Chrome

349 35 13
                                    

10 años en el futuro...

-Boss, quisiera hablar con usted...

Era la primera vez que veía a Chrome tan seria, en estos 10 años ella había madurado, me atrevería a decir que puede llegar a ser mejor que Mukuro en las ilusiones.

Su aspecto cambió bastante, ahora llevaba el cabello largo, la niña tímida quedo atrás, era toda una guerrera capaz de domar al estúpido de Mukuro.

-Claro que si Chrome, ¿Qué puedo hacer por ti?

Deje mis papeles a un lado, intente fingir la sonrisa más amable y sincera que pude.

Fueron 10 malditos años los que tuve que pretender ser un Dame, de igual forma crecer a pasos pequeños para poder liberar un poco de mi verdadera personalidad.

-Hace un rato hable con Mamma... con Nana-san, sobre que hace algunos años tenía la ligera sospecha de que yo los conocía desde antes... quizás desde que éramos niños.

Vi como Chrome apretaba su tridente con fuerza, era una acción que no la veía hacer hace años, asumo que está nerviosa. Me pare de la silla y camine hacia mi pequeña peli morada, con cada paso que yo daba, ella retrocedía otro, hasta que estampo contra la puerta de mi oficina.

- ¿A dónde quieres llegar...Nagi?

En ningún momento la toque, solo la observaba con la misma sonrisa, me acerque a centímetros de su rostro como si platicáramos sobre algún secreto de estado.

-Y... yo...bo...bos...Boss... Mamma... me lo contó todo.

Estire mi mano y la acune en su mejilla, noté como se puso más nerviosa, al mismo tiempo se coloreaban sus mofletes de rojo.

La vieja Nagi estaba de regreso.

-Mi madre no tenía que hacerlo, no obstante respeto sus decisiones.

- ¿Por qué no me lo dijo?

-Nagi...mi querida, pequeña e ingenua Nagi... existen tantas cosas que no conocen de mí, cosas de las que jamás se deben enterar. Nana y yo enterramos nuestro pasado, así que desconozco porque te contó lo que te contó.

- ¿No quiere saber que me contó?

Me aleje de ella con calma, hasta volver a mi asiento.

-No es de mi interés, aunque si hablamos de ti mi pequeña guardiana... las cosas cambian.

Señalé una de las sillas enfrente de mi escritorio indicando que tomara asiento, una vez que se sentó, el tridente desapareció.

-Boss, esta actuando diferente.

La mire con indiferencia.

-Te mostré, un poco de mi verdadera personalidad, me disculpo, soy diferente de lo que ustedes piensan y se que guardaras este secreto, a menos que quieras morir.

Mire como su piel perdía color.

-Se que Sawada Tsunayoshi, no nos haría daño.

-Mi yo de ahora tal vez no, pero mi yo del pasado, bueno, si vuelve a ocupar mi cuerpo, les cortaría la garganta sin dudar.

La mire sin expresión alguna en mi rostro, bajo mi mirada su cuerpo tembló y me sentí culpable. Ella tenía el valor de seguir sentada frente a mi.

-Entonces el Boss que conocí, no es el mismo que tengo enfrente.

-Así es, existen cosas que pasaran en algún tiempo que no puedo explicar, pero sobre el dia que nos conocimos, creo que si te puedo contar, mientras siga siendo yo.

Sawada Tsunayoshi/ Wattys 2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora