#5

1.4K 148 11
                                    

Mi pecho sube de arriba a abajo mientras el aire pasa por mis fosas nasales se mantiene un momento en mis pulmones y lo vuelvo a expulsar.
Otra vez esta sensación en mi garganta y las lágrimas las mantengo, me arde como si fuera ácido.
Estoy en la cama de Adrien pero él no esta aquí.

Mis ojos oscuros se mantienen firmes en el techo blanco inundado por la oscuridad. Ya son casi las 2 de la madrugada.

La puerta de la habitación de mi amigo se abre de un solo y un joven de sombría mirada verdosa y cabello rubio revuelto aparece tras ella, sus lágrimas recorren sus mejillas y su mochila de la universidad es arrojada al suelo violentamente sin importarle que estuviera ahí su portátil de última generación.

Me levanto de un solo y su mirada punzante se dirige a mí, no se mueve, ni yo tampoco pero yo siento que el cuerpo me tiembla más de lo normal.
Su semblante que era uno serio se relaja pero sigue llorando; lágrima tras lágrima recorren las mejillas del rubio. Camina con lentitud hacia mí y aunque no me diga nada, no me muevo, simplemente por el hecho de que estoy más que asustada.

Perdona...Murmura cerca de mi oído mientras se aferra a mí y sigue llorando.

—¿Por qué?—Mis frías manos se mantinen en su pecho sin poner fuerza.

—Siempre fuiste tú la que en realidad estuvo a mi lado, nunca te lo agradecí y solamente te hice daño olvidándote...

Yo no supe que decir, "es solo un borracho" al sentir como olía a alcohol.

—Te he amado desde ya mucho tiempo, pero nunca supe descubrirlo por mí mismo, nunca me había dado cuenta hasta ahora.

—Estas borracho.—Dije intentando que mis palabras se entendieran, porque yo estaba convertida en un manojo de nervios.

—Lo sé, pero creo que esta será la única manera de ser completamente sincero, sin vergüenza, sin orgullo, sin dolor y sin miedo a tu rechazo.

—No te voy a rechazar, nunca lo haría.—Mis palabras salieron inconscientemente, pero seguí dejando que mi corazón tomara el control y este iba a ser sincero, lo sería completamente.—Eres mi todo, hasta incoherentemente una segunda vida, una nueva oportunidad. Me siento viva gracias a ti y a pesar de todo el dolor que me provoques el sentimiento de amar sigue presente sin importar nada.

Su suave mano derecha se posó en mi mejilla y el frío que solía sentir a menudo fue desapareciendo. Él se acercó lentamente a mí, para brindarme un temeroso pero tierno beso, parecía tan nervioso como si fuera a dar su primer beso.
Los besos fueron aumentado dejando de ser inocentes a convertirse en unos llenos de lujuria con pizca de desesperación.

Y como si yo fuera una persona viva, los dos nos fundimos en uno solo.

Adrien me ve y me puede tocar como si fuera una persona normal y viceversa. Mientras que para los demás soy nada, no me ven, no me escuchan y no sienten mi presencia. Hay veces que me gusta caminar por las calles de París, sentir que puedo hacer lo que quiera sin importar nada y otras veces me gustaría que todos me viesen, presumir que mi mejor amigo es Adrien Agreste/ Chat Noir, extraño eso de enfadarme con mi familia, extraño ponerme nerviosa cuando hablaba con mi crush, aquel dichoso temblor en mi cuerpo y como me iba tan rápido el corazón, extraño reír con mis amigas que deben de ser adultas. Puede ser cierto que morir te da ventajas pero una desventaja incomparable es que pasan los años para los demás y seguramente tenga la desgracia de ver la muerte de Adrien y yo siga atada a este miserable mundo.

La luna se posa enfrente de la ventana de Adrien, alejando la oscuridad que antes nos invadia. Obserdo detalle a detalle sus pestañas, su nariz, sus hileras doradas alborotadas y sus finos labios entre abiertos. Parezco intentar memorizarme su pacífico rostro como si asumiera que ese joven aspecto prontamente irá envejeciendo siguiendo el ciclo de la vida y acabando en...ni siquiera me apatece volver a mencionarlo.

Pero ¿qué pasará cuando él ya no este vivo? ¿Que pasará con 'nosotros'?¿Qué ocurrirá después?

Solo pensarlo me entran ganas de llorar. Un fuerte nudo se queda en mi garganta pero solo me acerco más a él. Escondo mi cabeza en su pecho desnudo y puedo escuchar sus latidos, su corazón va con calma y yo ahogo un lamentable llanto. Se remueve entre las sábanas.

—________, cierra la ventana porfavor, hace frío.—Murmura sin abrir los ojos.

—Vale.—Digo casi en un susurro inaudito.

Me alejo de él al darme cuenta de que solo puedo provocarle frío, que no seré esa persona que abrace para sentirse cálido. Cierro mis ojos con fuerza intentando conciliar el sueño, pero solo consigo que las lágrimas salgan.

Antes de que amaneciera me preparé para ir a hacer una visita.
Marinette Dupain-Cheng podría saber que le pasa a Adrien y de una forma u otra me comunicaría con ella.

Vive encima de una pequeña panadería heredada de sus padres, estos ya de habían jubilado y estaban de viaje.

Su habitación está llena de fotos de modelaje, es cierto que quiere ser diseñadora de moda. Tiene un maniquí con un vestido rojo elegante sin terminar. Subiendo unas escaleras hay una gran cama con sábanas color pastel donde sobre sale unos mechones azabaches.

Me acuesto en una punta de la cama y ella se remueve, no le tomo importancia.

—Marinette, Marinette...—Me dedico a llamarla, por aburrimiento, comprobando que nombrarla me hace odiarla porque viese por donde lo viese ella me quitó por mucho tiempo del lado de Adrien. Me sorprendo cuando me responde.

—Solo 5 minutos más...—Murmura y se mete completamente en las sábanas.
Hasta que reacciona y se levanta por la gran sorpresa que le he causado.
Sonrío a pesar de que me asombra el simple echo de que me ve, pero no me importa.

"A Tu Lado" [Adrien Agreste]-TERMINADA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora