¡Qué vergüenza!

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ZOE

Después de volver a subir al autobús, cojo los casco y me pongo a escuchar música. Aún quedan dos horas de viaje hasta llegar. La verdad es que estoy un poco nerviosa, hace siete años que no veo la playa.

Queda una hora. Ya estoy saturada de tanta carretera. Decido quitarme los cascos y cerrar un segundo los ojos.

-Preciosa, ya hemos llegado- me despierta una voz.
Abro los ojos lentamente y veo al chico que estaba a mi lado acompañado de dos más que se están riendo.
Acerco el móvil para ver la hora. Las siete menos diez.
-Joder, joder, llego tarde- digo, y me levanto rápido del asiento sonrojada. Volando por el autobús a por mis maletas.
-¡Adiós y gracias!- les grito y echo a correr.
Cuando ya estoy fatigada me paro en seco a pensar un segundo. Que cojones hago corriendo si ni si quiera se dónde esta el hotel. Miro la hora. Quedaban cinco minutos para las siete. A tomar por culo.
Una señora pasaba por ahí. Tenía pinta de ser amable así que la pregunte la calle. Al final conseguí llegar al hotel diez minutos tarde.

-Perdone, tenía una entrevista con Frank Low, el dueñ...- dije pero me interrumpió la mujer de recepción.
Estoy harta de que me interrumpan cada vez que hablo joder.
-Sí, sientate ahí y ahora te llamo- me dijo la chica señalando unos sillones.
-Genial...- la dije.
Después de media hora, se decide a hablarme.
-Perdona guapa, ya puedes subir. Es la última planta en la sala de dirección- me dijo.

Miré el reloj. Las ocho. No me olía nada bien. Se supone que tenía la entrevista a las siete... Llegué a la puerta de la dirección y llamé.
-Sí pasa- me respondió una voz masculina.
-Hola... Me llamo Zoe Jonhson, estuvimos hablando por teléfono...- le digo tímidamente.
-Sí, claro, hola Zoe. Pasa siéntate- me dice.
Frank Low era mayor. Tendría al menos cuarenta y tantos. Tenía el pelo canoso. Su expresión era seria.
-Bueno... ¿Has venido desde Madrid hasta aquí? - me dijo mirando mis maletas.
-Oh... sí... - respondí.
-¿Te vas a quedar a vivir en Valencia?-.
-Bueno, esa es la idea si consigo el trabajo...-
-¿Tienes experiencia en bares?- comenzó a preguntarme.
-No... pero estoy dispuesta aprender, yo soy muy trabajadora- afirmé.
Su rostro se ponía cada vez más serio. Genial, la estaba cagando. Más me vale encontrar una opción B.
-Bueno... creo que una oportunidad si podemos darte. Estarás en periodo de prueba- me dijo.
-Sí, genial, eso me basta para demostrarle que puedo ser buena aquí-.
-Tu trabajo consistirá en atender en la barra del bar de la piscina. Lo único que tendrás que hacer es servir bebidas. A veces se te cambiará al bar de la playa, que también pertenece al hotel. Debes ser respetuosa con los clientes y educada. Tienes que pedir carnet de identidad para servir alcohol y ... - continuaba.
Y bla bla bla. Sí es un bar tampoco creo que sea tan difícil.
-Entendido señor Low- le dije.
-Una cosa más... te hospedarás en una habitación de aquí. La tercera planta es para trabajadores. Esta es tu llave. Si consigues el trabajo, vivirás ahí. A veces te tocará turno de noche así que no tendrás problema para volver y dormir- añade.
-Genial- respondo.
-Otra cosa más... Tienes que esperar a que mi hijo vuelva. Es dueño de una parte del hotel y debe conocer a todos los empleados. No debería tardar mucho más...- dice.
-Vale-.

Diez minutos después entran tres personas más. Por su risa diría que son hombres. Me giro para ver sus caras y...
-No me jodas- dice uno de ellos.
-¿Tú que cojones haces aquí?- pregunta otro.

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⏰ Última actualización: Jul 08, 2018 ⏰

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