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– ¡Si! ¡Si! ¡Gane! –celebro haciendo un baile extraño

–Pe.pero... ¿¡Cómo!? –pregunto Jack sorprendido

–Te quitaron el reinado, Jackie –dijo Jonah dando unas palmadas en su espalda

Yo aún seguía en shock. Lo que no quería que pasara, pasó. Yo había quedado de ultima y Corbyn de primero. Estoy segura de que mi cara era un poema

–Disfruten su cena, muchachos –dijo Daniel divertido. Pero yo no le encontraba diversión alguna.

–eso haremos –dijo Corbyn con una hermosa y grande sonrisa. No, no es hermosa. Es fea. Fea como el, fea como su corazón. Ugh.

Yo sonreí falsamente –sí, eso haremos –rodee los ojos y los chicos rieron, al parecer lo tomaron como broma.

Ya eran las siete y media cuando estábamos saliendo del centro comercial donde estaban los bolos, caminamos hacia mi auto y el de Jack.

– ¿Dónde vives, Corbyn? –pregunto Daniel

–En las quintas de villa flor –dijo con su característica sonrisa

– ¡Qué casualidad! Nosotros también vivimos por allí. Bueno, Steph, Kaylee y yo –especifico – ¿No hay problema en que venga con nosotros? –me pregunto Daniel

Lo pensé. No podía decir que no, los chicos sospecharían y sería muy grosero. Además. Estarían los chicos, ¿Qué podría salir mal? –claro, porque no –les dije.

Daniel iba a decir algo, pero fue interrumpido por el sonido de su celular – ¿Alo? Si mama, estamos con Kaylee. ¿Esta noche? –hiso una mueca –está bien, los esperamos –dijo y sin más colgó –lo siento Kay, mama dice que hay cena con papa hoy y será en el restaurante Tántalo –y si, como se imaginan. Ese restaurante esta en este centro comercial

¿Por qué la suerte nunca está de mi lado? –oh bueno, no hay problema chicos. Pero esperen adentro –dije y los abrace a los dos. Ellos se despidieron de nosotros y entraron nuevamente al centro comercial –Zach, ¿te vas conmigo? –pregunte con la esperanza de que dijera que si

–tranquila, Kaykay. A Jack le queda más cerca. Pero gracias –dijo dándome un beso en la mejilla al igual que Jack y Jonah. Ellos se despidieron de Corbyn y solo quedamos nosotros

Suspire y camine hacia la puerta del piloto de mi querido y amado Jeep – ¿Qué esperas? –pregunte al verlo allí parado sin hacer nada. El reacciono y camino a la puerta del copiloto. Lo sé, soné un poco ruda, pero es que primero, debo cenar con él. Y ahora, solo estamos él y yo en el auto. Perfecto.

– ¿Cómo has estado? –pregunto luego del silencio incómodo. Ya me encontraba conduciendo, nuestras casas quedaban a media hora del centro comercial. Perfecto x2.

Yo reí sin gracia –pues muy bien, gracias a Dios –me limite a decir. No, no es que lo odiara. Tampoco lo amo. Simplemente, no siento nada por él. Él es solamente un extraño.

–Kay...

Lo interrumpí –solo mis amigos me dicen Kay

El aclaro su garganta –Kaylee, la verdad es que...

–tranquilo. En ese entonces teníamos diecisiete años. Nos significó nada, ni para ti ni para mí. Quedo en el pasado

– ¿Enserio? ¿No hay rencor? –pregunto ilusionado

– ¿Debería? Recuerda que somos solamente extraños. Nada más. Tú no me conoces, yo no te conozco. Y nos hablamos, porque eres amigo de mis amigos. Punto

El suspiro –lo siento, Kaylee... –vi que miraba solo sus manos y jugaba con ellas

–sabes, debo agradecerte...gracias a lo que hiciste, me hice más fuerte. Con una mentalidad distinta, gracias de verdad

–Kaylee...

– ¿Es lo único que sabes decir? –pregunte seca. ¿Estoy siendo muy dura? ¿Y si cambio? ¡No! Él fue duro conmigo y no le importo. Pero yo no soy como él. ¡No! No se merece que lo perdone, o al menos que le hable como antes

– ¿Me dejaras hablar? –pregunto con voz cansada

–Adelante –le dije justo cuando me detuve en un semáforo.

El suspiro –en ese entonces, ambos éramos adolescentes. Solo teníamos diecisiete años y yo tenía miedo. Tenía miedo de no ser suficiente para ti...

Reí sin gracia interrumpiéndolo –disculpa que me ría, pero es cínico de tu parte que lo digas. ¿Crees que no vi tus redes sociales? Tuviste una novia un mes después. Y no, no pienses que te acosaba o algo. Me salía en mi página de Instagram ¿y que podía hacer?

–no duramos mucho tampoco. Enserio, Kaylee. Créeme que me arrepiento de todo lo que dije ese día. Me arrepiento de haberte lastimado como lo hice

–Está bien –le dije –puedes arrepentirte, mas no hay vuelta atrás. Me lastimaste, me destrozaste. Y no te importo, ni un poco. Luego, te apareces dos años después pensando que todo se iba a arreglar. No, Corbyn. Quizás pueda perdonarte, pero tú me dijiste algo que nunca se me olvidara. No somos ni novios, ni amantes. Solo somos unos extraños

–yo aún te quiero...

Volví a reír –no te mientas, Corbyn. Tú nunca me quisiste. Ni ahora, ni antes, ni nunca. Pensaste solo en ti. Yo también tenía miedo, nunca antes había entregado tanto en una relación por miedo a salir lastimada. Y justo cuando lo hago, llegas tú y haces lo que yo no quería. No sé con qué cara me ves

–De verdad que estoy arrepentido –dijo mirando sus manos, lo vi de reojo.

–te perdono –dije luego de un rato. El me miro –pero eso no significa que seamos amigos. Ah, y no le digas nada a los chicos. Ellos no saben. Steph y Daniel solo saben que un chico me rompió el corazón, mas no saben que eres tu –vi que hiso una mueca y asintió. Por alguna razón, me sentí mal. No me gusta lastimar a las personas, a pesar de que él se lo merecía, no podía ser así, pero tampoco puedo dar mi brazo a torcer. Menos con el –en fin, ¿Cuál es tu casa? –pregunte cuando ya estaba entrando a nuestra cuadra

El miro el área y luego señalo una casa que por lo que note, estaba a cinco casa de la mía –Aquí, dijo cuando pase frente a la casa. Pise el freno y espere a que se bajara –Gracias, Kaylee. Que tengas buenas noches –sin más se bajó del auto

–Igual –dije en un susurro, que quizás el no escucho

Cuando entro a su casa, puse en marcha el auto y me estacione en la mía. Entra a casa, salude a mis padres y subí a mi habitación. Mañana tenía el día libre, así que me acosté relajada sabiendo que no debía estudiar ni hacer tareas.

¿Por qué me pasan estas cosas a mí? ¿Por qué después de dos años espero a decirme eso? ¿Por qué nunca me llamo? ¿Por qué nunca se preocupó? Pensé que era algo que ya había superado, pero creo que es difícil superar un corazón roto. Se los juro, jamás me había sentido tan mal.

Y entonces, llore. Llore como no lo había hecho en varias noches. Llore porque justo cuando pensé que todo iba bien en mi vida, llega el para arruinarlo. Y así me dormí, llorando. Llorando porque volví a sentir ese vacío en el pecho, ese vacío que solo causaba más dolor en mí. 

Strangers → Corbyn Besson ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora