Temía lo peor, no quería ver las pruebas que el detective le había dado, pero debía ver el contenido del sobre para saber la razón por la que sus esposos se hicieron distantes con ella. Hace semanas sus esposos se habían vuelto distante y groseros con ella, dándole un trato que no merecía ni un poco, intentó de todo para mejorar la relación con sus esposos y volver a ser como antes, pero nada resultaba; no tuvo de otra que averiguar el extraño comportamiento de sus esposos, contrato a un detective para que averiguara ello y solamente tuvo que esperar dos semanas para tener las respuestas, que estaban en sus manos ahora.
Inhalo llenando sus pulmones con aire y exhalo dejando escapar todo el aire junto a la presión que tenía, abrió el sobre y metió la mano dentro tomando las fotografías que contenía, sacó las fotografías con los ojos cerrados y las tomo con ambas manos, suspiro por última vez y abrió los ojos viendo la primera foto.
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Mordió su labio inferior ligeramente dejando caer la foto, miro la segunda foto, viendo las infidelidades de sus esposos, como besaban, coqueteaban, manoseaban y tenían sexo con otras mujeres. Dejo caer las fotografías al suelo, al igual que dejó escapar las lágrimas que rodaban por sus mejillas descontroladamente.
Yui − ¿P-Por qué...? − murmullo con la voz quebrada − ¡¿Por qué me hacen esto?! − gritó adolorida cayendo de rodillas al suelo.
Sollozaba intentando quitarse las lágrimas de sus ojos, intentando dejar de llorar, pero era en vano sus intentos, no podía dejar de llorar con un profundo dolor en su corazón.
Yui − Se acabo... − susurró con la mirada baja − No seguiré siendo el juguete de nadie, se la buscaron ellos − apretó sus puños con fuerza.
Se levantó tambaleando del suelo y se acercó a su ropero a paso seguro, sacó algunas prendas y se vistió con ellas.
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Tomo una maleta y comenzó a guardar sus cosas en ella tranquilamente, no corría peligro ya que sus esposos estaban trabajando y no volvían hasta la semana que venía, tenía tiempo de sobre para irse de la mansión con sus pertenencias. Una vez lista, salió de su cuarto con su maleta y se encaminó a la puerta principal, los empleados la miraban confundidos sin saber que hacer o decir, algunos se atrevían a preguntar, pero Yui no respondía a ninguna pregunta y seguía su camino.
