EL CÓDIGO SECRETO

CAPÍTULO 2

Salí corriendo, pero el hombre que le habló a papá les gritó a sus hombres que me siguieran. Corrí por el pasillo, genial, estaba desierto, que acaso siempre que sucede algo todo el mundo se va. Oía los pasos de ellos siguiéndome. Tenía que perderlos, así que entré al cuarto de cambio de los doctores. Me puse una bata, un cubre bocas, un gorro y salí hacía el estacionamiento. En el pasillo un doctor interceptó a los hombres que me seguían, por lo que aproveché y salí de allí.

Me subí a mi auto, me quité la ropa de doctor y conduje lo más rápido que pude a casa. Por suerte la señora Tyler aún no había llegado, tomé unas maletas, abrí mi clóset y comencé a meter todo. Guardé en una más pequeña mis gadgets y cerré mis maletas. Bajé las escaleras, la señora Tyler estaba llegando.

-Sra. Tyler, código rojo, hora de irnos.

Tomó sus cosas y salió tras de mí. Me ofrecí a llevarla a su casa, era lo menos que podía hacer por ella. Al dejarla me preguntó qué haría. Sólo respondí una cosa, ir a New York.

Viajé de New Jersey a New York lo más rápido que pude, llegué en dos horas, la torre Stark estaba en el centro de la ciudad. Aparqué mi carro enfrente. Entré al recibidor, una voz me recibió.

XX: Identifíquese.

- ¿Qué demonios? Déjame pasar. –le dije- Necesito ver a Anthony Edward Stark. –Le dije-

XX: Para que el ascensor funcione, necesita reportarse. –Me dijo la voz robótica-

-Mi nombre es Melanie Marie Stark. –le dije-

-Un momento señorita Melanie. Le diré al señor Stark. –me dijo-

Esperé. A los cinco minutos bajó él. Llevaba lentes e iba un tanto informal, parecía haber estado trabajando. Me sorprendió que él hubiera bajado, esperaba a alguien de seguridad por lo menos.

-Soy ... -me interrumpió-

-Sé quién eres niña, no hago obras de caridad, no doy donaciones, no hago entrevistas, ni apoyo a los BOY SCOUTS. –me dijo-

-No me interesa tu dinero, soy Melanie Stark, siendo una Stark para que querría tu dinero. –le dije-

- ¿Qué dijiste? –me miraba incrédulo-

-Mi papá era Arno Stark, su padre era Howard Stark y su madre María y... -me volvió a interrumpir-

Que jamás me iba a dejar terminar de hablar.

-Mira niña, no sé quién te haya enviado, pero mis padres no tuvieron más hijos, murieron... -ahora yo fui quien lo interrumpió-

-En un accidente de auto, lo sé. Iban camino al hospital, habían salido de tu casa. –le dije-

-me miró más que sorprendido- ¿Cómo sabes eso niña?

- ¿Te suena familiar el código Stark? –le dije-

Soltó una carcajada.

-No existe tal cosa, te lo estás inventando para que te crea. –me dijo-

Saqué el chip del bolsillo de mis jeans, se lo mostré.

- ¿Sigues pensando que es un invento mío, Stark? –le dije-

-Entra niña.

*****

Como lo prometí, capítulo 2 para hoy, no será a diario aclaro, aún estoy pasando la historia a Word, como lo dije. Ojalá les guste, recuerden votar y comentar. 

PD. Les recomiendo la canción de Charlie Puth, The Way I am, la amé. Ja, ja.