Capítulo 3

783 57 6
                                    

La alarma sonó, me esperezé y luego me levanté para dirigirme al baño.

Cuando terminé de prepararme, desayuné, paseé a Bobby y salí de casa.

Hoy, el autobús se encontraba más lleno que de costumbre. La gente salía y entraba constantemente. Hoy era lunes, por lo tanto comenzaba una nueva semana: los niños asistían al colegio después de disfrutar de su fin de semana, los adultos debían ir a trabajar,... Todo el mundo se encontraba ocupado.

Cuando llegué a las puertas del gran edificio, algo se removió en mi estómago. <<'Hambre'>>, pensé. <<'Amor, IDIOTA'>>, de nuevo mi subconsciente interrumpió en mis pensamientos. <<'No digas tonterías'>>. Le respondí.
Hasta yo pensaba que estaba loca al hablar así con aquella voz en mi cabeza. Sí, definitivamente me estaba volviendo loca.

Entré, empujando las puertas, subí en el ascensor, y me posicioné frente a la puerta de mi ahora jefe. Las imágenes de la noche anterior vinieron a mi mente: él tenía novia, según decían las noticias. Algo en mi estómago se removió de nuevo, ahora dolía. Mis entrañas se torcieron, haciendo que un pequeño jadeo se me escapase.

Golpeé la puerta apesar de la molestia que sentía en mi estómago, y sin previo aviso la puerta se abrió de golpe.

Ahí estaba él: vestido de traje negro y su pelo estaba algo despeinado. Su mirada conectó  con la mía al instante, haciendo que el frío común del invierno desapareciera, ahora hacía calor... Mucha calor.

-Buenos días, señor Lee. Hablé através del silencio.

-Dígame solo Minhyuk. Dijo apartándose de la puerta para abrirme paso a su oficina.

-E-Esta bien, Minhyuk. Una sonrisa nerviosa se formó en mi rostro al terminar de hablar y entonces él rió.

-¿Que pasó con las agallas del otro día?, parece nerviosa... El moreno se acercó peligrosamente a donde yo me encontraba.
No respondí, lo acepto; estaba nerviosa.

El rió. Sentí como la sangre subía hasta mi cabeza, me estaba enfadado. Él se estaba burlando de mí.

-No se crea tan listo, Minhyuk. Solo porque sea mi jefe, no quiere decir que se pueda burlar de mí. Dije mientras me apartaba unos centímetros de él.

Rió de nuevo y se quedó fijamente mirándome a los ojos. Su risa empezaba a cansarme.

-¿Que?. Pregunté arta de su silencio. No era un silencio incómodo, pero él imponía, y me pocía nerviosa.

-Le enseñaré su lugar de trabajo. Él caminó hacia la puerta, entendí que quería que lo siguiera.

Lo seguí hasta un pequeño escritorio, que se ubicaba cerca de su oficina. A unos metros; específicamente.

-Usted solo tiene que atender las llamadas que reciba. Y si son importantes, me las pasa. Si no, entonces anote el mensaje y luego me lo entrega. También tendrá que atenderme a mí. Su rostro adquirió ahora una forma seria. Daba miedo.

-¿Que quiere decir, con atenderle a usted?. Le dije con el ceño fruncido.

-Me refiero a si necesito que usted haga alguna llamada, o si necesito que me traiga comida..., ya sabe. Dijo él, en un tono casual, y apollandose en la mesa.

-Ah, está bien. Intenté verme lo más dura posible. No quería que pensara que podía aprovecharse de mí. No es que yo fuera una chiquilla tonta que podía estar todo el día atendiendo sus caprichos de niño rico, solo porque fuera mi jefe o tuviera una cara bonita.

-Ok, ya puede empezar con su trabajo. Señaló la mesa que dejó atrás y se fué directo a su oficina.

Cuando giré la cabeza, me dí cuenta de que esta planta del edificio era expresamente para los empleados que ayudaban a Minhyuk a llevar la empresa. También me dí cuenta de que todos, miraban en mi dirección.

-Mi Jefe- | Minhyuk Y Tu |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora