Echo

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No podía respirar.
No veía nada, todo era negrura absoluta. Steve intentaba moverse, pero no podía, toda esa oscuridad se lo impedía, como si fueran manos que lo agarraban fuertemente, impidiendo moverse. No aguantaría más sin poder respirar. Rendido, empezó a cerrar los ojos, en señal de que dejó caer la toalla. Pero muy al fondo de todo este mundo, se logró divisar con mucha suerte una pequeña luz, un mínimo destello de ésta. "Ayudame....Porfavor" Se repetía mentalmente, pidiendo que quiensea lo saque de esta realidad...quien sea...
De repente, empezó a oír campanas, siguiendo un ritmo muy tranquilo, relajante, perfecto para dormir sin pesadillas. La luz, que al final resulto siendo de un azul fosforescente, se intensificaba más y más conforme con el tiempo; extinguiendo toda esa oscuridad y materia oscura a su paso. Gracias a ello Steve pudo moverse, y liberarse de esos brazos, pero ahora que se había librado, miró con atención en donde estaba. Al parecer en el agua, justo en el medio del agua pura y clara, y la masa oscura que se removía en su sitio. Estar en medio de los dos....reparó en algo. Él podía ser tanto héroe como villano, podía elegir uno de los caminos con tanta facilidad; el perfecto ejemplo del bien y el mal. Estando en esa agua limpia y clara, podía moverse con libertad, ser Steve Rogers, el Capitán América. En el otro lado, los tentáculos de Hydra lo arrastraban hacia la pérdida de cordura y ser un asesino por diversión, ademas de proteger a Tony, como lo hace en el otro lado. Ese mundo oscuro, era él mismo controlado por Hydra, ellos crearon un monstruo de si mismo, que podría matar a su familia si se le ordenara. Solo por un momento, vaciló en cual estar de los dos. Las campanas seguían sonando, al parecer venían del agua de la luz, el otro lado no se oía nada. Steve sabía que esto no era la realidad, así que, solo por un momento, unos minutos, quería volver a ser él antes de ser atrapado de nuevo por esa masa. Empezó a nadar en retroceso, hacia el agua clara, se volteó y nadó más deprisa, ya no le quedaba aire y aun estando ahí se podría ahogar. Sus pies empiezan a tocar tierra submarina, sus manos también, estaba cerca. Al subir a la superficie, sale dando una gran bocanada de aire y tose algo de agua, bajando la cabeza y gatea algo lento a la orilla, para tumbarse ahí boca abajo, jadeando levemente y cansado. Se extrañó un poco al notar que estabs sobre un suave y tranquilo pasto, en vez de estar en tierra mojada como orilla y se incorporó como pudo apoyandose en sus antebrazos. Y si, estaba sobre un pasto negro, que sobre él levitaban luces del mismo color del agua y algunos hongos y flores también brillaban de ese color. Todo solo era negro, la verdad un morado muy oscuro y azul fosforescente. Se dio la vuelta y se sentó, mirando a lo que al parecer, fue un simple estanque en el que había estado todo ese tiempo bajo el agua. Seguía completamente mojado, su pelo goteaba y le desagradaba sentir el interior de sus botas mojado. Reparó en que llevaba su traje de Capitán América y no pudo evitar sonreír, lo extrañó, al fin sin estar ese traje de Capitán Hydra. Así es como debió ser todo este tiempo y se llevó una mano a la estrella de su pecho, toqueteándola levemente, sintiendo el frío y suave metal en sus dedos. Las campanas seguían sonando, muy lentamente junto con una melodía más, no tenía idea de donde venía todo eso, pero tampoco era como para importarle. Se volvió en redondo y se levantó, enderezando su espalda y relajando la cabeza hacia atrás, para poder ver un infinito cielo estrellado. Sonrió suavemente y volvió a ver al frente y empezó a caminar, hacia ninguna parte, solo quería explorar este extraño lugar.
Además de las campanas y esa rara melodía que las acompañaba, oía a lo lejos el agua de unas cascadas caer y al mirar abajo vio que habían varios ríos y cascadas. Ya después de tanto caminar, se detuvo y miró alrededor, aun muy desconcertado, sin entender que era ese lugar y en donde estaba. Era un lugar hermoso, no lo dudaba, pero había algo en él que lo pertubaba. Estar ahí solo, sin saber a donde ir y todo lo que ha caminado no habís encontrado a nadie.
De repente, oyó una voz muy baja y tenue, pero la oyó. Giró en redondo y miró alrededor para saber de donde venía. Ahí. La volvió a oír.

- Steve... - Creyó escuchar su nombre, así que fue hacia donde pensaba que provenía esa voz, le era increíblemente familiar. Cada vez que corría más, la voz se hacía más intensa, por ahí era. Corrió más rapido conforme oía mas la voz y cuando ya estaba muy cerca frenó en seco, lanzando un poco de tierra al aire. Se desconcertó mucho al seguir viendo a nadie, estaba completamente solo. Pero entonces....de donde venía esa voz? Miró alrededor otra vez y oyó perfectamente que venía de una flor. Observó la flor con detenimiento desde lejos y se acercó, confirmando que de ahí venía la voz, que repetía su nombre una y otra vez, como.....como echo. Se agachó frente la flor, era bastante grande, de pie le llegaba a las rodillas y emitía un suave y tenue brillo blanco y azul, ya que de esos colores era. El viento movía suavemente sus pétalos hacia la derecha, llevandose el nombre que pronunciaba hacia esa dirección. Se acercó más poniendo las manos en el suelo y movió la cabeza de lado para tener su oído bien cerca de la flor y la oyó decir otra vez:

Control {Hydra!Steve x Tony}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora