Caitlyn, una investigadora habilidosa y resuelta, es uno de los sheriffs de Piltover, la Ciudad del Progreso. Es una mujer tremendamente inteligente con un fuerte sentido de la justicia y una dedicación firme a la ley. Con un rifle hextech como arma, Caitlyn es una cazadora paciente y la perdición de los delincuentes de toda la ciudad.
Caitlyn proviene de una familia rica e influyente de artificieros hextech de Piltover, por lo que aprendió con rapidez las normas sociales de la vida en la ciudad. No obstante, prefería pasar el tiempo en las tierras del sur. Así, tenía igual capacidad para relacionarse con los ciudadanos adinerados de la Ciudad del Progreso que para rastrear a un ciervo por el fango en el bosque, y es que pasó la mayor parte de su juventud más allá de las puertas de Piltover. Podía rastrear a un pájaro en vuelo o meterle una bala a una liebre en el ojo a unos trescientos metros con el mosquete de repetición de Aguas Estancadas de su padre.
Sin embargo, las mejores características de Caitlyn eran su inteligencia y su predisposición para aprender de sus padres, que reforzaron su comprensión inherente del bien y del mal. Aunque las habilidades de ingeniería de su familia los habían hecho ricos, su madre siempre le advirtió sobre las seducciones de Piltover, de cómo sus maravillosas promesas endurecen hasta el corazón más amable. Caitlyn prestó poca atención a las advertencias de su madre, pues Piltover le parecía una ciudad hermosa, un lugar donde reinaba el orden y al que apreciaba tras cada aventura en tierras salvajes.
Todo eso cambiaría cinco años después, en un Día del Progreso.
Caitlyn volvió de una de sus largas incursiones en el bosque y se encontró su casa desvalijada y vacía. Los criados de la familia estaban todos muertos y no había ni rastro de sus padres. Caitlyn aseguró su casa y comenzó inmediatamente la búsqueda de sus padres.
Rastrear a una presa que no quiere ser encontrada dentro de los confines de una ciudad era muy diferente de cazar en la naturaleza, pero Caitlyn localizó, uno por uno, a los hombres que habían invadido su hogar. Ninguno de estos hombres sabía la auténtica identidad de quién los había contratado, solo que habían actuado a través de un representante con la inicial "C". Finalmente, el rastro llevó a Caitlyn a un laboratorio hextech secreto donde estaban obligando a sus padres a trabajar para un clan rival bajo pena de muerte. Caitlyn los rescató y los guardas, basándose en la información de Caitlyn, arrestaron al líder del clan que estaba detrás del secuestro. Ella y sus padres regresaron a casa y empezaron a reconstruir sus vidas, pero algo fundamental había cambiado en Caitlyn.
Había comprendido que Piltover podía ser un lugar peligroso, donde la ambición y la codicia eran tan letales como una bestia acorralada. Durante el transcurso de su investigación, Caitlyn había descubierto lo que había debajo de la fachada de ciencia y progreso de Piltover. Había descubierto a gente que necesitaba ayuda, una multitud de almas perdidas y solas. Y había descubierto que ella podía ayudarlos. Aunque quería a sus padres, Caitlyn no tenía intención alguna de seguir sus pasos como artesana, y se buscó una forma de ganarse la vida en aquella metrópolis que crecía sin parar. Se estableció como una especie de investigadora; utilizaba sus excepcionales habilidades de cazadora para localizar a desaparecidos y recuperar pertenencias robadas.
Cuando alcanzó la mayoría de edad, los padres de Caitlyn le regalaron un rifle hextech de una artesanía exquisita. El arma era una belleza, con proyectiles especializados que permitían disparar con mayor precisión que cualquier otro rifle que había tenido. El arma también se podía modificar para albergar una gran variedad de tipos de munición y acompañó a Caitlyn en todos sus casos.
Caitlyn se conocía igual de bien los escondrijos de Piltover como los caminos del bosque de su infancia, y generaba unos buenos ingresos en una profesión que la puso en contacto con los muchos y diversos estratos de la sociedad. El trabajo expuso a Caitlyn a una gran cantidad de encuentros inesperados que le enseñaron, de primera mano, los peligros de la tecnología hextech sin probar y el desarrollo corrupto de la tecnoquímica. Durante los años siguientes, se volvió conocida rápidamente por ser una persona a la que pedir ayuda tanto en asuntos mundanos como esotéricos.
Un caso especialmente traumático relacionado con la desaparición de un dispositivo hextech y una serie de secuestros de niños llevó a Caitlyn a trabajar de cerca con un agente de los Guardianes de Piltover, que, al igual que ella, había desarrollado cierta predilección por los casos más extraños. Caitlyn se negó a rendirse, incluso cuando el rastro se volvía más difuso cada día que pasaba. Lo persiguió como un perro persigue un hueso y, al final, consiguió resolverlo. Caitlyn y el guardián rescataron a los niños tras una batalla con una hueste de delincuentes quiméricos, que trabajaban a su vez para un investigador químico que se había vuelto loco debido a sus propios brebajes. Mientras ella y el guardián se tomaban una copa para celebrarlo, él le ofreció trabajar como sheriff. Al principio, Caitlyn se negó, pero al final se dio cuenta de que, con todos los recursos que podían ofrecer los guardianes, podría acercarse a descubrir la identidad del misterioso "C", la única persona involucrada en el ataque a su hogar familiar que aún le quedaba por atrapar.
Ahora Caitlyn trabaja como una agente sumamente respetada entre los Guardianes de Piltover para mantener el orden en la Ciudad del Progreso, sobre todo en las zonas donde los artesanos hextech más entusiastas cruzan la línea de lo aceptable en Piltover. Hace poco se ha asociado con una nueva recluta de Zaun, la intrépida y temeraria Vi. El origen de la creación de un dúo tan insólito, así como su demostrada eficacia, es causa de rumores descabellados y especulaciones entre sus compañeros guardianes y entre aquellos a los que mandan a la cárcel.
