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SEATTLE, WA
MARZO, EN LA ACTUALIDAD

Despertó como cada día, sola en su habitación todo como de costumbre. Se acercó a abrir un poco sus cortinas esperando ver un hermoso sol, pero no. Las gotas golpeaban su ventana.

Entró al sanitario y puso a llenar la bañera mientras arregló un poco su habitación, fue a su armario y escuchó la bañera tirarse así que regresó a cerrarle, —creo que tendré problemas con mamá de nuevo —se dijo a sí misma.

Observa el reloj en forma de gato que cuelga sobre su cama que anuncia 08:45, es algo tarde, debe estar en el colegio a las 10, escoge su ropa y toma una ducha. Sale casi corriendo de su habitación cuando su madre le dice que se siente a desayunar. Le explica que va tarde y ve el reloj 09:27.

—Aún tienes tiempo de comerte aunque sea un panecillo, siéntate —se lo dice mientras pone un pan tostado con jalea y le sirve un poco de licuado —Gracias mama, ¿Que harás hoy?—le mencionó mientras le da un mordisco a su panecillo.

—Nada, sólo iré a pagar unas cuentas que se deben y pasar por tu hermano al colegio ¿Porque? —termina y la ve con ojos de suficiencia —Nada más, me interesa saber de tu día, bueno me retiro que ahora sí voy tarde —.

Sale deprisa a su auto, que yace estacionado en el cobertizo, cierra su sombrilla y acomoda sus cosas antes de pasar por Sharon y Amy.

Analiza sus tiempos y acelera, Sharon vive a unas cuantas manzanas; se maquilló en las paradas revisando que ningún policía la descubra al no ser así, aceleró y llego a casa de Sharon, su familia tiene bastante dinero debido a que su padre es un empresario exitoso de la compañía NYL pero aún no tienen más dinero que la suya.

Tocó el claxon para que Sharon saliera de casa, después de 23 mensajes de texto diciéndole que la abandonaría si no se apura. Sale con su sombrilla y se sube con toda delicadeza.

—Bri, ni sabes todo lo que tengo que contarte y de lo que me enteré —menciona toda emocionada —¿Tiene que ver con Amy? —No, ¿Porque? —Entonces puedes esperar a que llegue por ella y nos pones al día —Por supuesto, mucho mejor así no me burlo en soledad —Andando —.

Aceleró, mientras Sharon se maquilla al parecer tampoco le alcanza el tiempo. Le menciona que le mande mensajes de alerta a Amy para que no demore en salir y después se estacionan frente a casa de Amy.

Se apresura a subir al auto y le dice que se calme y respire que falta de glamour viniendo de cualquiera de ellas.

—Buenos días, perras —dice Amy con toda felicidad —Ponte el cinturón y cállate —le dice y enciende el auto.

—Antes de que lo olvide, Sharon ahora sí cuéntanos —¿Contarnos que? —pregunta Amy mientras se acomoda en el medio —¡Cierto! Recuerdan al chico del otro día en la cafetería —¿El rubio? —le preguntó —¿El moreno? —pregunta Amy —No, el que me sonrió junto a la caja, y me pidió mi numero —Ah, el que tenía cara de acosador compulsivo —le dice mientras se reía.

—Que graciosa Brey, pues si él, ¿Quien creen que va a salir el viernes? —¿Es enserio? ¿Como le haces? —¿Yo?, habla la que sale con el capitán del equipo de fútbol y presidente estudiantil de la UW —Bueno, yo soy mejor que tú pero aún así me gustaría saberlo, mira hazlo por Amy —Yo no necesito consejos —lo dice sarcásticamente.

Raeken © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora