Tan pronto salí del frente de aquellos dos imbéciles, me fui sin dar tiempo a que Eleanor y creo que Mariale, me siguieran. Ya estando a fuera tomé el primer taxi que vi y lo último que escuché al subirme al taxi fue los gritos de Lele y Mar de que no me fuera.
Pero allí iba yo dolida y con mi austoestima por el piso, porque el más mínimo comentario estúpido, hizo que mi rabia y odio aumentará, haciéndome huir del lugar y de mis amistades, sin explicaciones.
- Señorita a ¿dónde la llevo?- Me pregunta el taxista, el cual me observa con pena (cosa que detesto y por eso huyo de todo y todos)
- Lleveme al centro, por favor.- Se lo digo con mala cara y al parecer entiende, porque solo mueve su cabeza como símbolo de aprobación.
No iré a casa, ya que será el primer lugar donde me buscarán y necesito estar sola por una vez en mi vida y pensar.
Es por eso que apagué el móvil y solo me dispuse a mirar por el vidrio del taxi hasta llegar a mi destino.
(Espero que no sea un error lo que estoy haciendo.)
ESTÁS LEYENDO
Amor Sin Barreras
RomansaDemi es la chica dedicada a su trabajo como enfermera y alumna de Maestría en la UAB. Es de carácter serio en ámbitos profesionales y sociales, pero toda una risueña con su familia y amistades. Ella vive una vida ajetreada, pero también carga co...
