Comenzó a amanecer cuando Raoul ya estaba en el barranco sentado.
Le encantaba mirar el horizonte y ver la naturaleza mientras sentía la brisa por todos lados.
Cuando pensaba en la brisa se acordaba de todo.
Si el virus mataba a todo el mundo, ¿por qué a él no?
Se lo había preguntado muchas veces, pero nunca encontraba la solución.
-Así que estás aquí.
Reconoció la voz sin ver quién era, pero, estaba claro que no había muchas personas con acento isleño por la zona.
-¿Cómo me has encontrado?
-Nerea me dijo que estabas en el barranco y está a veinte minutos.Agoney miró al rubio desde atrás, viendo como el aire le despeinaba.
-¿Te gusta la naturaleza?
Raoul miró a Agoney, que se acababa de sentar a su lado.
-Sí, se podría decir que me encanta.
Agoney sonrió ante la respuesta del rubio, ya que para él solo había una cosa más maravillosa que la naturaleza, la música.
-¿Y a ti que te gusta?
El moreno pensó durante un rato y luego lo miró.
-Me encanta la música, aunque ahora no es que haya mucha variedad.
-¿Cantas?
-Lo hacía.Raoul sonrió y miró a Agoney, que lo estaba mirando fijamente.
-¿Me cantas algo?
-No puedo.Raoul lo miró extrañado.
-¿Por qué?
-Hay una larga historia detrás de eso.Raoul apartó la mirada y Agoney resopló.
-Bueno, venía a despedirme, Nerea y yo nos vamos.
-¿A dónde iréis?
-Pues trabajamos para el gobierno, somos exploradores y perdimos el rumbo y sin provisiones.
-¿Conocéis a más gente viva?
-Sí, ¿vosotros no?
-A nadie salvo a vosotros.Agoney sintió pena de ellos, los llevaría con él si pudiera, pero no podía, ya sabía las normas.
-Bueno, pues adiós.
Agoney estaba nervioso y no sabía el porqué.
Raoul, por otra parte, estaba triste, pues aunque habían empezado con mal pié, estos cuatro días que se habían quedado a vivir en su casa le habían caído muy bien.
-Adiós.
Raoul se quedó mirando a Agoney mientras se daba la vuelta y se iba.
Agoney llegó a la casa y allí estaban Nerea y Aitana, viendo una película.
-¿Nos vamos?
Nerea miró a su amigo al oírlo y se levantó.
-Aitana, muchas gracias por todo.
Acto seguido se dieron la mano despidiéndose y salieron de la casa.
-Con el mapa que nos han dado deberíamos llegar en unas horas.
Salieron andando y al cabo de cinco horas habían llegado a su destino.
La entrada era un edificio muy grande, que a Agoney siempre le había gustado.
Entraron como siempre y cogieron el ascensor, que los subió a la tercera planta.
-Odio la entrada, me cansa el dar tantas vueltas.
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Air
FanfictionSupervivencia. Eso es, Raoul llevaba sobreviviendo cuatro años al caos en el que se encontraba el mundo, pero, cuando encuentras a el amor de tu vida, la supervivencia es lo de menos, ¿no?