Cap 12: Trampas.

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Narra Foxy

Ya es muy de noche y esta chica pareciera que no sabe dónde vive. Acabamos de darle vuelta a la manzana como dos veces e incluso yo me acabo de perder, no tengo ni idea de dónde estoy parado.

Me paro en seco y ella me mira. Claramente no digo nada, pero con una expresión facial le pido explicaciones. Lo siguiente me desconcierta muchísimo, porque se acaba de poder a llorar. Está llorando como un bebé, de forma totalmente desconsolada. Le pido perdón, le digo que es muy tarde y debo volver a donde me estoy quedando. Se calla, por un instante, y comienza a hablar.

— Okey, perdón — dice sorbiendo su nariz — pero tengo miedo de que seas algún tipo de psicópata o algo — me mira, como una niña inocente y tierna.

— No te voy a hacer nada. Nomás quiero acompañarte hasta la puerta de tu casa, saber que llegaste bien y me voy — digo comprensivo.

— Pero — hace una pausa y seca sus lágrimas — no quiero que te vayas — se da media vuelta dándome la espalda. Tomo la determinación de acercarme a su cuerpo, vuelvo a abrazarla por la cintura y comienzo a caminar otra vez

— Dale, decime si estamos caminando bien — giro mi rostro y la miro, se sonroja y asiente con una sonrisa.

Llegamos a un edificio, e instantáneamente, se larga a llover, o mejor dicho a diluviar. Me hace pasar y subimos por el ascensor. En ningún momento me deja apartarme de su cuerpo, no quiere soltarme y esto me está haciendo poner muy nervioso. Llegamos, creo que al último piso y entramos. Es un apartamento muy grande para una sola persona, porque me eso me dijo ella, que vive sola.

Me quedo en lo que es el comedor mientras ella entra a una habitación a buscar ropa, no nos mojamos tanto pero hace frío y no da para estarnos resfriando ahora. Vuelve con toallas y ropa, me presta algunas prendas y le pido ir al baño; se corta la luz. Esta mujer parece ser un bebé, comienza a gritar despavorida y no sé cómo calmarla. Se me ocurre prender la linterna de mi teléfono y eso parece alivianar un poco la situación.

La ayudo a buscar velas y las encendemos. Vuelvo a insistir con ir al baño pero se niega rotundamente. No pienso cambiarme, o siquiera secarme, en frente de una mujer que no es mi novia, o sea, por favor, dos dedos de frente. Pero a ella no parece importarle. Se quita las zapatillas y comienza a desvestirse. No puedo apartar la vista, lo intento, pero mi cabeza vuelve a mirar sola hacia su cuerpo. Parece ser una chica muy atlética, tiene el abdomen marcado y un montón de músculos que no sabía que las mujeres tenían, incluso las piernas; por más delgadas que sean están muy bien desarrolladas.

— ¿Te gusta lo que estás viendo? — pregunta un poco avergonzada. No se qué contestar, cualquier tipo de contestación puede ser usado en mi contra — tienes que perdonar a Ballora — dice, dándome la espalda y colocando una toalla en su cabello; su espalda también está muy marcada — cuando algo, o alguien, me gusta no puedo evitar demostrarlo — se da vuelta y me mira — tienes pareja, ¿cierto? Cómo no la vas a tener, si tú eres un muchacho muy guapo — me habla coqueta.

— Me vas a tener que disculpar, pero debo irme — dejo lo que me prestó, que no usé, arriba de una silla y me dirigí hacia la puerta. La muy maldita está cerrada con llave.

Narra Ballora

— Te acabo de pedir disculpas, tío. No te vayas, aparte está diluviando. No querrás mojarte — ahora toca hacerme la inocente y hacerle sentir culpable — te dije que se me da solo, ¿vale? No es intencional. Quédate, te enfermarás — agarro su brazo y lo llevo hacia el baño con la ropa que le traje.

Aproveché para armarle como una cama en el sillón, solo una excusa para que se quede. Al volver me ve sentada con comida y se sienta a mi lado. Comenzamos a hablar y parece ser que logré bajar la tensión, claramente me sobrepase un poco pero logré controlarlo.

Hablamos durante horas y ya me cansé de todo este show, así que inventé una excusa y me fui a mi habitación. Al seguir lloviendo él tuvo que quedarse. Le hablé a Puppet, preguntándole qué quiere que hiciera, pero me dijo que así lo deje, que mañana va a ser un día muy agitado y debo estar preparada.

Narra Mangle

— Tengo miedo de que le haya sucedido algo — le comento preocupada a Bonnie, no sabemos nada de Foxy y está lloviendo mucho.

— Calmate. Seguro había mucha gente en el super y debió quedarse por ahí —.

— ¿Te contestó los mensajes?— pregunto nerviosa.

— Todavía no. Se le habrá quedado sin batería, quedate tranquila te dije — se acerca a mí y trata de consolarme.

De verdad tengo miedo, mucho miedo de que le haya sucedido algo. Tuve que haberlo acompaño, no tuvo que salir solo. Espero que vuelva mañana, o que siquiera conteste nuestros llamados.

Hermanos de Corazón, Amores Platónicos (Foxangle [#2]) {PAUSADA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora