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Aún curioso, el infante JiMin buscaba por las orillas del mar la tan ansiada guarida rocosa, debía apresurarse ya que su padre no tardaría mucho en despertar y comenzar a buscarlo.
Sus cabellos negros bailaban con la brisa que les proporcionaba el estar cerca del mar lo cual indicaba que debía estar no muy lejos de las rocas que recuerda su madre en algún momento le indicó.
La caminata siguió, al divisar gigantescas rocas se subió en ellas sin pensar, intentaba subir lo más alto posible pero es que era muy resbaloso para sus piecitos de niño lo que hizo qué, en un mal movimiento, se cayese haciendo raspones en ambas rodillas al llevar un pantalón de tela corto.
Sentado en la arena, las lágrimas no tardaron en aparecer al igual que los sollozos, la poca sangre que salía de sus heridas le hicieron soltar aún más lágrimas. Cuando se lastimaba usualmente una de sus nanas le ponía vendas y luego le preparaba galletas pero en estos momentos se encontraba sólo, ó eso creía.
JiMin pudo escuchar pasos y como un trozo de tela era roto mientras que cubría su carita, no quiso ver, tal vez era su imaginación. No, no podía ser eso y lo supo cuando sintió una manita sobre las suyas retirándolas de su rostro.
-No llores niño -Resultó ser un pequeño pelinegro al igual que él, de ojos hermosamente profundos y de piel la cual se veía tan blanca y suave qué sin darse cuenta esas lindas manos pertenecientes al desconocido acariciaban dulcemente su rostro con la única intención de limpiar sus amargas lágrimas- Voy a curarte ¿sí?
JiMin asintió suavemente, no le temía a ese infante desconocido más bien se sentía agradecido por el gesto que hacia a su persona. El pelinegro de rodillas lastimadas observó como un trozo de tela limpiaba sus heridas con sumo cuidado, al observar bien se fijó en qué la tela provenía de la camisa de su contrario ya que le faltaba un pedazo a la prenda que poseía.
-Yo.....lamento darte molestias -Susurró mientras qué, con algo de pena, sorbía su nariz.
-No es ninguna molestia -Tomó con cuidado la tierna mano de JiMin al terminar de limpiar la herida. Fue extraña la manera en que ambos sintieron a su corazón palpitar con fuerza con ese simple e inocente contacto.
-S-soy Park JiMin -Fueron palabras que salieron casi en un susurro debido al nerviosismo provocado por su joven corazón.
- Jeon Jungkook, para servirte -Un cortés beso por parte de Jeon fue depositado en el dorso de la manita de Park, este último apartó lentamente su extremidad a la vez que la llevaba a su rostro para cubrir sus mejillas sonrojadas.
-Las formalidades c-como esas n-no son necesarias -Pasó uno de sus regordetes deditos por la arena creando formas sin sentido-. Aún somos niños para eso y encima no soy una dama para qué beses mi mano de esa manera -El último comentario de JiMin sonó más como un reclamo hacía a Jungkook.
-No es necesario que seas una princesa para tratarte de la manera más dulce -Al pequeño Jungkook realmente no le importaba la educación, aunque curiosamente con la presencia de JiMin le era inevitable
Las mejillas del pelinegro aumentaron a un rojo más fuerte.
Por su mente cruzó una sola pregunta ¿Quién se creía ese niño para hacerle un cumplido tan lindo?.Park se puso rápidamente de pie -Agradezco que me hayas ayudado pero ya es hora de irme -No esperó respuesta alguna cuando ya se encontraba caminando nuevamente sin rumbo. Era una lástima para él que Jungkook realmente se haya interesado lo suficiente en él como para seguirlo.
-No me sigas Jungkook -Las siguiente palabras que salieron de su boquita fueron sin pensar y sin la intención de dañar -Regresa a la pobre casa de donde hayas salido.
-Supongo qué no estas a mi alcance si no tengo dinero -Jeon permanecía ahora parado frente a JiMin.
-N-No quise decir eso, es que yo.... -Bajó levemente la mirada que era más un ceño fruncido -E-Esto es tu culpa.
-¿Por qué es mi culpa?
-¡Tus lindos tratos me hacen sentir extraño! -Palabras acompañadas de un ligero puchero.
Uno muy bonito para los ojos de Jeon.
-Eso es culpa tuya -JiMin pensaba protestar cuando a lo lejos escuchó los llamados de su padre.
-Appa....
-Niño bonito será mejor que regreses con él
-¡Pero tú.... -Un beso fue a parar en su nariz para ser interrumpido.
-Yo te volveré a ver, hablaremos pronto ya veras~
Y sin más el pelinegro tuvo que regresar a los brazos de su padre y aunque recibió un regaño no evitó sentir curiosidad por el niño Jungkook olvidándose por completo de su principal objetivo.
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Amor Nunca Olvidado [KookMin]
FanfictionDe niños se hicieron un juramento de amor eterno. Fueron separados sin su consentimiento pero prometieron un día su reencuentro. De adolescentes, uno de ellos cambió su camino, mientras el otro hasta derrumbados fueron sus deseos y suspiros. De adul...