Alma Gemela - MITZU G❣P

äpürös

Una vez en casa, tomé un muy necesario baño, preguntándome todo el tiempo lo bueno que sería tener a una caliente chica conmigo. Repentinamente tuve un horrible pensamiento de Mina haciendo cosas con Sehun o aun sintiéndose molesta conmigo.

Me pregunté qué infiernos de día tendría mañana una vez que nos viéramos cara a cara. Estaba determinada a no regresar y decir que solo estaba bromeando. Me sequé un poco, sintiéndome más caliente de lo que quizá debería y entonces revisé mi teléfono celular y el teléfono de línea para ver si había señales de vida de Mina. Nada, ¡genial! 

Regresé al cuarto de baño y me vi al espejo. Podía ver que estaba bien, tenía buena apariencia, y un buen cuerpo, cabello castaño y ojos bonitos. Quizá era mi personalidad la que me dejaba un poco abajo. Obviamente, el enamorarme de una chica hetero no ayudaba.

Sacudí la cabeza, salí del cuarto de baño y entré en la cocina. Sacaba una coca cola del refrigerador, cuando oí que tocaban a la puerta. Mi primer pensamiento fue que era Momo que se había quedado afuera de su departamento de nuevo. Mi vecina que vivía al lado, podría olvidar la cabeza si no la tuviera pegada. Caminé hacia la puerta con la toalla alrededor de mi cuerpo, asegurándome que estuviera firme porque ella ya me había visto una vez. Sin embargo, en esa ocasión, no me importó porque ella me había dicho seis meses antes que estaba interesada en mí y yo le mentí sobre mi orientación sexual solo para que dejara de joderme, esto me había salvado desde entonces. Necesitaba hablar con ella ahora.

— ¿Olvidaste tus llaves? —pregunté mientras le quitaba la llave a la puerta y la abrí esperando ver a, la chica con el cabello rubio y sexy apariencia de bailarina, pero con lo que me encontré fue— ¡Jódeme! Al igual que una abeja en un tarro de miel, sus ojos estuvieron pegados a mí de inmediato —en todo de mí— y parecía beber la vista mientras estaba ahí deteniendo la puerta tan firmemente que podría quebrarla en dos. Su mirada ya había bajado a través de mi húmedo torso hasta descansar donde yo deseaba que pudiera tocarme. Mi mente estaba en blanco, perodesafortunadamente mi pene se recuperó rápidamente yrepentinamente comenzó a endurecerse. ¡Mierda!

Me veía fijamente. ¡Mierda, mierda! Entonces levantó la vista hacia mí y me dio una ligera sonrisa, apoyó la parte superior de su cuerpo en el marco, sus manos en los bolsillos y una pierna cruzada sobre la otra. —Entonces, Tzuyu, ¿esa es una pistola bajo tutoalla o solo estas feliz de verme?

Está bien, así que pueden pensar que teniendo a Mina en mi puerta del frente, viéndose tan buena como para comérsela y diciéndome eso, podría ser la señal que había estado esperando, anhelando. Bien, están equivocados, porque ahora estaba una mierda de nerviosa y como una tonta me quedé en la puerta con una toalla alrededor de mí y una erección, y un impropio ceño fruncido en mi cara, diciendo absolutamente nada. No estaba ni ligeramente divertida por la observación de Mina.

No sé por qué estaba tan enojada con ella, pero se veía toda inocente, como si la mantequilla no se derritiera en la boca. El hecho de que se viera tan jodidamente hermosa con ese corte tan lindo de cabello y los ojos del color de la oscura miel, fuerte y cálida, todo eso hacía que fuera mucho más difícil para mí seguir enojada con ella, ¡Me odiaba!

¿Hay alguna condición médica que cause parálisis temporal de los miembros inferiores debido a una erección del tamaño de un árbol? Debería de sentirme muy afortunada, pero me sentía como si me hubiera tragado un centenar de Viagra por el crecimiento entre mis piernas. No podía moverme en ninguna dirección, porque si me giraba de lado podría verse incluso más grande, mostrando lo encendida que me encontraba en su compañía. Mina tampoco ayudaba al verme como si fuera una carnívora en un seminario de degustación vegetariana, ¡parecía jodidamente hambrienta!  

—Bueno, ¿puedo entrar, o vas a mantenerme afuera toda la noche? —Sí, eres, Myoui Mina, haciendo al fin contacto visual conmigo. Me sentía caliente, ruborizada, y realmente creía que estaba cerca de la combustión. Suspiré derrotada, pretendía que pensara eso. Quería actuar enojada y dominante, pero la verdad es que no quería que Mina se fuera a ningún lado.

Quería que entrara, me destrozará, me besara, me tocara, me jodiera y que se quedara conmigo para siempre. ¿Eso sería mucho pedir? Algo me decía que teníamos que resolver un par de cosas antes de que algo pudiera suceder. Pero sabía una cosa con seguridad, no iba a suceder si jodidamente no me movía.

Entonces me encontré abriendo más la puerta para que caminara por un lado y entrara a mi casa. Noté que bajó la vista hacia mí 'pistola' antes de entrar a la sala. Si ella veía en esa dirección una vez más, podría inadvertidamente disparar mi cargada arma ¡sin necesidad primero de tomar mi pene!