Chocolate con malvaviscos

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Un mes... Había transcurrido todo un mes en el cual Ccino hizo su mayor esfuerzo por esconder a Nightmare de Ink o cualquier otro que quisiera aprovecharse de la situación actual del mismo.


Menos mal Nightmare se entretenía jugando con los gatos para dejarlo a él trabajar sin mayores complicaciones.

Al final de cada jornada, podía relajarse un rato antes de que el mayor llegara exigiéndole comida. Y, hablando de ello...
El ser de oscuridad se escabulló en la habitación para enseguida, usando la patita de un gato similar a Ink, darle palmaditas en el cráneo. El felino escapó luego de ser liberado, huyendo hasta otro gato de pelaje negro muy parecido a Error.

Mientras Nightmare miraba con curiosidad al par de gatitos rechonchos, Ccino se levantó de la cama para ir a ver qué podrían cenar.

El consumo de azúcar de Nightmare estaba controlado ahora, luego del problema que fue el hecho que vaciara todo un pomo de miel en su té el primer día que estuvo ahí... mejor prevenir.





— ¿Chocolate en leche o agua? —cuestionó el menor yendo a revisar entre la alacena algo simple que pudiera hacer pero con lo que tuviera contento a Nightmare.

— ¡En agua! —el antiguo rey de las pesadillas exclamó apenas oír tal interrogante, mientras sostenía las patitas del gatito Error aún si éste se retorcía por liberarse —Ahhh, son tan suaveees~

— Mejor ve por otros, sabes que a él no le gusta mucho que lo toquen... —ante tal sugerencia, Nightmare hizo un puchero, haciendo a Ccino sonreír de lado —¿Por favor~?








Era obvio que aquello nunca habría sido suficiente para que el ser de oscuridad dejara de molestar al gato, pero, bueno... Éstas eran circunstancias muy diferentes.

"Error" huyó aterrado apenas se le soltó, yendo entre las piernas de Ccino y una vez en zona segura, comenzó a sisear hacia el mayor; éste a su vez prefirió ignorarlo e ir tras el felino con rasgos similares a los de Epic.




Todo era pacífico ahora, al menos...



















— ¡Ccino, ya te dije que...

— ¡NO VOY A DEJAR QUE TE LE ACERQUES, INK! ¡LARGO DE AQUÍ! —ordenó frustrado, aún manteniendo una expresión seriamente molesta.

— Que lo tengas aquí es peligroso, no puedes seguir con esto, ¡sabes que él tarde o temprano va a ser el mismo de antes! —el pintor reclamó enseguida, tratando de hacerle al contrario entrar en razón.

— ¡¿Y eso a ti qué?! ¡Déjanos en paz! ¡No dejaré que lastimes más a Nighty, ahora largo!







Ccino era imposible. Ink no tuvo más remedio que retirarse, pero volvería a la siguiente semana a ver qué ocurría... no comprendía la razón de que aquel Sans se aferrara tanto a tener consigo a alguien tan peligroso como era Nightmare, pero ya le haría entrar en razón luego.

Apenas se fue, el menor volvió adentro, para encontrar a Nightmare frente a la puerta de entrada.








— N-Nighty... —iba a excusarse pero... —¿C-cuánto llegaste a escuchar...? —los brazos ajenos rodeándole le tomaron por sorpresa, pero no tardó nada en corresponder el abrazo.

— ¿Soy tan malo como para que él siga viniendo a buscarme, Ccino...? —cuestionó con voz triste, unas lágrimas queriendo escapar de su cuenca.

— No, no, tranquilo... Él sólo... exagera... Ya verás que tarde o temprano se le pasa y no tendremos nada de qué preocuparnos... Tú no lo escuches, él no sabe nada de ti... Tú eres mejor que él, sólo tiene envidia de eso —lo apegó más a su cuerpo tras aquellas mentiras blancas, para luego darle besos en sus pómulos. Nightmare lo sujetó con fuerza antes de separarse levemente y asentir.

— O-ok... Gracias... —esbozó una dulce sonrisa, provocando que el alma ajena diera un vuelco por la alegría de ver tal belleza.

— Por nada, Nighty~❤ Ya sabes que por ti soy capaz de cualquier cosa~ —los falanges de ambos se entrelazaron, sin apartar sus miradas de la ajena ni por un segundo.









Un choquecito de dientes. Simple, inocente, sin ninguna intención de llegar a más. Sólo eran ellos dos y el mágico momento romántico que les rodeaba.




Un mes, y Nightmare había caído rendido por Ccino mientras que éste finalmente tuvo el valor de aceptarlo todo.

Aquel Sans siempre amó a Nightmare, desde el primer momento que le vio hace ya unos años; por ende siempre fue tan devoto a él. Ahora finalmente su sueño de tener al rey de las pesadillas con él era más que sólo ese sueño que antes consideraba estúpido e imposible...









— Vamos a cenar, Nighty —el mencionado asintió alegre, ambos yendo por sus tazas de chocolate caliente con bombones.

— Ccino, ¿puedo comer pastel?

— Por supuesto ❤

Change [FluffyNight]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora