Capitulo 21 Final:
Algo agotado, pero entusiasta subo con dificultad el pesado trineo por la empinada pendiente que elegimos Anne y yo para jugar como un par de niños en la nieve.
Ella me espera en lo alto de la colina apresurándome, riendo de buena gana debido a mi agitación y agotamiento. Es una malvada por burlarse de mi falta de aliento.
Si fuera ella la que jala esta cosa por la colina con una gruesa capa de nieve debajo de sus pies, no le haría nada de gracia que me burlara de sus infructuosas maniobras para volver a subir por la colina.
¡El trineo realmente pesa!.
Como nosotros hay más personas en la nieve a nuestro alrededor. Todos son turistas, amantes de la nieve. Algunos esquían y los demás tratan de hacerlo por primera vez.
Se ven adultos, ancianos y niños riendo y divirtiéndose en la nieve con sus implementos para deportes de invierno.
Finalmente alcanzo la cúspide de la colina bastante agitado. Esta será la última vez que nos lanzamos juntos por la pendiente, quiero tomar un buen descanso.
Subo delante del trineo para guiarlo y Anne como antes hizo, se acomoda detrás de mi espalda, poco después se aferra a mi cuerpo con brazos y piernas, y luego nos lanzamos por la pendiente disfrutando de la velocidad y de la adrenalina.
Esta vez pierdo el control del trineo cuando llegamos al fondo de la colina. Nos damos vuelta con todo y trineo. Anne queda sobre mi y no tardo en dar la vuelta para atraparla con el peso de mi cuerpo. Anne cambia su expresión alegre, también calma la risa por mi expresión lasciva. Me froto en su sexo por encima de la ropa, ella inmediatamente se enciende de deseo y de pasión sintiendo mi bragueta erecta.
Nos olvidamos de que hay gente mas allá, no muy lejos. Nosotros centrados solamente en nosotros, nos prendemos de nuestros labios. Nos perdemos en el erótico sabor de nuestros labios y lenguas. Nos invade un intenso calor. El frío de la nieve ya no se siente en nuestros cuerpos afiebrados de deseo.
Anne entra en frenesí sexual, asi que se cuelga de mi cuello con los brazos. Me besa profundamente, levantando las caderas para sentirme palpitar allá abajo. Me provoca, me invita. Alimenta mis ganas.
Nos soltamos jadeantes y excitados, sentimos una imperiosa urgencia de hacernos el amor. La libero de mi peso y la ayudo a ponerse de pie tomándola de las manos, luego sin mediar palabras nos observamos. Queremos escondernos para amarnos piel a piel.
Nos olvidamos del trineo. Lo dejamos abandonado en la nieve, alguien más podrá ocuparlo. Más tarde o mañana vendré a buscarlo. Ahora me urge llevarme a Anne a un sitio solitario e intimo para desnudarla y perderme en su cuerpo.
Anne me toma de la mano y me lleva rumbo a una cabaña sin ocupantes. Queda en lo alto de la colina. Alejada del Hostal. No esta arrendada.
Entramos en el interior de la cabaña que no esta cerrada con seguro e inmediatamente nos prendemos de nuestros cuerpos y de nuestros labios luchando para sacarle la ropa al otro. Nos deshacemos prenda por prenda. Vamos acariciando y degustando el sabor y la temperatura de nuestros cuerpos.
Anne queda desnuda, solo se deja los calcetines puestos y yo a torso desnudo, con el pantalón con la cremallera abierta. Me tiendo sobre el suelo y Anne lasciva y traviesa no tarda en liberar mi falo. Siento como mi falo es apresado por su mano derecha y luego por sus labios. Me lame y chupa hasta dejarme totalmente erecto. A continuación se monta encima de mi erección y me mantiene preso con el peso de su cuerpo. Tan excitada esta que se acomoda mi erección en su entrada vaginal, luego baja por mi largo y ancho sin pausa, pero lentamente, disfrutando como la estiro y la dilato.
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Austral.
RomanceAnne Kauffman y Carlos García fueron intimos amigos en la universidad. Anne es una chica de talla grande, sencilla, alegre y hogareña. Ama cocinar postres, pero su alegría y entusiasmo esconde un corazón roto por amar a su mejor amigo. Carlos, es u...