XVI

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Las clases de teatro habían comenzado relativamente temprano el día de hoy, teniendo en cuenta que el único alumno que se encontraba en el salón era Do Kyungsoo.

¿Por qué estaba allí a estas horas y no en la clase de inglés como debería?

Cierto, había acabado de vivir su pesadilla con Jongin y su profesor de idioma estaba muy relacionado con la causa de ello.

Escogió adelantarse una hora y media para su estadía en el salón teatral de la universidad. Nunca se le dio muy bien lo de sacarse lágrimas falsas para una actuación a pesar de que siempre lo lograba con éxito, puesto que era bastante diligente con respecto a sus obligaciones. Sin embargo, el profesor Wang de artes escénicas, lo había felicitado con marcada efusividad en reiteradas ocasiones durante los cuarenta y cinco minutos de práctica que llevaban.

Kyungsoo argumentó al profesor que como no tenía clase en ese instante, había tomado la decisión de ir a realizar un poco de práctica emocional, ya que seguía teniendo inseguridades al respecto, y aunque el maestro no se tragó la mentira obviamente, consideró que su actuación para contarlas merecía que se hiciera el de la vista gorda. Pero además, el chico se veía como si le hubiese pasado un camión por encima y sus ojos siempre brillantes parecían más oscuros por lo opaco que se veían. A leguas se notaba que estuvo llorando posiblemente durante largo tiempo y a moco tendido. Pero el profesor Wang no preguntaría, aún cuando la curiosidad se lo comía por dentro. No debía presionar a su alumno que estaba claramente afectado por algo, y que seguramente había ido por mantener su mente ocupada en otra cosa que no fuese su problema, sea cual fuere.

—Creo que deberíamos parar un rato.—comentó el profesor.

—No es necesario señor, puedo continuar. Si quiere tome usted un descanso.—contestó rápidamente.

—Sí es necesario Kyungsoo, y no se discute más al respecto.— agregó después —Y ya basta de decirme señor o de tratarme de usted. Tengo veintinueve, por Dios.

Wang Jackson era el nombre completo de su maestro y este había comenzado a ejercer el puesto apenas se graduó hace cinco años. Su corta edad no impedía que fuese uno de los profesores más destacados y además suponía una ventaja porque compartía puntos de vista e ideales con sus alumnos, al tener muy poca diferencia de edades ellos.

Sin embargo, también eso podía ser su perdición.

Desde que llegó aquel chico bajito de pelo muy negro y ojos grandes llamativos, supo que comenzaría a tener problemas evitando mezclar su vida íntima y su vida laboral. Un profesor gay no importaba mucho en una sociedad que se abría paso en la aceptación de la diferencia, pero había un límite bien marcado que implicaba cómo debía ser su relación con los estudiantes.

Se le hacía difícil mantenerse alejado de su problema cuando estaba rodeado por el resto de los alumnos, pero tenerlo tan cerca cuando están ambos solos, y el otro parece tan frágil ante él, no era tarea sencilla de cumplir, incluso si sabe que está pisando terreno que no debería, mientras se acerca hasta su discípulo.

Kyungsoo le mira extrañado por la creciente cercanía entre su profesor y él, confundido porque no tiene idea de lo que está pasando cuando el mayor le toma con una mano por la nuca para acercarlo más, obligándolo a que acomode la cabeza sobre su propio hombro, y con la mano libre rodea su cuerpo en un abrazo apretado y firme.

Extrañamente es tan confortable para el chico que ignora la vocecilla de su cabeza y no opone resistencia ni se aleja.

—Llora si quieres, aunque estoy seguro de que eso es lo que deseas hacer desde que te vi aparecer por esa puerta.— suspiró al no escuchar respuesta del pequeño niño que se había convertido el pelinegro en sus brazos.—¿Sucedió algo con tus amigos? ¿Con Jongin?

Slowly, just for you [KaiSoo](Temp. 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora