Photograph [SasuSaku]

Capítulo extra 3 (Editado)

Hola, mis queridos lectores. He venido con un capítulo nuevo de esta hermosa historia. Espero que puedan ayudarme dándole like a mi página de Facebook EAUchiha-Fanfiction y a mi Facebook personal Anne Kristina Rodríguez (en mi perfil está el enlace directo a ambos perfiles) desde allí estaré pendiente de ustedes y publicaré sobre mis próximas actualizaciones.

Agradecimientos especiales a mi Beta: Hikari Takaishi Y

Espero que la lectura sea de su total agrado.
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Capítulo extra 3.

Sarada fue a buscar a su primo a su casa, pues le había prometido que saldrían juntos aprovechando que estaban de vacaciones en verano. Además que extrañaba a su familia y se sentía sola.

—Veo que alguien está enojado— dijo burlona al verlo subir al vehículo.

—Cállate, no entiendes— un Ichirou de quince años miró ofuscado a la pelinegra.

—Yo también soy una adolescente y tuve una etapa difícil— trató de comprenderlo.

—Ellos no me comprenden— gruñó.

—Yo decía lo mismo— rio por lo bajo.

—Todo el mundo duda de mi inteligencia— rugió enojado —Tú siempre fuiste muy madura, dudo que puedas entenderlo...

—Sé lo que hablas— apretó el volante con fuerza.

—¡Que si iré!— gritó furiosa una Sarada de quince años.

—¡Y yo digo que no!— decretó Sakura a gritos.

—¿Por qué no, mamá?— cuestionó.

—Porque yo lo digo— respondió con firmeza —No me convence eso de ir a una fiesta en una piscina de noche, esos lugares no son buenos para las chicas. Podrían drogarlas y emborracharlas para aprovecharse de ustedes.

—Tú no lo entiendes— replicó —Tengo que ir, todos los de mi escuela irán.

—¿Y si todos los de tu escuela se tiran de un puente, tú también lo harás?— arqueó una ceja, sin perder su postura autoritaria.

Sakura agradecería enormemente que Sasuke aún no hubiera llegado del trabajo y los gemelos estén visitando a sus abuelos. Desde hace rato ha estado teniendo una acalorada discusión con su hija adolescente. Ella está en una etapa difícil y constantemente difieren sus opiniones.

—Por favor, las chicas también irán— usó a sus amigas como último recurso.

—Dudo que Kurenai-san y Karui-san las dejen ir a ese lugar— sabía que la pelinegra mentía.

Sarada frunció el ceño, su madre tenía el instinto muy desarrollado y sabía cuándo ella mentía. Obviamente tampoco las dejaron ir, pero ellas se escaparían.

—Papá me dejaría ir— añadió con veneno en sus palabras.

—Yo no soy tu padre— bufó.

Aunque estaba segura que su esposo también diría que no.

—No, no lo eres— siseó con desprecio —¡Hubiera preferido que solo estuviéramos él y yo!— gritó perdiendo los estribos, sin percatarse de lo mucho que le dolieron esas palabras a su madre.

—Solo lo dices porque estás enojada— su voz tembló, sus ojos la miraron con dolor.

—No, solo quiero que te largues. Arruinas mi vida— exigió bruscamente.