Desendiente Pura...

Capítulo 19. Sé fuerte.

(POV. Naruto)
Hinata se había ido...
Ya no tenía nada que hacer ahí, realmente me sentía mal, parecía imposible que fuera así, nunca la había visto actuar de esa manera... Realmente no logro entenderla, no entiendo absolutamente nada...
Iba corriendo por los árboles, y sólo pensaba en estos últimos días, todo era confuso, me gustó estar con ella, pero solo rondaban por mente sus palabras "No quiero que me ayudes, este es mi problema..." ¿Por qué se cierra?
De pronto recordé cuando se fue, me pareció que susurro algo, solo vi mover sus labios, ¿que habrá querido decir?...

Seguí sumido en mis pensamientos mientras regresábamos a la aldea, los ANBU iban conmigo, ahora no se ocultaban, ya que había terminado la misión, traté distintas formas de distraerme, necesitaba dejar el tema de lado por un rato, pero realmente no podía dejar de estar molesto, triste, decepcionado, y todo a la vez, ni siquiera estaba seguro sobre cómo me sentía, incluso tal vez frustrado y no entiendo la razón.
Cuando la vi introducirse en el bosque pensé que estaba por llorar, no comprendo nada, incluso lo que le dije; "No vayas y quédate conmigo..." ¿Es en serio?, Vaya estúpido que soy y ¿qué diablos fue eso? Me perdí en mis pensamientos no sé cuánto tiempo pasó, pero ya era de noche, por lo cual nos quedamos a dormir en medio del bosque, a pesar de que realmente me sentía cansado no podía conciliar el sueño, pensaba en ella, ¿desde cuándo me he preocupado tanto? De pronto recordé su sonrisa... Y empecé a cerrar los ojos, hasta que sin darme cuenta me quedé profundamente dormido.

(POV. Hinata)
Después de separarnos de Naruto seguimos corriendo por el bosque, ya empezaba a oscurecer.

- Padre, ¿no vamos a detenernos a acampar? - preguntó Hanabi que se encontraba a un costado de mi padre.

- No por ahora, vamos a seguir hasta llegar, no falta mucho, solo una cuántas horas más. - Respondió mi padre sin mirar atrás.

Y así seguimos, oscureció por completo, de repente activaba mi Byakugan por seguridad, lo activé y lo que vi me dejó atónita, era una especie de cueva con un lago, pero mi visión se distorsionaba, sin pensarlo me detuve en seco, por lo cual mi padre se percató.

- ¿Pasa algo Hinata? - no sabía que decir, era el mismo lugar de mi sueño...

- ¿Alguna vez me has traído a este lugar cuando era pequeña? - tenía que saberlo, porque no tendría sentido el hecho de que conociera este lugar.

- No, ¿por qué lo preguntas? - Mi padre se mostraba curioso, pero con seriedad.

- He soñado con este lugar... - No entendía cómo era posible que ya hubiera conocido este lugar en sueños.

- ¿Cómo es eso posible padre? - preguntó Hanabi aún más curiosa.

- Si Hinata nunca a estado en ese lugar no tiene sentido que lo conozca - opinó Neji pensando en la situación.

- Ciertamente Neji, pero realmente no sé por qué - contestó mi padre pensativo - tenemos que seguir, no es seguro estar aquí.

En ese momento mi padre siguió el camino, enseguida lo siguieron Hanabi y Neji, por un momento me quedé estática, porque no saben el resto del sueño, y hasta cierto punto me daba un poco de miedo el hecho que se cumpliera, seguí por detrás a mi familia, pero no podía dejar de pensar en esa pesadilla, en esas cuencas vacías llamándome...

Cuando llegamos a la entrada de la cueva mi padre se detuvo, enseguida nos detuvimos los demás, él se volteó y nos miró seriamente.

- En está cueva hay un pasadizo para llegar a la luna - todos nos sorprendimos, pero lo dejamos continuar - nuestra familia desciende directamente de Hamura Otsutsuki, que es el hermano del sabio de los seis caminos, Hamura decidió cuidar el mundo que su hermano había creado desde la luna, por lo cual decidió crear una cierta conexión entre la tierra y la luna, ya que así podría estar más cerca de su hermano. Este lugar es secreto para las demás personas, lo primero que deben recordar es que; éste es un lugar del cual no podrán mencionar jamás a partir de este momento, no importará la situación, el lugar o la persona con la que estén, nunca podrán mencionarla, pero aun así hay una excepción, y sólo es en caso de que la tierra y la humanidad como tal se encuentren en peligro de extinción. ¿Entendido? - preguntó mi padre muy seriamente viéndonos a los ojos.