, su fragil cuerpo se estremecia con cada beso que Tobias depositaba sobre su piel palida aterciopelada, saboreaba sus dulces pezones como un rosa algodon de azucar, mientras mantenia las manos de Blanca inmoviles sosteniendole las muñecas.

Resumamos en que esa noche, sucedio un eclipse, en el que los rayos de el sol magicamente besaron a la luna, para que esta no gritara cuando la quemara.

A la mañana siguiente Tobias abrazo a Blanca y deposito un tierno beso sobre su frente, sentia haber sido muy cruel con ella la noche anterior, su princesa ahora estaba agotada, asi que la dejo dormir y se arreglo para salir, ahora andaba de buen animo, lucia su caracteristico traje blanco y negro y una sonrisa juguetona pintada en su rostro, cosa que los ghouls no tardaron en notar.

-Pasaste una buena noche no es asi?- Dijo Omega algo molesto-

-Mmm si...-respondio secamente

-Yo no, ciertos "ruidos raros" no me dejaron dormir...

Pero antes de que Tobias pudiese contestar fueron interrumpidos por Earth quien habia escuchado y puso una excusa para llevarse a Omega, cuya habitacion estaba entre la de Fire y Water, y la de Tobias y Blanca.

El superior vio a ambos ghouls alejarse con el ceño fruncido y una ceja levantada, despues al darse la vuelta, por pura casualidad se encontró con el Ghoul de fuego y El Ghoul de agua, quienes parecían nuevamente bastante alegres y cercanos, los miro con una pequeña sonrisa y se acerco a ellos.

-Buenos dias- dijo Water efusivo al ver a Emeritus, mientras se recostaba en el hombro de Fire-

-Buenoa dias muchachos...se que probablemente ustedes no...-penso un momento en lo que estaba apunto de decir y decidio cambiar de idea- Les molestaria llamar a...no recuerdo su nombre, la señora que confecciona los vestidos.

-Anna?-Fire se cruzo de brazos al responder con esa otra pregunta-

-S-sii...ella, necesito unos cuantos para Blanca lo mas pronto posible

-Disculpe que le interrumpa, p-pero yo puedo hacerlo...si me lo permite claro-se escucho la ligeramente temblorosa voz de Melisa quien venia bajando las escaleras con su uniforme- Yo ya he confeccionado vestidos para Blanca antes...-dijo tratando de no dajarle dudas a Tobias de permitirle hacerlo, además, era cierto, conocia cada talla de la princesa, conocia sus prendas favoritas y todo lo que le favorecía-

-Si...me parece perfecto que te encargues de eso- dijo con una sonrisa de lado, sin embargo pensando cruelmente que con la chica entretenida, Blanca se enfocaria solo en el-

Estos eran sus pensamientos, solia sentir envidia por Melisa, que bien que no tenia ni la menor idea de que tantas cosas podia envidiarle a la chica.

Despues de hablar a solas ciertas cosas con ella, como lo que tenia en mente, el cambio que quería y el nuevo color predominante en el guarda ropas nuevo de Blanca, se dirigio al jardin, respiro profundo, esa mañana era sumamente agradable, no solo por el clima, si no por el hecho de pensar que todos se encontraban bien, aun no podia creer que nada de eso fuese un juego sucio de sus hermanos. Le alegraba ya no sentir esa tensión que habia llenaba el castillo antes, era extraño el cambio de Blanca, pero ¿de que iba a quejarse?

Se le erizaba la piel al recordar los gemidos de Blanca, la peculiar calidez de su cuerpo, no era una niña fria hecha de helado, era un ser de dulce de leche tibio y suave tanto por dentro como por fuera, podia estar seguro de eso, se sintió satisfecho al probar cada centimetro de su piel que cuidaba con tanto celo, ver sus rasgos ligeramente infantiles atormentados era satisfactorio.

Sin embargo, despues de todo su cuerpo cayo todavia tembloroso sobre el colchon y se quedo viendola dormir por un rato, y esto aun no abandonaba su cabeza aquella joven hecha de azúcar.

De pronto comenzo a sentir algo de hambre...

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¿Me extrañaron? OwO
Estoy pensando en cambiar la portada de la historia, miren la actual, ni porque sale Emeritus III le quita lo fea.