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Los años afectan al físico, pero no siempre a los sentimientos.

Ya casi ha pasado un año y en todo este tiempo, Adrien y yo nos hemos conocido muy bien, casi podría asegurar que somos mejores amigos.

Hoy pasó algo muy raro, a pesar de que ya no se corta. Regresó de una misión con Ladybug, tenía roto el corazón. Al principio solamente su voz estaba cortada, cuando puso su cabeza en mi pecho y lo abracé, él se derrumbó en lágrimas.
Los rechazos son siempre dolorosos, algunos te marcan. Adrien solo necesita amor y solo recibe decepción y dolor.

—Porfavor no llores más...—Susurré al ver que no se calmaba—Acabarás con los ojos super hinchados.

—Yo solo necesito amor...—El rubio solo pudo formular aquello con el tono temblando, me miró con sus ojos esmeraldas llenos de agua salada que recorrían sus suaves mejillas.

Yo no dije nada hacia sus palabras y como si mi cuerpo insconscientemente se moviera, yo me acerqué a sus labios rosados sintiéndolos. Nunca había dado un beso, pero sé que no podían existir labios más cálidos y que me hicieran sentir tan satisfecha, en el mundo entero.
Como niños pequeños, aquel beso estaba lleno de ternura, cariño y mi única intención era reparar el corazón roto de Adrien.

Al menos yo lo veía así.

Pero no rechazó mi beso.

Dejó de llorar, aunque se alejó cuando posé mis frías manos en sus mejillas.

Por un momento me había olvidado de que ya no estaba viva y aún sin estarlo me sentía así. Me sentía mejor que cuando mi corazón latía.

—Por favor quédate conmigo para siempre—me suplicó.—Repara mi corazón roto con tus cálidos besos.

—Y tú promete que no me olvidarás.—Yo solo pedí eso, pero sentí que fue demasiado.

Te lo prometo.

Desde entonces no sé que relación llevamos. Adrien esta vivo y yo muerta, no es como si fuera una relación normal, pero siento que no somos nada más que amigos.
Solo él me puede ver y tocar, para el resto no soy nada literalmente.

Aunque todos sabemos que no todo es para siempre. Recordemos, mi corazón no late pero el sol seguirá estando, la luna seguirá girando, la gente seguirá trabajando, el mundo seguirá funcionando y el tiempo seguirá pasando.

Fue una noche del 26 de junio, Adrien tenía casi 17 años, mientras que yo seguía con mi joven apariencia de una joven chica.
Los dos estabamos sentados en su cama, las ventanas estaban abiertas y el sol recién se ocultaba al ser verano, no me atreví a mirarlo a los ojos.

Admito que por desgracia me enamoré completamente de él, de su risa, de su forma de ser, de su interior simplemente, pero, después de tanto tiempo no me volvió a besar, nunca volví a sentir sus labios sobre los míos y sabía que no volvería a suceder.

Aquel día, sentí que mis sentimientos creados a base del tiempo y del conocimiento sobre mi amigo de ojos verdes, desaparecieron o más bien se rompieron.

—¿Alguna vez te has enamorado? Bueno tienes muchas fans y te llevas bien con todas...—Dije yo en un casi murmullo.

—Sí, en este tiempo me he dado cuenta de que me he enamorado de una chica fantastica, amable, risueña, cariñosa y que sabe escuchar. Ella ha estado conmigo todo este tiempo, vino de imprevisto y nunca pensé que la llegaría a querer tanto, incluso me ha ayudado a sobrepasar mi depresión que tuve años atrás.—Él hablaba con pequeños suspiros en plenas frases, sus ojos tenían un leve brillo en sus orbes esmeraldas.

"No te encariñares" gritaba mi mente.

"Esta hablando de ti" me alarmaba mi corazón.

"No te esta mirando, seguro que no eres tú" debatía la mente.

"Eres tú, fuiste la única que le ayudó, pregúntale el nombre de la chica" finalizó el corazón, ganando.

—¿Cuál es el nombre de la chica?—Cuestioné mientras la voz me temblaba y él me miró, con aquellos ojos brillando como estrellas.

Marinette, se llama Marinette. Y entonces supe que debí hacerle caso a la mente porque lo único que hice fue provocarme ilusiones.
Sentí que el pecho se me estrujaba dando un sentimiento horrible, tenía la voz entrecortada, un gran nudo en mi garganta y las lágrimas amenazaban con salir.

—¿Ocurre algo?—Me preguntó él con un tono ingenuo, pareciendo que no tenía conocimiento absoluto de qué era el daño que me estaba provocando.

—No es nada, ve a dormir, debo irme a ver unas cosas—Dije en tono normal pero solamente provoqué que esta saliera cortante.

—Pero donde v.—No le dejé terminar porque me marché traspasando la puerta.

No sé que soy...¿los fantasmas lloran?¿Los espíritus también sienten dolor? ¿Por qué parezco tan humana y a la vez no?

¿los fantasmas lloran?¿Los espíritus también sienten dolor? ¿Por qué parezco tan humana y a la vez no?

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Ultimamente me siento extraña como si mis fuerzas se debilitaran y como si yo fuera transparente.
Mi amigo va creciendo y con él su belleza. Ya casi tiene 20 años y se ha convertido en alguien hermoso, de relucientes hileras doradas como cabello, tez blanca y ojos esmeraldas, que brillan al ver a su novia, Marinette, Marinette Dupain-Cheng.

Adrien Agreste el joven que conocí hace ya casi 5 años atrás ya ha desaparecido, me alegra y a la vez me entristece.
Ya no se corta, ya no esta mal consigo mismo, ahora es un chico fuerte.
Pero a penas hablamos aunque durmamos en la misma habitación, solo responde con un "sí", "no", "tal vez", "vale", "hola", "adiós" y "mañana hablamos me voy a ver a Marinette". Pero respecto a la última palabra, para él ni para mi existe un mañana porque ese deseado día nunca llegará.

Me siento como si yo fuera una amiga imaginaria, en la que deja de creer. Como los niños de 3 años que a mediados pasa el tiempo se llevan los recuerdos de su amigo imaginario al que olvidan eternamente.

Tengo la apariencia de una joven de 15 años por la eternidad, ¿cuánto tiempo más mi alma seguirá atada a Adrien?¿Hasta su muerte?

Muerte...muerte...muerte...

De solo pensarlo un escalofrío me recorre el cuerpo y por extrañas razones mis ojos se inundan de lágrimas.

"A Tu Lado" [Adrien Agreste]-TERMINADA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora