Capítulo IV

18 0 0
                                    




-NOAH-

Me encontraba de nuevo sentada en dentro de una caja de cristal verde, volteaba a todas las direcciones por alguna mirada, pero estaba sola, sentí de nuevo un ardor en mis ojos, sabiendo que mis poderes acaban de activarse de nuevo dejando mis ojos en total blanco.

*¿Pensaste que podrían confiar en ti?* Otra vez esa voz, hace mucho que no la escuchaba.

-¿Lo...

*No digas mi nombre en alto, humana inmunda.*

-No puedes culparme. - Hablé en voz alta y ronca.

*Tienes que salir de aquí.*

-¿Cómo pretendes que lo haga?

*¿Aún tienes el anillo?*

-Hablas de un objeto que quitaron de mis manos hace tres años.

*Ahora tienes una razón para volver.*

Dejé de escucharlo, rodeé mis ojos, aveces pienso que Loki es una de mis tantas alucinaciones como el anillo que me dio, o supongo que me dio.

-Noah. -Supuse que mis ojos volvieron a la normalidad por el ardor. -¿Con quién hablas? - Mis ojos vieron al frente no había nadie.

-Nadie. -Hablé alto.

-Entiendes que no podemos dejarte salir de la caja, ¿verdad? -Tenía que salir. Puse mis ojos en blanco, pensado en utilizar mis "dones" para regresar a Hydra y recuperar el anillo.

-¿Por qué quieres el anillo? -Trate de comunicarme de nuevo con Loki.

*Pensarán que estás loca*

-Dime.

*Necesito enseñarte nueva magia*

-¿Para qué me quieres?

-Noah, estás hablando sola de nuevo.

*Mira tu mano, mundana, tienes algo que puede servirme.*

-¿y qué es?- El interior de mi mano dejaba salir un pequeño destello celeste.

*Sabes lo que es, y para qué lo necesito, lo quiero de vuelta*

-Tu gema se volvió parte de mi.

-Noah, por favor. -Escuché de los altavoces.

*Entonces tú vendrás también.*

Nueva misión: Recuperar el anillo, hacer que Loki quite esto de mi mano.

-¡JAMES! -Grité desesperada. - Déjame salir. -Empecé a moverme desesperadamente, logrando sacar mis manos de lo que las sostenían. Desaté mis tobillos y trate de golpear el cristal pero este no lograba romperse.

-Noah, por favor siéntate.

-Necesito salir de aquí. - Susurré para mi misma, me hice para atrás lo que más que pude y traté de concentrarme y unos rayos rojos salieron de mis ojos, rompiendo el cristal que se encontraba enfrente mío, sentí un gran dolor en la cabeza me sentía mareada, me senté en el suelo sintiéndome inútil, una docena de agentes se colocaron frente mío apuntándome con sus armas. - ¡James! -Grité con voz rasposa, sentí mi cara húmeda por el sudor; jadeaba pesadamente tratando de levantarme.

-¡No te muevas! -Escuché a uno de los agentes. Traté de verle a los ojos lo cual logré.

*¿Recuerdas una de las primeras cosas que te he enseñando?*

-¿Pretendes que posea sus cuerpos? -Susurré para mi misma, estaba un poco asustada, en  una pequeña habitación a obscuras con luces verdes apenas visibles rodeada de agentes.

*Hazlo.*

-Odio esta sensación. -Cerré mis ojos y despejé mi mente, pensé en el agente que observé, abrí mis ojos con resultados satisfactorio, volteé para ver las reacciones de los demás agentes, todos se veían confundidos.

-¿A dónde fue?- Escuché en mi oído, estaba sorprendida, no había logrado esto a la perfección. Salí lentamente de la habitación, respiraba pesadamente mientras corría/caminaba.

-Sharon. -El capitán America se posó frente mío, me asusté un poco pero me quedé callada. -¿Te encuentras bien? -Me aseguré que estuviera hablando conmigo y luego respondí.

-¿Puedes llevarme a mi habitación?- Me dio una cara confusa y luego asintió, tomó mi mano, bueno la de la agente Sharon, y caminamos hasta una puerta.

-¿Segura de que te encuentras bien? -Asentí suspirando, y luego sonreí. -Te hablaré luego, tenemos algo que hacer con el equipo. -Sentí como se acercaba a mi, me asusté y traté de abrir la puerta y entré en seguida. Cerré con seguro la puerta.

-Ahora tengo que salir de aquí. -Susurré para mi misma. Hice lo mismo que anteriormente; cerré mis ojos dejé mi mente en blanco y me visualicé, cuando abrí mis ojos, vi en el suelo el cuerpo de la agente, me acerqué para ver si aún respiraba, podía sentir sus latidos, la tome en mis brazos y la acosté en su cama. Me giré para ver su tocador pude ver mi reflejo, mi cabello desarreglado, pase mis manos por mis labios sintiendo las cicatrices, mire los moretones de mis brazos. Volteé mi rostro para asegurarme de que la chica siguiera inconsciente, tomé tu cepillo y comencé a cepillar mi cabello tomé una de las coletas e hice una coleta alta, vi directamente mis ojos, los cuales estaban ausentes, suspiré. Me senté en el suelo, necesitaba ayuda para poder ir a Hydra, pero es obvio que no puedo decirle a ellos.

*El chico araña puede ayudarte.*

-¿Crees que pueda hacerlo? -susurré.

*Sabes en dónde se encuentra, ve por él.*

-Te odio. -Sentí mis ojos arder sabiendo que volvieron a la normalidad. Sabía que que tenía que buscarlo por Nueva York, me levanté de nuevo y vi mi reflejo, mi ropa estaba sucia, y vestía completamente de negro; gire mi vista a su guardarropa, creo que no le molestara que tome prestada algunas cosas. Saqué silenciosamente un top blanco de tirantes y una sudadera deportiva, cambié mi top y me coloqué la sudadera, tomé entre mis manos mi top viejo y lo coloqué en un bote de ropa sucia. -¿Cómo salgo de aquí?

*Vuelve a ser ella.* -Pensé.

-No creo que su cuerpo pueda soportar la fuerza de nuevo.- Susurré. Vi por la ventana, estábamos como a cuatro pisos. -Bajaré por la ventana. -Abrí la ventada sigilosamente, y salí con cuidado para que nadie me notara, me dejé caer rodé en el suelo y me escondí en unos arbustos.

Child of Avenger -peter parker-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora