Corazón De Madera (Yamato Y Tu)

capitulo 10.

Nos abremtamos más allá del bosque en donde la luz espesa pasaba por el piso y mostrando lugares censillo. Miraba en el entorno todo estaba cubierto de verde escuro mostramos más de que lo que sabía sobre la madre naturaleza.

Pájaros volando en distintas direcciones, riachuelo pasar por las rocas y plantas alimentandola del esquisto néctar, animales en distintas partes. Me sentía libre, entonces así es como se siente la madre naturaleza.

Había comprendido más de lo que sabía, la vista esa espectacular desde aquí, me imaginaba cómo sería desde allá arriba.

Caminábamos a largos paseos, entrando más al fondo del bosque. Pienzo que esto esa una enternidad caminar y observar. El silencio inundó el espacio en donde estábamos, me sentía incómoda al tal silencio.

Mire de reojos al capitán sin notar que me lo notaba.

-¿Capitán yamato?- desvío de mirada del camino viéndome a los ojos - ¿A dónde iremos?

-cuendo lleguemos lo sabrás- colocaba los ojos en blanco, y bajaba la cabeza.

Por qué.... solamente me queda caminar hasta ..no se pero hay en donde entrenare.

-una cosa...sobre ti- levanté la vista hasta ver su cara mirando el fondo- miraba ayer la carpeta sobre ti y descubrí algo- paramos de caminar, no dejaba de dudar que descubrió - tu edad va ser más rápida, osea unos meses más tarde puedes tener 14 o 15.

-¿Pero por qué no paso eso ante?- muchas más dudas pasan por mi mente.

-por que Orochimaru lo programo, hasta una cierta edad puedes cumplir años como todos los humanos pero después los años pasarán rápido. Y también hasta una edad ya pasara y vivirás los años como un humano- no sabía cómo reaccionar a esta situación me sentía asustada y emocionada no sabía por que, tampoco sabía que decir a las circunstancias.

Baje la mirada y segui caminando. Seguía así por mucho rato, caminaba sin hablar no me séntia bien a la información que me había entregado el capitán de mi, entonces los años pasarán rápido.

Oí que el capitán paraba de caminar por el pisar del piso.

-llegamos- levantaba la vistay veía una cabaña simple de color café claro, la puerta era grande, las ventanas eraan mediana.

Accedí dejé las cosas adentro are acogedora. No he conversado desde ahora hasta la noche me mantuve callada. Al llegar la noche me puse la piyamada y comer junto al capitán yamato. Al terminar, me fui ha acostar mirando el piso y cerrando los ojos.