El libro de los fumados

Tomar al toro por los cuernos

Nuestros personajes, luego de la encarnizada batalla en la que sólo peleó Juan mientras los otros 2 miraban cómo gracias a su estrategia y ¿fuerza? Derrotaba a aquellos bandidos, levantan la muralla otra vez.

Ellos empezaron a repartirse las tareas de otra forma: ahora que tenían muchas bocas que alimentar, Facundo se encargaría de la cocina; ya que Juan es el familiarizado con la estrategia y lo paramilitar sería el encargado de entrenar a las escasas tropas actuales (sólo disponía de 4, sin contar los 2 asignados a Diego) y futuras, y a armarlas lo mejor posible con los recursos disponibles; Diego seria el que se encargue de conseguir información, sobre los bandidos por ejemplo, acompañado por un par de reclutas, además de vender las pieles sobrantes.

Viendo que necesitan más alimentos y una dieta más variada, deciden tener un pequeño terreno de cultivo, que inicialmente va a incluir un terreno del mismo tamaño para especias, aumentando los ingresos a corto plazo. Facundo también piensa otra manera de obtener alimentos, como la pesca. Por suerte, pegado al bosque se encontraba un rio lo suficientemente grande para poder pescar en él, así que los reclutas fuera del entrenamiento también apoyarían con eso.

La base tomaba forma a cada día que pasaba, se estaban creando más cosas con tal de poder vivir más tranquilos todos y no estar amontonados. La cueva se utilizaba como almacenamiento y, de vez en cuando, mientras nadie los miraba usaban sus netbooks, algunas veces para buscar información de cómo trabajar, y otras para jugar al Age of Empires 3... porque en el 2 el ganador definitivo era Diego.

-Facundo: Flaco, ¿en serio? ¿Me atacás a mí? Pero si tenés más cerca a Diego, y aparte yo no les haría nada...

-Juan: Sí, claro... No caeré otra vez, eh? Maldita gata...

-Facundo: Ah, ¿te metés conmigo? 25 cañones imperiales al ataque perra, jajajaja.

-Juan: ¡AAAAA! -esto lo decía con un tono agudo-

-Facundo: Vamos, ¿creerías que te lo dejaría fácil? En cambio mira a la zorra, te está acercando sus barcos a los tuyos, quiere golpearte ahora que me venís a atacar.

-Diego: ¡ESO NO ES VERDAD!

-Juan: ¿Entonces por qué me empezaste a bajarme a la marina?

-Diego: Emmm.... ¡Mierda!

-Facundo: Jajajajaja. Juan, habrás sido un genial luchador antes cuando nos atacaron, pero ahora estas comiendo metal más que la "carne" que come mi ex

-Juan: ¡Callate gata! Ni siquiera sé cómo carajo pasó... ¿Desde cuándo soy tan fuerte?

-Diego: -susurrándole a Facundo- Pero pelotudo, ¡¡¡él no sabe que lo vimos mientras el peleaba!!!

-Facundo: ¿Y yo desde cuándo sé medicina? El que hizo un curso de primeros auxilios fuiste vos perra

-Juan: Ya sé... La verdad me sorprendiste. Trataste a los heridos de una forma improvisada, pero como alguien que sabe... Ni yo puedo hacerlo tan bien, y acá no hay guantes de látex.

-Facundo: Sí, seguí quejándote de que no hay forros por acá.

-Juan: Hijo de...

-Diego: Jajajajaja

-Facundo : Che, pero ahora en serio, ¿cómo mierda hicimos todo eso?... La superfuerza de la perra y mis habilidades médicas... Flaco, yo no sé nada de medicina...

-Diego: Había leído algo así en algún libro.... En este mundo hay 3 tipos de magias.... De Elementos, Doble efecto, y de Atributos (N.A.: de cariño la llamaremos Boost). No, lo último no son las gomas.

Juan: Claaaaaro... usamos magia y yo soy un sex simbol que se tira 7 por día...Esperá, si lo que vos decís es cierto... ¿Porque vos no tenes magia?

Facundo: Te garcamos la magia, ¿viste?

Diego: Putos...

Juan: Esperá... Podría ser que tengas magia pero no sabemos de qué. Fijate, viste cómo leés y hablás tan bien el idioma, siendo que ni siquiera lo vimos o sabíamos de su existencia...

Facundo: Bueno, parece que tenés otra habilidad, aparte de tu anormalidad de siempre.

Diego: Sí, de la que convierte a una tortuga a una estratega paracaidista asesina de perros.

Juan: Cierto, cierto, jajaja.

Facundo: Si tal vez tengas otro tipo de magia, a lo mejor dominarías las mentes para anormalizarlas y dominar el mundo, haciéndoles creer que puedes lanzar soles con las manos... Menos mal que aquí no hay demonios... Por las dudas no lo llames Hamon, no quiero vampiros

Juan: Claro, en vez de las computadoras a las personas.

Facundo: Che, entonces nosotros tendremos que tener cuidado...

Juan: Sí, capaz nos damos la vuelta y nos vuelve Transformers.

Diego: Transformers no, tal vez los convierta en una de mis criaturas fumadas...