CAPÍTULO 90|✔

33.1K 2.4K 71
                                    

||ALYSA||

Una vez más me despierto con el mismo sueño. Evan se encontraba despierto, un vampiro me seguía y él aparecía de la nada salvándome; yo lloraba desconsoladamente en su pecho mientras él sólo susurraba que ya había pasado y acariciaba mi cabello. Se sentía tan real que quisiera no despertar, porque al menos en mis sueños él está despierto.

Lamentablemente un sonido extraño me hace despertar. Trato de volver a dormir y seguir con ese sueño, pero al no poder decido regresar a la realidad. Abro los ojos y una sonrisa curva mis labios al ver los preciosos ojos de Evan.

Esperen un momento, ¡Evan realmente acariciaba mi cabello! ¡Mi Lobito está despierto!

— ¡Evan! —grito con emoción, llamando su atención— Por Dios, pensé que nunca despertarías cariño —Lo noto algo confundido y mi corazón comienza a latir frenéticamente, mis manos sudan y mi pulso se altera; no imagines lo peor Alysa, mantén la calma— ¿Me recuerdas? —pregunto nerviosa.

Veo como estira sus brazos e intenta incorporarse, pero la mueca de dolor en su rostro me indican que el dolor es muy fuerte y no pudo lograrlo.

— Claro que te recuerdo mi Luna, eres lo único que me mantiene con vida —responde con voz ronca y lo abrazo cuidadosamente, tratando de no lastimarlo.

Mierda, de tanta emoción de verlo despierto había olvidado avisar a los chicos. Doth tiene que revisar que todo en él este en orden.

— Llamaré a los chicos —anuncio y toco una pequeña campaña que mis amigos con súper audición logran escuchar perfectamente.

— ¡Evan! —gritan todos al verlo despierto y corren a abrazarlo.

— Sean cuidadosos, está lastimado —advierto antes de que se lancen sobre él.

Todos lo abrazaron cuidadosamente mientras le dedicaban algunas palabras, el señor Romeo era quien más feliz se mostraba y me alegró. Su padre fue uno de los que más sufrió con esto, pensó haber perdido a su único hijo, su único recuerdo de su difunta esposa. Durante estos días lo dejaba pasar horas con él aunque lo acordado había sido que yo permaneciera a su lado a toda hora porque era necesario, pero no podía soportar el ver a su padre tan devastado, ¡lloró! El señor Romeo lloró desconsolado por su hijo y eso partió mi corazón.

— De acuerdo —dice Doth mientras revisa algunas cosas en la pantalla—. Todo parece estar en orden, sólo presenta algunos hematomas, las heridas internas se han curado, solo quedaron algunas mínimas pero exteriores y obviamente esa gran cicatriz de lo que casi te mata.

Si, esas excitantes marcas de guerra repartidas por su exquisito cuerpo. Marcas que de no ser por su condición me encantaría besar.

— Los dejamos chicos, volvemos después para verte —dice Kane y todos salen seguidos de él.

— ¿De qué me he perdido? —pregunta Evan tomándome de la mano.

— De mucho —respondo— según dice la doctora, en tan solo una o dos semanas nacen tus cachorros, has estado demasiado tiempo ausente.

— Lo siento, princesa —sin decir nada más me acuesto a su lado. Sólo quería esto, estar a su lado con él despierto.

— No debí dejarte ir Lobito, me prometiste regresar completo y casi te pierdo —susurro acariciando su bello rostro. La barba que lleva raspa ante el contacto, pero no me importa en lo mínimo.

Mate Del Alpha.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora