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Suena su alarma muy temprano, se queda observando la frase que tiene colocada en el techo desde hace años "Cada persona tiene su propia belleza, esencia y luz" y la que le puso su madre hace un año "Y si no te gusta el infierno... ¿ Para qué le coqueteas al diablo?", que tanta razón tiene esa mujer.

Se levantó lentamente y bajó a la cocina por una taza de café mientras eligió la ropa del día de hoy, al parecer una falda y una blusa sin hombros es buena idea.

Se asoma por la ventana, el día es soleado y agradable; falda y blusa serán.

Entra en la ducha, le sube el volumen hasta que Nathan le toca la puerta agresivamente porque no le permite dormir pero igual sigue cantando.

Todo parece ir como de costumbre, baja las escaleras y su madre con el desayuno casi listo; le apoyó con la waflera y la crema batida. Se sirve un poco más de café. Le grita a Nathan para que baje a tomar su desayuno.

Baja de un momento a otro, y se sirve más crema batida que waffles pero en fin, tiene que irse. Se levantó, dejo sus trastes en el lavaplatos y volteó de prisa cuando Nathan tropieza con ella y termina llena de crema batida hasta el cabello.

Se queda congelada por segundos, hasta que suena el timbre junto con el claxon de su auto.

-¿Que acabas de hacer? -le gritó mientras trata de retirarse la crema batida con una servilleta, lo alejó y sube corriendo -Avísale a Sharon que bajaré en 15 minutos, tengo que arreglarme de nuevo -.

Llega a su habitación y se enjuaga el cabello con la regadera, se retira la blusa y se limpia con toallas húmedas la poca crema que le queda en la cara y partes del cuello. Escucha un ruido como si rasgaran la pared con las uñas y sale del baño mientras mira a la ventana. Escucha el claxon por segunda vez, "esta desquiciada me está presionando" pensó mientras terminaba de limpiarse.

Uno de los grandes problemas de una mujer es encontrar otra blusa que combine con sus zapatos, "enloqueceré ¿que puedo hacer?" se dijo a sí misma, bajó al armario de ropa de temporada de invierno y busco su blusa roja pero sin éxito, al parecer no estaba.

-Mamá!, viste mi blusa roja de invierno -Si, querida -¿Sabes donde está? -La donamos hace cómo cuatro meses -Mierda -.

Entra Sharon, y la ve convertida en una loca tirando ropa por todos lados.

-Brey, ¿que sucede? -Nate me arruinó mi outfit del día de hoy y no tengo tiempo para ponerme a pensar que ponerme, estoy enloqueciendo -Brey relájate -la sostiene de los hombros -recuerda "en caso de urgencia de ropa, revisar detrás de la puerta de la habitación" -voltea y ahí estaba, un conjunto completo.

Se arregla, baja corriendo; mira con odio a Nathan mientras se ríe, se despide y se sube a su auto. Maneja cuidadosamente pasándose los altos para llegar a tiempo, se estaciona en la UW y corre a su clase.

La clase termina más pronto de lo normal, al parecer Mrs Stebson tenía una neurocirugía en 45 min. Así que salieron temprano, llegó a su casillero; guarda sus cosas y siguió su camino.

Llega a la cafetería, se forma para comprar un cupcake y un pudín de chocolate, la fila se le hace eterna, toma sus bocadillos y se dirige a su siguiente clase.

Llega al aula y se sienta a comerse sus 400 carbohidratos convertidos en un maravilloso cupcake y sus otras 350 en pudín pero son felicidad con empaque. Mrs Frederick les hace anotar nombres de enfermedades que se pueden contraer durante una cirugía.

Habla acerca de que se debe hacer en esos momentos, nunca deben sugerir nada solamente acatar órdenes y ser eficientes con su cirujano en jefe o medico en guardia.

Raeken © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora