Amor confuso

No puedo creerlo

Narra _____

Me despierto con un fuerte dolor de cabeza y lo único que veo es el techo, me doy vuelta y veo a un chico pero ¡¿quien coño es este tío?! Subo la sábana para ver si estoy vestida y efectivamente, lo estaba;Tenía mi pijama normal de todas las noches.

El chico se da vuelta y ¡por mi bella y hermosa madre! ¿Este era el Rubius? ¿Pero qué cojones hacia en mi cama? No lo puedo creer, que bello dios.

El abrió sus bellos y hermosos ojos verdes y mostró su bella sonrisa.

-buenos días preciosa- dice con una voz algo ronca.

-buenos días- digo, sintiéndome como me comenzaba a sonrojar.

- como dormiste?

- digamos -dudo un poco- que bien.

- segura?

- es que no me acuerdo de nada- digo sin rodeos.

- claro, como te vas a acordar estando como estabas ayer muyaya.

- ¿cómo estaba? -pregunto con miedo.

- estabas, digamos que- suelta una carcajada- algo pasada de copas.

- en serio?

- si.

- y como fue que llegaste a mi cama?

- no lo se.

- como que no lo sabes tío?

- de veras, no me acuerdo de como es que llegue a tu cama.

- y como sabes que estaba pasada de copas?

- por que ayer, cuando te conocí en la reunión, te pusiste a tomar conmigo y con los chicos.

- ¿qué chicos?

- mangel, cheeto, alex...

- de veras? - pregunte emocionada cual niña pequeña.

- jaja si.

- interesante.

Pasaron unos minutos más de interrogación fuerte para Rubius y luego me levanté para ir al baño a ducharme y todas esas cosas de la mañana.

- no puedo creer que no lo haya probado- dice el en voz baja, casi como un susurro, pero yo tengo oídos de "águila"

- ¿qué has dicho?- pregunto algo confusa.

- Nada- dice el de golpe.

- seguro- digo frunciendo el ceño.

- jajaja vale- dice riendo- dije que no puedo creer que no lo haya probado.

- ¿qué cosa no probaste?

- algo- dice el evitando responder con una sonrisa en los labios.

- decidlo ya.

- Tu culo ¿vale?

- que? - dije haciendo una mueca por que no entendía lo que decía.

- que no puedo creer que no haya probado tu culo.

Vi hacia abajo y tenía una ropa interior algo atrevida, y se me veía mucho ya que el pijama mío era una camisa larga pero corta a la vez. No pude evitar sonrojarme y salí rápido de la habitación.