1

6.1K 290 190
                                    

SALVADA POR EL CHICO MALO

"Había una vez..."

Así suelen iniciar todos los cuentos de hadas o los clichés normalmente pero no es mi caso.

Lastimosamente.

Mi nombre es Julieta o si entramos en confianza Juls, estoy a punto de cumplir los 23 y vivo sola. Si, sola.

Algo normal para muchas personas, pero no para mí Mamá que piensa que estoy cometiendo el peor error de mi vida, me mudé desde que cumplí los 18 y estudie mi carrera aquí la cual termine hace pocos meses.

—Quiero esto en mi vida.-Dije dejando el libro sobre la mesa, solía hacer esto siempre, leer un libro de romance y sufrir en voz alta por no tener un cliché en mi vida.

Vivir sola tenía sus enormes contras, por ejemplo no tenía con quién hablar así que a veces lo hacía sola.

Casi siempre.

Tomo mi bolso y salgo de mi departamento, bajo las escaleras con lentitud mirando bien los escalones los cuales eran traicioneros ya me había caído varias veces, en el proceso me encuentro a Uriel quien me da una mirada y una pequeña sonrisa que desaparece casi en el mismo instante que me la da, le regresó la sonrisa y salgo con rumbo a mi trabajo en el restaurante que está a unas cuadras.

Apenas entro al primero que veo es a Erick así que le sonrió.

—Hola Erick.-Dije apenas entre, él me mira y asiente para seguir con su trabajo.

Miro lo que toca hacer y suelto un suspiro que seguro se escucha hasta china.

Mesera.

Suspiro de nuevo y tomo de mi casillero la corbata y el delantal negro comienzo a tomar pedidos y así se basa mi tarde. En una mala jugada casi se me tira la charola pero logro estabilizarla.

Toma ley de Murphy.

Sonrió para mis adentros y siento cómo me estrello con alguien haciendo que todo se me caiga sobre un chico y sobre mí.

Ley de Murphy: 1 Juls: 0

Me hinco para juntar las cosas y veo a mi lado a Caleb quien me ayuda a juntarlas. Me levanto y miro al chico quien gruñe molesto.

—Lo siento tanto.-Digo rápidamente, no necesitaba un escándalo por el cual me despidieran.

—No sé cómo pueden tener a personas tan incompetentes.

Ahí viene el escándalo.

Parpadeo varias veces, respiro hondo y no digo nada, odio ser mesera y que los clientes tengan que tener la razón.

Aunque no la tengan.

—Ya se disculpó contigo idiota.-Dice Caleb a mi sorpresa jalándole el cuello de la camisa. —Discúlpate con ella, ahora.

—No voy a disculparme por su ineptitud hermano, ¿Porque la defiendes?

La mirada de confusión del chico llega al igual que la mía, ¿Por qué me defendía? Ni siquiera yo sabía eso.

Podría decir que se a vuelto un momento bastante incómodo y mediante pasan los segundos siento como todo el lugar se a quedado en silencio como si un sheriff hubiera entrado.

Le suelta un golpe en el rostro y abro los ojos a par lo hace de nuevo una y otra vez. — ¡Caleb basta por favor!

El me mira y baja al chico y murmura algo que no alcanzó a escuchar.

Te ayudare a destruirme (NSCM) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora