l i q u o r l i p s / / omc ✗ severus

I

[whore]

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Caigo rendido sobre su pecho, mientras el cansancio y los escalofríos del orgasmo recorren mi cuerpo. Mulciber suspira y acaricia mi cabello; siento su esperma resbalar desde mi interior y me estremezco. Normalmente no dejo a ninguno de mis amantes casuales correrse dentro, pero él es una excepción especial.

Admito que tengo un ligero enamoramiento en él, pero sé que no saldrá nada de aquí. Mulciber, al igual que el resto de slytherins, me ve como un buen acostón y nada más. Quitando el disgusto por mi sangre impura, se les va de la cabeza mi estatus cuando me ven con las piernas abiertas; todos ellos.

Recuerdo que Lucius fue el primero, el primero de todos. Fue gentil con mi cuerpo infantil y será algo que no olvidaré nunca. Lo sé, un niño de doce no debería mantener relaciones con uno de casi diesiocho, pero Lucius fue el único que me trató con amabilidad (a parte de Lily). Él me brindó una protección que se esfumó luego de su partida.

En momentos como este lo extraño, porque él se quedaba en la cama hasta altas horas de la madrugada conmigo, besándonos o sólo estando allí hasta que yo me durmiera. Pero mi actuales amantes no son así, ellos hacen que deben y se van. Sin besos o abrazos; a veces lo agradezco, pero me deja con un pesado sentimiento de vacío en mi corazón.

Jugueteo con los vellos en el esculpido pecho de Mulciber, son oscuros y rizados, algo escasos pero lo suficientemente largos como para jalarlos con las puntas de mis dedos.

Mulciber, siendo la excepción como siempre, besa mi frente y, colocando sus manos en mi cintura, me quita de encima y cubre mi cuerpo con las sábanas.

Se levanta de mi cama y yo sólo veo su espalda blanca. Abrocha su pantalón negro y se coloca su camisa. En movimientos rápidos, ya está amarrando su corbata verde y su túnica cuelga de su hombro. Mano en el picaporte da una mirada con sus ojos celestes, sólo viéndome de reojo y una sonrisa que resulta casi agradable.

— Fue un verdadero placer, Prince.

Nunca supe cómo es que sabe mi apellido materno, ni nunca se lo preguntaré. Es el único que me llama así y se lo agradezco más de lo que se imagina.

Sale de mi habitación sin decir una palabra más. No le importa que lo vean, todos saben qué fue lo que hicimos. Es una muda reputación de la que sólo los slytherins conocen; ninguno se lo ha mencionado a las otras casas. Si los Merodeadores se enteraran de esto, sería mi perdición.

Permanezco en la misma posición por un par de minutos, miles de cosas en mi cabeza.

Sin embargo, unas fuertes nauseas me atraviesan. Así que, intentando ignorar el dolor de caderas, voy en la búsqueda de una papelera al otro lado de mi cuarto.

Vacío lo poco que había cenado y, luego de varias arcadas, me repongo. Limpio mi boca, con la desagradable sensación de acidez en mi lengua. Me pregunto qué me habrá caído mal.

Me escaneo en el espejo de cuerpo entero que se sitúa en frente a mí. Miro y miro, no me puedo evitar disgustar. Lucius siempre me dice que soy hermoso, pero yo no le hago mucho caso. Nunca me gusta lo que veo en el espejo.

Cuerpo demasiado delgado, con los huesos de mi clavícula, cadera y costillas marcándose. Figura femenina, caderas curvas y cintura fina. A pesar de ser tan flaco, soy "nalgón", en palabras de Mulciber. Bajo, más que todas las chicas de mi edad. Cabello largo y demasiado negro al igual que mis ojos. me veo con tres años menos de los que cuento actualmente, es patético. Ojeras, mirada pesada. Nariz recta, labios rojos (belfos, según Lucius) pestañas largas.

Realmente parezco una chica y a una parte de mí no le molesta en lo más mínimo, pero es muy pequeña y no tiene voz en mi cabeza.

Estoy despeinado y muchísimo más pálido de lo usual. Creo que estoy enfermo.

Chasqueo la lengua y bebo un enjuague bucal de menta. Regreso a mi cama, mis sábanas se sienten húmedas, pero me da igual. Estoy muy cansado y me siento disgustado.
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Seveus Snape [Gabriel Marques]

Mulciber sigue en búsqueda xd