Dereka

CAPÍTULO 1 SCARLET MIST

-Queda usted arrestado por exposición impúdica en una vía pública, todo lo que diga puede ser usado en su contra.-

            Eran las diez de la mañana en Scarlet Mist, ciudad situada al noreste del estado de Oregón.  Siri Midels no veía la hora de salir del trabajo, acababa de arrestar a un sujeto que corría por la calle desnudo gritando que era invisible. 

            Scarlet Mist era conocida por la gran capa de neblina roja que se formaba en ocasiones a altas horas de la noche.  Era impresionante ver cuando sucedía, pero era imposible transitar cuando esto pasaba.  Había un sinfín de leyendas respecto a este fenómeno,  pero la más popular decía que era la sangre fantasmal de las víctimas del Ángel Caído.  Ángel Caído, en Scarlet Mist, fue una cárcel que acaparó a los criminales más peligrosos del mundo para los 1800 y 1900, cuando Oregón estaba bajo el dominio de España y luego pasó a ser parte de Estados Unidos.  Desde adentro, cuando estaba activa, se escuchaban gritos de dolor, angustia y muchas veces voces que no parecían humanas.   Comentaban que allí vivía el diablo alimentándose de las entrañas de los que eran recluidos.  Los revivía y luego los abría de nuevo para arrancarle las vísceras y saciarse de su dolor.  Nunca se veía movimiento fuera de la cárcel, era sumamente grande, hecha de ladrillos,  no tenía puerta principal y las ventanas eran pequeños círculos oscuros que no permitían ver dentro del edificio, siempre se preguntaban por  dónde entraban los presos.  Fue cerrada y abandonada en 1988 sin saber las razones, pero se dice que en algunas noches todavía se escuchan cosas extrañas desde dentro.  Sin duda, el edificio más impresionante y misterioso de Scarlet Mist.  Nadie se acerca al edificio debido a que se rumorea que el se acerca demasiado queda maldito para siempre.  Se puede ver desde lejos parte de su estructura rodeada de inmensos Abetos de Douglas, uno de los árboles más altos del mundo y abundantes en Oregón.  En la actualidad ya nada de las historias de terror del edificio tienen sentido, pero su fachada sigue siendo imponente y produce temor de tan solo mirarlo, por eso se ha ganado el respeto de los residentes de Scarlet Mist.

-Agente Midels ¿Cómo le fue con el nudista invisible?-

-¿Qué crees? No lo podía ver y tuve que usar mi vista de rayos x para poder detenerlo.-

-La gruñona haciendo chistes, esto sí que es nuevo.-

-Hoy salgo temprano, hay que celebrarlo de alguna forma.-

            Marco Fings era lo más cercano a un amigo de Siri, él a pesar de que ella tenía un carácter fuerte, podía llegar y entablar una conversación sin que Siri lo ignorase, salían de vez en cuando a jugar billar y a contar anécdotas de trabajo.  Siri Midels era conocida como la odiosa Midels.  Era una mujer de veinticuatro años de edad, alta, de tez marrón, con unos ojos grandes negros, pelo rizado, unos labios carnosos y de silueta ancha.  No le gustaba hablar con nadie y odiaba que la interrumpieran cuando estaba haciendo sus informes.  Marco sabía que detrás de ese carácter de mierda había una gran mujer, lo veía en sus ojos.   Siri le decía salamandra albina a Fings porque su color de piel era blanco, muy blanco y ésta lo asociaba con las salamandras albinas que una vez vio en un libro sobre anfibios, aunque era una salamandra con unos ojazos verdes, pelo castaño y un cuerpo fuerte, con todo en su sitio.

            Dieron las once de la mañana y Siri estaba ansiosa por salir del trabajo a comprarle un obsequio a su madre por su cumpleaños.   Su padre como siempre no podía compartir con ellas porque estaba trabajando en la Universidad de Oregon Sur, daba clases de genética, resolvía su ausencia con ramos de flores y tarjetas que llegaban con un mensajero.  Su hermano mayor, Augusto, andaba por Puerto Rico haciendo una investigación sobre las fallas tectónicas para su tesis doctoral en geología.  Siri odiaba estudiar, lo único que quería era trabajar y ganar dinero, una decepción para su padre, que quería, mínimo, un doctorado en alguna ciencia.  Esto no le importaba, siempre odió a su padre por nunca estar presente en su vida y por su inexplicable rechazo, sin embargo, su madre era la luz de sus ojos, cuando estaba con ella sentía paz, tranquilidad y podía ser la mujer amorosa que ocultaba a los demás.  Su carácter difícil no era por ser una mala persona, era porque no soportaba ser rechazada, sin duda, un trauma marcado por su padre.  Siri se dirigió a la joyería Lotus, sabía perfectamente lo que iba a comprar, era un hermoso collar de oro, sencillo, adornado con una hermosa libélula cual tenía incrustada una gema azul.  A su madre le encantaban las libélulas.

            Siri sale de la avenida Lensi, donde está el centro comercial más grande de Scarlet Mist y donde se encuentra la joyería Lotus, pasa Voltel, la urbanización más cara de la ciudad y luego de treinta y cinco minutos de trayectoria llega a Royal, Calle 16, donde se encuentra su residencia.  Es una urbanización con acceso privado, tranquila hasta el aburrimiento, pero con unas vistas hermosas, ya que su ubicación es cerca de Monte Hood.  Cuando Siri casi llega al frente de su residencia, nota que un hombre vestido de negro sale de ésta hablando por celular y metiéndose rápidamente al auto gris que estaba estacionado al frente.  Trató de acercarse para ver el número de tablilla, notó que ésta era de color negra y decía EC000 en color rojo.  Entró a su casa curiosa y fue hacia su madre.

-¿Quién era el de negro?-

-¿Quién?-

-Madre, había un hombre de atuendo negro saliendo de aquí.-

-Ay amor, estas cansada de involucrarte con todos esos delincuentes de la calle y ya estás viendo hombres de negro aquí, necesitas tomarte unas vacaciones.-

-Madre, no estoy loca, salió de aquí y se fue en un vehículo de tabilla EC000.-

-Ven, le di el día libre a Susy y te preparé pastelillos de carne como a ti te gustan.-

            Siri sabía lo que había visto y que su madre le negara la aparición de ese hombre le resultó desconcertante. No quiso seguir insistiendo.

-¡Espera! Te tengo una sorpresa madre, hoy es un día sumamente especial para ti y para mí.

        La madre haciéndose la ingenua.

-¿Si? ¿Por qué?-

-Porque en un día como hoy nació una mujer maravillosa, que siempre ha estado para mí y que no sabría qué hacer si un día me faltase.-

-¿Quién es esa? Mira que me pongo celosa.-

-Eres tú, la madre más peluda y hermosa que tengo, no te quise levantar de madrugada, así que te felicito ahora ¡Feliz Cumpleaños madre!

        Sacó el obsequio y se lo dio a su madre, ésta quedó enamorada cuando vio el colgante, sin duda, su hija sabía cuáles eran sus gustos.  Siri la miraba entusiasmada, su madre era una mujer hermosa, de tez blanca, con unos ojos grandes de color negros, de pelo rizado que hacia juego con sus ojos, con un rostro delicado y bien cuidado para sus recién cumplidos cincuenta y cinco.  Versiris Midels junto a su hija Siri Midels posaban frente al espejo mientras observaban juntas como lucia el hermoso collar puesto.  Versiris era una mujer de letras, fue profesora de Literatura en La Universidad Oregón Sur, donde conoció al padre de Siri.  Le encantaba leer historias de detectives y su favorita era la serie de Sherlock Holmes escrita por Conan Doyle. 

        Sus ojos estaban llorosos mientras abrazaba su hija y le decía que la amaba.

-Te amo, mi Sirika, eres especial, no soy la madre perfecta pero eres la mitad de mi ser.- Sirika era el nombre que su madre solía decirle de cariño.

-Ya dejémonos de cursilerías que vomito-

-Está bien rata apestosa de alcantarilla-

-Oye, no exageres señora de porquería.-

        Las dos reían y caminaban hacia la cocina, pasándole por el lado al ramo de rosas gigante con la tarjeta de su padre disculpándose por no estar en el cumpleaños de su esposa.

-Llamó tu hermano, dice que Puerto Rico es hermoso, pero que hace un calor insoportable. Mandó fotos, después de comer te las enseño.-

-Augusto y su mundo, el orgullo de padre-

-No empieces Siri, tu padre te quiere, a su forma, pero te quiere.-

-No te cansas de defender lo indefendible. Mejor no hablemos de eso porque saldremos discutiendo de nuevo.  Arghhh...estos pastelillos están asquerosos.

-Gracias Sirika, sabía que te encantarían.-

        Realmente Siri disfrutaba de los pastelillos de carne, tenía una forma peculiar de dar a entender que algo estaba realmente bueno.

Nota: Scarlet Mist es un lugar ficticio, como también los nombre de las calles y urbanizaciones.  Oregón es un lugar real y algunos detalles de ese terrirorio que están incluidos en la historia también. Por ejemplo, los Abetos de Douglas son árboles que abundan en la zona y Monte Hood es un lugar real y famoso del noreste de Oregón.

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