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Los erizos se encontraban arreglando las maletas, Sonic estaba decidido a decirle a sus padres sobre su matrimonio y la nueva integrante a la familia. Por otro lado Shadow se encontraba colocando las maletas en la camioneta mientras que la querida Sasha estaba con su madre vistiendose.

— Vamos Sasha tienes que ponértelo. — dijo Sonic sereno mientras intentaba ponerle un vestido color rojo con puntos negros junto con una diadema en forma de flor

— ¡No quiero! — Sasha se cruza de brazos.

El azulado sentía un tic en sus ojos.

— Listo ya están las maletas. ¿Ya terminaron? —

— Casi. —

(....)

— Mami, Papi. ¿A dónde vamos? — Preguntó Sasha entrando a la camioneta.

— Vamos a visitar a tus abuelos. — sonrió Sonic estando en el asiento del copiloto.

— ¿Tengo abuelos?—

Shadow río bajo a lo que Sonic lo miro incrédulo.

— Si, pronto los conoceras. Shady hice unos sándwiches, unos chilidogs y para Sasha unas galletitas con leche. ¿Quieres que vayamos a comprar otra cosa? 

—Tal vez en el camino, por ahorita no. —

Mientras Shadow manejaba los dos erizos (y erizita ) se encontraban durmiendo era normal ya que Sonic estaba muy cansado y Sasha, bueno Sasha de por si tenía que dormir. Shadow se le hizo tierno ver a sus erizitos que más ama en el mundo dormir.

— Sonic amor ya llegamos. — Shadow se inclinó a Sonic depositando un beso tierno en las mejillas rosadas de su amado.

Sonic poco a poco abría sus ojos revoloteando sus pestañas y observando el lugar.

— ¿Ya llegamos? — Preguntó Sasha somnolienta y saliendo de la camioneta.

— ¡Así es! ¡Familia!. Ahora vamos a visitar a mis suegros. — Exclamó saliendo igual del vehículo junto con Sonic.

— Oye Shadow. ¿Cómo sabías que mis padres vivían aquí? — Lo miro confundido Sonic no recordaba haberle indicado la dirección.

— Google maps y le pregunté a Silver—

— Sasha ven
— Indicó Sonic agarrando la mano de Sasha.

La casa de los padres de Sonic era casi como una mansión a diferencia de que vivían en el campo, era de color blanca lo adornaba un jardín con fuentes en forma de cisnes.

Los tres erizos se acercaban a la entrada, el azulado tocó el timbre esperando respuesta.

Una eriza morada abrió la puerta sus ojos se iluminaron al ver al erizo que estaba frente ella, lo abrazo y le dió muchos besos en su mejilla mientras que este se sonrojaba e incluso intentaba recuperar el aire.

— ¡Sonic cariño! — 

— Ma- Má...no puedo...respirar...— 

—¡Por chaos! ¡Perdóname! Es tanta felicidad Sonic. — acarició su mejilla dulcemente para después darle una bofetada.

— ¡Auch! ¡¿Qué fue eso!? — Gritó Sonic con la mano en su mejilla

— Un regalo ...eso es por tus estúpideces que haces. — La mayor frunció el ceño cruzándose de brazos.

— Lo-Lo sé por eso he venido a disculparme mamá, sé que he cometido muchos errores en la vida y

— Y muchos Sonic. — 

𝐄𝐥 𝐝𝐢𝐚𝐫𝐢𝐨 𝐝𝐞 𝐒𝐚𝐬𝐡𝐚 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora