CAPITULO 11 ANASTASIA

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Entro al departamento más que contenta, siento todavía sus labios en los míos, nunca me imaginé que llegara a besarme en la boca, sin embargo sin quitarme esa alegría, pienso que solo le gusto, jamás un hombre tan rico se fijaría en una joven como yo como para ser su novia, probablemente quiera pasar el rato como lo hará con muchas mujeres, no me siento mal, al contrario, que se haya fijado en mi es algo muy honroso, además ya pronto me voy a Montesano, será muy emocionante salir con él en estos días que no voy a la escuela,  a excepción del siguiente fin de semana, ya que tengo que irme desde el viernes a Montesano, ocuparé mi tiempo con mis padres, mi madre en especial me comprará mi vestido de graduación, ya que después de ese fin de semana el siguiente miércoles será la fiesta de graduación.

El domingo me levanto a las diez de la mañana, todavía siento la loción del señor Grey, bueno, él dice que le diga Christian y así lo haré, cuando pase por su café, escogeré las citas especiales para él, me preparo unos hot jaques con miel de maple y mi café capuchino, después hago el aseo de mi recamara sin hacer mucho ruido, mis compañeras todavía están dormidas, me imagino que llegaron en la madrugada, termino de asear mi cuarto y pongo la lavadora para aprovechar el sol de este medio día, porque después se ve que va a llover, no tengo mucha ropa sucia gracias al uniforme de la cafetería.

En dos horas ya está seca mi ropa y empiezo a planchar, dejo todo en orden y mis compañeras empiezan a salir de sus recámaras, me empiezan interrogar que pasó con el señor Grey, no les digo que me besó, pero les comunico que su hermana es una chica muy simpática y quedamos en salir la próxima semana, les di entender que él no se preocupaba por mí, simplemente que hicimos amistad su hermana y yo, como todo un caballero me trajo a casa y nada más. Se pusieron hacer su aseo de sus cuartos, mientras yo veía la televisión en la sala, de momento sonó el teléfono a eso de las cuatro de la tarde. Preguntan por mí y era Mía la hermana de Christian, ella me invita a comer a casa de sus padres, no me diò tiempo de decirle que sí, ya que me dijo que pasaba por mí en diez minutos.

Les platico a mis compañeras que saldré con la hermana del señor Grey, ellas me dicen que le pida el número telefónico de Christian, les digo que eso no va a suceder, exactamente tocan el timbre en diez minutos y Kate abre la puerta, le indica a Mía que pase y empiezan a platicar, salgo con mi pequeño bolso, me acerco y la saludo de beso en la mejilla, se despide de Kate y salimos del edificio, en la acera se encuentra su auto un BMW blanco, me abre la puerta para subirme, ella rodea su auto y sube al volante. Me pregunta que iba hacer y le digo que ver la televisión, la serie de Ben and Kate, ella dice que le encanta la protagonista.

En cuanto llegamos a una casona hermosa, me dirige hacia la puerta de entrada, me sorprende que abre una señora muy bella y Mía me la presenta como su madre, después sale un señor muy atractivo canoso, es el padre de Mía, pasamos a la estancia y me reciben muy contentos, no sé a qué hora vamos a comer pero yo tengo hambre, pido un vaso con agua y de inmediato me lo sirven, los señores me interrogan que carrera estoy estudiando, les empiezo a contar que me recibo en Licenciada en Filosofía y Letras, a pesar de ser una familia con muchos lujos me siento muy a gusto, en realidad me gustaría que estuviera Christian, me da pena preguntar por él y de momento tocan la puerta, una señorita güerita abre y en eso entra Christian, trae puestos unos vaqueros y una playera sport, zapato cómodo, se ve igual de guapo que con traje.

Creo que no disimulamos que nos gustamos, porque desde que entró nos quedamos mirando, quitamos la mirada cuando saluda a sus padres y su hermana, ¿Qué no vive aquí? En esos momentos se acerca y me vuelve a besar en mis labios, no sé cómo actuar, solo me queda decir buenas tardes Christian, me siento y él se pone a mi lado, me pongo colorada por esa acción y la señorita de hace un rato, avisa que ya está la comida, por lo tanto la señora Grey pide que pasemos al comedor, Christian me toma del codo y me guía hasta donde ya están los platos en la mesa, Christian saca la silla para sentarme y se coloca a mi lado nuevamente. Pido la palabra para dar gracias por los alimentos, el señor Grey me indica que lo haga: Señor bendice esta linda familia que me ha concedido invitarme a compartir estos sagrados alimentos, amén. No pienso alargarme, en verdad tengo hambre.

BUENOS DÍASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora