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Alenk Donnovan

Estoy dentro de mi auto, tratando de no descontrolarme, llorar, gritar, todo esto me está haciendo enloquecer. De lejos miro como todos andan de negro, acercándose al lugar elegido para la ceremonia. ¿Cómo me pudiste hacer esto?, es lo que me pregunto cada minuto, no entiendo nada y lo único que quiero es tenerte aquí a mi lado y escuchar tu hermosa risa.

Salgo de mi auto y no logro dar un paso, sólo me apoyo en el con mi cabeza pegada al vidrio de la puerta.

-¿Alenk? -.Escucho la voz de una chica, volteó para ver quién es, es Annie, la hermana menor de Margareth, veo sus ojos y estoy seguro que ha estado llorando toda la noche, sus ojeras me lo afirman.

-Hola, Annie -.No sé que decir después de todo estamos en un cementerio para ir a enterrar a la mujer que hizo que una parte de mí muriera.

-¿Vamos? -.Una pequeña sonrisa de parte de ella, también está rota, tampoco tiene fuerzas para caminar al sepulcro de su hermana.

Quiere compañía, y lo único que deseo es quedarme dónde estoy y mirar todo de lejos, no quiero ver ese cuerpo lapso y frío, no quiero verla muerta cuando siempre me la he imaginado viva, no quiero poner una idea de que todo esto solo es una escena, donde la veré levantarse de ahí y me besé, sería total y completamente lo que todo chico enamorado deseará, pero debo perder todo esto.

-No puedo, Annie, no quiero recordarla así, estaré aquí hasta que termine todo -. Ella me ve con los ojos vidriosos, sé que me entiende, agacha su mirada y la vuelve a levantar para verme totalmente y completamente rota, lo único que puedo hacer es devolverle la misma mirada.

Ambos estamos rotos, destrozados y heridos, ambos queremos tener explicación de lo sucedido, pero lo único que podemos hacer es tragarnos el nudo en nuestra garganta para no explotar en tanta angustia, y más que estamos en un lugar público.

-Está bien, te entiendo, te veré cuando termine todo esto... nos vemos -. La veo caminar hacía el lugar con su cabeza agachada y sus pasos lentos. Annie, a penas tiene 17 años, y perdió a su hermana mayor, no sé cómo manejará todo esto, pero sé que es más fuerte que mi.

Me fui antes de que todos salieran del lugar previsto, no quería ver esas miradas de lastima y abrazos forzosos, escuchar mi más sentido pésame, y tener que ver a tantas personas diciendo ¿por qué lo habrá hecho, a caso tú sabes?, era una buena chica. Solamente huyó de todo esto, porque no sé qué fue lo que estuvo pasando, yo estuve ese día con ella y la mire tan bien, no tenía nada malo, se miraba perfecta como siempre lo era, no entiendo, me oculto algo que la hizo que cayera tan bajo para llegar a lo ocurrido, quiero tenerla aquí, amarla como siempre en toda mi vida la he amado, cuidarla, besarla, deseo su presencia, una última caricia, ver otra vez esa hermosa sonrisa, sus ojos llenos de vida, su cabello despeinado. La extraño tanto, que me duele tan sólo pensar en su existencia.

Freno el auto en medio de la carretera, escuchó bocinas de los autos de atrás, sacó mi mano y les hago una seña para que puedan avanzar, la vuelvo a meter y la apoyo en el timón, pegó mi frente a él y suspiró, levantó mi cabeza y veo lo que está al frente mío, montañas y el sol ocultándose en ellas, busco una radioemisora para poder salir del silencio, encuentro una, reconozco la canción, le subo todo él volumen y me recuesto en el sillón, cierro mis ojos y pienso en ella, los momentos felices que tuvimos.

La amo tanto que mi corazón todavía arde por la última vez que la tuve en mis brazos.




La canción que les he puesto es la canción que escucho Alenk en el auto.
Follow you- Bring me the horizon.

El sábado subiré el siguiente capítulo.
Por favor voten y díganme sus opiniones son de mucha importancia para mí.

D R O W NDonde viven las historias. Descúbrelo ahora