A pesar del tiempo que llevaban hablando, tanto por mensaje como en persona, Luka aún no podía sentirse del todo tranquilo ante la presencia de ella.
Desde que la conoció, y aún antes de eso, él no podía evitar pensar en ella al tocar su guitarra. Todas y cada una de las melodías que entonaba eran para ella, algo así como si fuera una liberadora e íntima forma de expresar aquellas infinitas sensaciones que ésa chica le generaba sin decirle a nadie. Aunque la única que sabía acerca de eso era su, hasta ahora mayor confidente y consejera, hermana menor Juleka, quien lo había apoyado y entendido cuando creyó que era momento de expresar en palabras lo que en su interior se manifestaba. Sin embargo, si debía hablar sobre ello frente a ella, dudaba grandemente que pudiera generar palabras sin olvidar todo o equivocarse más de cien veces.
Cerró sus ojos, su rostro apareció sin siquiera planteárselo, pues la vería ese mismo día, y eso lo ponía jodidamente feliz. Y más al pensar en que ella misma le había pedido verse cuanto antes.
¿Podría ser, quizá, que ella estaba sintiendo lo mismo que él?
La cuestión y la posibilidad abrazaron su corazón, llevándolo hacia la agitación y el esperanzador sueño de verse a su lado. Poder abrazarla cuando quisiera. Poder reír juntos. Tener la oportunidad de visitarla cuando las ganas de verla lo invadieran sin necesidad de una excusa tonta... ¿Cuándo se había vuelto tan cursi?
Sonrió divertido, la verdad no le molestaba en lo absoluto. Sentirse de ésa forma era increíble. Era una dulce inspiración que ejercía en sus manos el movimiento exacto para volcar cientos de emociones y sensaciones en una sola melodía sin necesidad de pensarlo.
Estaba enamorado.
No lo iba a negar.
Marinette lo había enamorado.
Y él no había puesto ninguna clase de resistencia.
...
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Bajo la misma Luna (Marichat) [TERMINADA]
FanficAquella noche, Marinette, quien era mi amiga, mi compañera y la más amable de todas las criaturas, debajo de aquella luna llena, sin darse cuenta, salvó del oscuro y tenebroso abismo, el alma solitaria de un desesperado gato callejero, que temía pas...