La Profesora De Español (Secuela De LPDM)

1. Comienzo del fin

Camila

- Hey... - Sentí un leve movimiento en mi hombro - Hey... - Susurró su dulce voz en mi oído, al mismo tiempo dejaba un besito en mi mejilla - Sigo sin creer lo hermosa que eres mientras duermes... - Acarició mi cabello y dejó otro besito en mis labios - Y de lo afortunada que soy por poder despertar a tu lado todos los días... - Evité que mis labios formasen una sonrisa, me encantaban  aquellos momentos en que hablaba y hablaba cuando creía que estaba dormida. Sus brazos me rodearon y me atrajo a su sensual cuerpo desnudo - Pero ya es hora de despertar - Dejó salir una risita - Y a no ser de que quieras que te dé una verdadera razón para llegar tarde al trabajo - Sus labios fueron a mi cuello, mi piel se erizó al sentir su respiración caliente tan cerca - Si fuera tu - Sus manos bajaron a mi trasero y sus labios continuaron bajando a mis pechos - Me levantaría ahora mismo y me ducharía con agua fría - Un escalofrío me recorrió la espalda, su lengua rozaba mis pezones y sus manos se deleitaban con mi trasero y con mis piernas

- Hmm... - Gemi aún con los ojos cerrados, ese pequeño juego de despertar a la otra con un buen polvo mañanero era lo mejor que había podido ocurrirsenos en mucho tiempo. Era una excelente forma de levantarse de buen humor - Hmmm... - Gemi con más fuerza, su cuerpo se había subido al mío y la presión de sus labios era mayor que hacía unos segundos - Lauren... - Jadeé, mi centro empezaba a palpitar, necesitaba sentirla justo allí - Ohhh... Mierda - Me quejé, sus dedos empezaban a moverse en mi clítoris y luego hasta mi entrada, estaba demasiado mojada

- Mira lo que tenemos aquí... - Sonrió contra mis pechos - Mojada... Tanto como me gusta - Mordió uno de mis pezones - Vamos, Camz... Gime para mí - Aumentó la velocidad de sus dedos. No aguanté más y abrí los ojos, mi centro la deseaba como nunca, quería correrme en su boca - Nena - Dijo con su sonrisa burlona - ¿Cómo amaneces? - Sus dedos se movían más rápido

- Caliente... - Hablé como pude, estaba a punto de venirme - Muy, muy caliente y con ganas de coger - La atraje a mis labios en un beso salvaje - ¿Quieres ayudarme con eso? - Sus ojos se oscurecieron, no dejé que respondiera, invertí nuestras posiciones y quedé sobre ella

- Hmm... - Se mordió los labios, mi centro estaba sobre su abdomen, mi humedad tocaba su piel - Ven aquí - Sonrió, puso su mano en mi espalda baja y me llevó hasta su boca - Si... Justo aquí - Besó mi vagina, gemí sorprendida, la intensidad del contacto era mayor al que normalmente compartíamos

- ¿Q-que se supone que vas a hacer? - Pregunté confundida, prácticamente estaba sentada sobre su rostro

- Llevarte a las estrellas - Susurró viéndome a los ojos y pasando la lengua de arriba a abajo, me retorcí arriba de ella, se sentía demasiado rico como para dejar que mis mejillas sonrojadas me hicieran bajar de allí - Y traerte de vuelta - Lamió una vez más - Sin salir de la habitación... - Jugó con mi clítoris en sus labios. Me volvió loca solo con un par de contactos más

La vergüenza que aún me producía algunos encuentros sexuales con mi novia se esfumó. Sin duda la magia del sexo entre pareja estaba en la variedad y en probar cosas nuevas

- Lauren... - Arqueé la espalda y me aferré a su cabello - Hmmm.... Maldita sea - La ví a los ojos, nunca había visto tanta lujuria en ellos - Siii... - Me tomé el cabello con la mano libre y empecé a moverme contra su boca a mi propio ritmo - Siiiii... OHHHH - Mi cordura se iba a la mierda en estos casos, la mano en el cabello de Lauren que me estaba dando soporte, fue a mis pechos sensibles y empezó a estimular mis pezones

La mezcla de placer que estaba recibiendo, me hacía perder el control de lo que decía, de lo que hacía y de lo que pensaba. Mi chica era demasiado buena complaciendome, de eso no tenía la menor duda

Cerré los ojos, continúe jugando con mis pezones y moviendome sobre sus boca, de repente sus gemidos eran tan altos como los míos, el temblor de su cuerpo se hizo más fuerte y la expresión de placer en su rostro hicieron que me exitara más de lo que ya estaba. Me vine en su boca, como había querer hacerlo desde hacía semanas