The Night

La luz en el vacío

Mi nombre es Eliza
Y esta es mi historia, al menos la parte importante.

Yo era una niña en ese entonces, mis padres vivían en una casa de madera de roble, la casa era grande y tenia dos pisos, mi cuarto estaba en el piso inferior pues el segundo piso estaba en reparaciones.
La casa era bastante nueva y me encantaba pintar las paredes, me rezongaban mucho en ese entonces.
No diré que no me lo merecía, era muy traviesa, y eso me solía meter en problemas.
Un día jugando con mi hermano desidi esconderme en la segunda planta, era tan polvorienta y sucia que daba miedo por si sola, recuerdo haber contado cerca de 4 habitaciones levemente amuebladas pero había una que me llamo la atención mas que las otras; estaba totalmente vacía y estaba pintada de negro con dibujos hechos con crayon en la pared, la única luz que había allí era de una pequeña luz roja en la esquina de la habitación.
Era cálida y reconfortante pero daba algo de miedo en conjunto con el resto de la habitación.

Recuerdo que en un punto algo en la esquina de la luz me llamo la atención.

Mire fijamente la esquina como si buscará algo aunque realmente nl había nada.

Al cabo de unos minutos me quede dormida allí, mirando fijamente la esquina.
Cuando desperté estaba en mi cuarto, mi hermano estaba dormido a mi lado y mi madre estaba entrando a la habitación con una extraña cara de disgustó y tristeza, parecía que quería llorar o que había llorado minutos atrás.

«Eli!»

Me dijo mientras se abalanzaba a abrazarme mientras soltaba lágrimas de felicidad.

«Mamá? ¿Porque lloras?»

Le dije mientras la abrazaba con miedo y curiosidad.

Luego de unas horas lo entendi.

Mi madre me explico que el cuarto de la luz le pertenecía a la hija del anterior dueño de la casa, dijo que la misma había pintado las paredes antes de desaparecer.

La angustia me recorrió al oír eso pero lo que me dijo después m heló la sangré.

Me dijo que la niña antes de desaparecer tenia una amiga, la misma era imaginaria y la forma en la que la describía siempre era igual.

Una niña alta con un ojo azul y otro totalmente vació con un color rojo luminoso, cabello largo y negro y un vestido morado que cubría su cintura y aun peor, no tenia pies, decía que flotaba a todos lados y que siempre tenían la misma conversación.

La amiga imaginaria siempre le pedía que fuera con ella
Y la niña triste le decía que no podía hasta que simplemente un día la niña cansada accedió a gritos, después de ese día la niña no volvió desapareciendo cuando se fue a dormir.

Comenzó a llorar aterrada, entendi que esa luz que me llamo la atención era el ojo de la amiga, esperando a que yo me durmiera para llevarme con ella.

«Gracias a dios no accedí»

Dije repetidas veces mientras lloraba aterrada.
Nunca mas subí a la segunda planta y mucho menos sola.
Ante el miedo que yo sentía mi padre compró otra casa y nos mudamos de allí el mismo día.
Nunca mas volví a hablar de esa casa o de la niña, hasta hoy.