Mi refugio

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Segundo Escape

JiMin jamás había estado en un barco abandonado, era por eso que su vista se paseaba por cada rincón de ese lugar a donde JungKook le llevó.

Anotó mentalmente todo lo que pudo, desde la pequeña entrada que era un hueco en la madera del barco la cual se mantenía cubierta con una manta blanca adherida a la parte de arriba por algunos clavos claramente puestos por el niño, hasta un rincón cubierto de arena y cenizas que seguramente era el sitio en donde JungKook provocaba fuego para su calor corporal durante las frías noches.

Kook se subió en una hamaca que colgaba no muy lejos de las cenizas que JiMin observaba. El mayor siguió recorriendo lo poco que pudo, habían muchos lugares bloqueados por grandes trozos de madera en donde apenas se podía pasar y a esto se le sumaba el hecho de que el lugar comenzaba a verse más oscuro a medida que Jimin avanzaba.

¿No te da miedo?

¿Qué cosa? —Respondió JungKook mientras se mecía suavemente.

Estar aquí, tú sólo —Rascó su brazo izquierdo.

Te acostumbras —No parecía importarle la pregunta, realmente no lo hacía, porque a JungKook jamás le importó el aspecto siempre y cuando fuese útil para si mismo—. De todas formas no es como si tuviera más opciones, éste es un refugio JiMin.

Supongo que tienes razón —El cielo cambió a colores como el naranja y rosado con toques de rojo, esa era su señal para volver—. Debo irme

¿Tan pronto? —Una leve sonrisa se asomó por sus labios

Quiero quedarme —Le miró con una sonrisa—. Pero tengo una idea mejor.

¿De que se trata?

—Tú solo sígueme

🚪🗝️

El señor Park se había quedado dormido así que cuando JiMin regresó tuvo que despertarlo con cuidado, el menor adoraba a su padre pero quería demostrarle que era capaz de tomar decisiones propias y asumir la responsabilidad de las mismas.

Padre e hijo regresaban a casa, ambos en un silencio ya normal. No siempre tenían algo de que hablar.

Al estar en casa, Daewoon se cambió rápidamente y se despidió de su pequeño dándole un suave beso en la frente prometiendo que regresaría para el desayuno. Minutos después el pelinegro fue llamado a la cocina para cenar.

Hoy le toca bañarse jóven JiMin —Le recordó su nana Lila mientras le servía un plato de comida.

Lo haré cuando termine la cena —Dicho ésto comenzó a comer entusiasmado, quería terminar pronto para subir a su alcoba y no era precisamente por el baño que se daría.

Cuide sus modales jovencito, la comida se debe masticar no tragar —Su nana Iseul era alguien más firme con la educación del menor.

JiMin rodó los ojos disimuladamente para continuar comiendo más lento, no quería que su padre recibiera quejas por la mañana.

Cuando el plato estuvo vacío JiMin se levantó agradeciendo por la cena y seguidamente subir las escaleras corriendo.

—¿Estás ahí? —Preguntó en susurros mientras se acercaba al balcón con una soga en manos, su padre solía dejar algunos materiales tirados por ahí que de vez en cuando le eran de utilidad a JiMin—. ¿JungKook?

—Aquí estoy, lanzame la soga de una vez.

El pelinegro amarró un extremo de la soga al barandal y tiró el resto a JungKook quien subió con cuidado siendo ayudado por Park para saltar dentro de la alcoba.

Listo Jeon —JiMin realmente estaba emocionado por tener al niño con él y claro que no lo ocultaba, su hermosa sonrisa lo decía todo.

—¿Seguro de que nadie me verá? —El menor no quería arriesgarse tanto pero Park insistió usando como argumento que le quería ayudar en forma de agradecimiento—. Ésto es algo riesgoso JiMin.

—Nadie puede entrar sin mi consentimiento, no hay que temer. —Caminó hasta la puerta poniéndole seguro a la misma—. Ahora vamos a la tina.

—¿Me esconderé ahí?.

—No, tonto —El pelinegro río mientras encendía algunas velas en el cuarto de baño—. Nos bañaremos y luego comerás antes de dormir.

JungKook no protestó, bañarse con JiMin no le parecía algo malo porque ambos eran varones, no había ningún problema.

💠

Ambos niños dentro de la tina con agua tibia acompañada de espuma cubriendo sus cuerpos, JungKook se encontraba dándole la espalda a JiMin mientras éste le tallaba el cuero cabelludo con masajes pacientes.

El sueño se estaba apoderando del menor, le estaban gustando mucho los tratos de JiMin para su cabecita, ya no se arrepentía de haber venido.

—No te duermas aún. —Dijo divertido recibiendo un perezoso asentimiento por parte de su menor.

JungKook inclinó su cabeza para atrás mientras JiMin le echaba agua quitando todo rastro de jabón para dejarlo limpio—. Salgamos antes de que el agua se ponga fría.

Secaron sus cuerpos, el pelinegro buscó entre sus ropas todo aquello que le quedase algo pequeño para entregárselo a JungKook y que se pudiese vestir con ello.

Te estás tomando muchas molestias por mí ¿no lo crees?—Decía mientras se vestía.

—Yo no me quejaría por eso —JiMin se le acercó para frotar una toalla por el cabello aún húmedo del contrario.

—No me estoy quejando Park —Bostezó mientras su cabello era secado—. Solo pienso que haces mucho por mí.

—Eso hacen los amigos.

—¿Somos amigos?

JiMin se lo pensó un poco más antes de responder, quería dejar todo en claro si ese pequeño sería su amigo.

—Seremos un refugio mutuo ¿Sí? —Acarició las hebras del contrario—. Vendrás aquí cuando quieras y te daré todo lo que necesites y a cambio tú no me dejarás ni te irás sin antes avisar.

—Lo dices porque tardé casi una semana en buscarte ¿No es así? —No obtuvo respuesta—. Bien, seremos amigos JiMin así que relájate.

El niño Park se encargó de alimentar a su amiguito y estando de regreso en la habitación obligó a JungKook para abrazarlo y dormir a su lado, solo como una pequeña precaución en caso de que quisiese escapar de sus bracitos.

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⏰ Última actualización: Dec 18, 2018 ⏰

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