Strangers → Corbyn Besson ✔

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Junio, 2018

Nuevo año, nuevas oportunidades. Definitivamente, eso esperaba. Todos los años decía eso y bueno, a veces terminaba bien. Otras, no tanto. Actualmente tengo diecinueve años de edad. Genial, ¿no? Nah, ni tanto. Universidad, responsabilidades, etc... pero a pesar de eso, amo mi vida, no pediría nada más.

– ¡Despierta, mujer de Dios! –grito mi mejor amiga, Stephanie, saltando encima de mi

– ¡Steph! ¡No hagas eso! –me queje dándome la vuelta.

–Déjala, Steph. Ella es la bella durmiente, pero sin la parte de bella –dijo su querido hermano, Daniel.

Fruncí el ceño y lo busque por la habitación, encontrándomelo en el marco de la puerta –Daniel, te has dejado corromper por tu hermana

–Nah, él es así. Defectuoso desde su nacimiento –dijo Steph encogiéndose de hombros

–Chicos, ¿van a desayunar antes de irse? –pregunto mi madre entrando a la habitación

–Si mama/si tía –dijimos los tres a la par

–perfecto. Kaylee, ve a vestirte. Mientras, ustedes pueden venir y ayudarme con la mesa –dijo mi madre y dicho y hecho, Daniel y Steph fueron detrás de ella.

Me levante con flojera de mi cama; definitivamente, odio los lunes. Entre al baño luego de tomar mi toalla, me despoje de mi pijama y amarre mi cabello, para luego entrar a la ducha. Espere a que el agua estuviera tibia para entrar de lleno bajo el agua artificial. Eran las ocho de la mañana, aun hacia un frio sorprendente.

Cuando Salí de la ducha, me seque y me posicione frente al espejo del baño para hacer mi rutina diaria. No era nada más que cremas hidratantes para el rostro y las espinillas, aparte de ponerme un poco de base, rímel y brillo labial. Al salir del baño en sí, me decidí por un jean negro ajustado, un top de mangas cortas –no tan pegado al cuerpo –y unas vans negras. Deje mi cabello suelto con sus ondas naturales y decidí adornarlo con una gorra negra. Tome mis lentes de sol de la peinadora, mi maleta y estaba lista.

Baje las escaleras y me encontré con los chicos ya comiendo junto a mi madre.

–Buenos días, mama –la salude con un beso en la mejilla –cosa uno, cosa dos... –dije mirando a los hermanos Seavey y dándoles un asentimiento con la cabeza

–oh, no te pongas así. Sabes que todos los lunes te despertamos así –dijo Steph burlona

–Eso es cierto –dijo Daniel con una sonrisa, para luego darle un mordisco a su tostada

Rodee los ojos e ignore eso – ¿nos vamos en su auto o...

Ellos me interrumpieron –en tu auto –dijeron a la par

–primero me despiertan, y ahora debo conducir –volví a rodar los ojos

–si quieres yo lo manejo –dijo Daniel

–no, corazón. Es mi Jeep, mi amado y preciado Jeep. El día que deje que tú lo manejes, será el fin del mundo

Lo sé, tengo un jeep negro y es mi bebe. Lo amo.

El rio –sabía que dirías eso

–Okay, Okay...te saliste con la tuya esta vez, Dani

–Bueno, siempre lo hago Kaykay –dijo llamándome por mi apodo

Sin decir nada, me senté y desayune entre bromas con mis mejores amigos. Ellos Vivian a dos casas de la mía. Y puedo decir que su parecido es mucho aunque no lo parezca. Ambos tienen los ojos azules y el cabello castaño claro. La única diferencia es que Daniel salió con la piel bronceada como su padre y Steph salió con un tono de piel intermedio, eran una perfecta combinación de sus padres.

–adiós mama, iremos a los bolos después de la universidad. No volveré tarde –le dije dándole un beso en la mejilla –le avisas a papa, por favor

–está bien, cariño. Pendiente a tu celular y van con mucho cuidado

–Adiós, tía –se despidieron cada uno con un beso en la mejilla

Finalmente, nos subimos al auto y conduje directo a la universidad. La cual, se encontraba a veinte minutos –sin tráfico– de mi casa.

Cuando llegamos, me estacione cerca de la entrada y nos bajamos del auto. Justo en la entrada, vimos a nuestros amigos.

– ¡Qué onda! –saludo Jack. Parecía ser el más tímido, pero a veces era uno de los que más hablaba.

– ¡Hola, Chicos! –saludo Jonah. El si era tímido, y lo demostraba demasiado. Aunque a veces nos sorprendía con sus comentarios.

–Hola Steph –dijo Zach. El tenía un crush con Steph, y estoy segura que Steph estaba en las mismas, pero ninguno de ellos estaba dispuesto a aceptarlo. Al menos, no por ahora –Digo, ¡Hola chicos! –sus mejillas se tornaron rojas en menos de lo que canta un gallo. Yo reí por lo tierno que se veía.

Jack y Jonah, son los mayores del grupo. Ambos tienen veinte años y están en su tercer año de arquitectura. Los conocimos cuando la facultad de arquitectura hiso una feria de demostraciones. Steph y Zach eran los menores del grupo, tiene dieciocho y ambos estudian ingeniería electromotriz; eh de admitir, que no es la carrera más fácil pero mis amigos son muy inteligentes y están dando la talla; ellos se conocieron en el salón de clases. Y finalmente, estamos Daniel y yo, con diecinueve años. Estudiando nuestro segundo año de arquitectura, y lastimosamente, estamos en distintos salones desde este año que decidieron cambiar algunos horarios.

–Bien, nos vemos aquí a las cuatro –dijo Daniel cuando ya era hora de que cada uno fuera a su clase

–Nosotros salimos a las tres –dijo Steph señalando a Zach –así que los esperamos aquí

–Nosotros salimos a las tres y media –dijo Jack encogiéndose de hombros, incluyendo a Jonah

–yo a las tres y media también –avise

–Yo soy el único que sale a las cuatro –dijo Dani y rodolos ojos –pero bueno, nos vemos aquí. ¡Suerte a todos! –dijo, hicimos nuestro clásicosaludo en grupo y cada quien se fue a su respectiva clase. Lo sé, hasta tenemosun saludo individual.    

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