Había una vez; un enorme palacio en el cual vivía un rey gruñón, el antes era feliz pero todo cambio cuando murieron sus dos amores; su esposa e hija pequeña. Para el ya nada era igual, se volvió odioso,malo y gruñón.
No entendía porque la vida lo había castigado si el era bueno aunque ya no, un día decidió dar una vuelta por su pueblo pero sin mostrarse como el rey, quería ver cómo era todo ya que hace mucho no salía; se siente mal por ser como es pero esque sólo que no le nace ser bueno, ya no tiene motivo por lo culés serlo.
Al llegar a su pueblo observó que todo seguía siendo como lo recordaba todo era hermoso, personas ganándose su pan de cada día humildemente... Siguió caminando hasta que en una panadería oyó que un hombre le gritaba algo a alguien
-Eres una niña mala, eres malo robar entiende eso
Él se dirigió ahí y vió a una pequeña de más o menos 4 añitos y dijo
-Disculpad que os habéis robado esta lindura de acá
-Señora, ella a entrado y nos a robado pan y donas
-No pasa nada yo mismo os pagaré todo lo que ella desee
-Pero señor ella merece un castigo por...
-He dicho que no yo os pagaré lo que ella tomó y lo que yo digo se cumple
-Y usted quién se cree para decir eso
-Soy tu rey - al decir esto le mostró bien su rostro y el señor de la panadería palideció al verlo
-Disculpe mi rey, y claro puede llevarse a la niña
Y así él lo hizo; se la llevó
-¿Cómo te llamas princesa? -preguntó mientras caminaban por las calles de su pueblo
-Soy Penélope -dijo ella nerviosa
-¿Y tus padres dónde están?
-Ellos están en el cielo, señor
Él no podía creer como una niña tan pequeña deambulara sola por las calles, e hizo lo que creyó correcto, la llevó con el al palacio. Al pasar los días nadie apareció como familiares de la niña y decidió adoptarla y criarla como hija, algo dentro de él le decía que debía hacerlo y por eso lo hizo.
Conforme pasaban los meses más le agradaba su hija era muy alegre y le sacaba una que otra sonrisa, fue ella quien logro hacer sonreír al rey cuando ya todos habían perdido la esperanza que todo volviera a ser como antes. Cada vez que el veía a la niña era feliz, y fue así como una pequeña princesa cambio la vida de aquel rey gruñón volviéndose alegre
Pasaban los años y cada vez que el rey veían a su pequeña una hermosa sonrisa se plasmaba en su rostro esa niña fue la causa de muchas sonrisas,fue ella quien cambio para bien al rey y el rey vivió feliz por siempre al lado de su pequeña Penélope.
Fin.
Frase: Los niños son seres inocentes capaces de cambiarlo todo.
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Cuentos
De TodoAquí encontrarás cuentos algo infantiles, tanto largos como cortos; lo cuales te llevarán a un mundo lleno de colores y fantasías. Unos tendrán finales felices y otros no,todo en un mundo lleno de magia. te invito a leerlos