I Can't Drown My Demons They Know How To Swim (Oliver Sykes y ______)

Capítulo 9

Yo me fuí de ahí lo más rápido que pude, no quería escuchárlo ni mucho menos verlo más, ¿esto era lo que querías Tabby? Bravo, lo lograste, me enojé con la persona que más amo en el mundo, espero que estés felíz ahora.

Entré al aula y recogí mis cosas sin decir una palabra y me fui a la dirección para buscar un permiso de salida, Verónica de seguro entendería y me lo daría.

- Qué alegría verte en mi oficina, linda.- me dió una hermosa sonrisa.- ¿Te encuentras bien? Te noto extraña.

- ¿Puedo írme a casa temprano, por favor? No me encuentro bien.

- Claro, ten.- me dió una hoja que contenía su firma.

- Gracias Verónica.- la abracé.

- No hay de qué preciosa.

Salí de ahí y caminé por los pasillos y por desgracia Oliver estaba saliendo del baño y me tomó del brazo.

- _______, en serio lo siento, yo no quice-

- ¿Pues soltarme?- le interrumpí furiosa.

- No, no te soltaré hasta qu-

- Ahora no Oliver, suéltame o yo te daré una razón para soltarme.

- ________, perdón.

- No quiero escuchar tus disculpas, ahora suéltame.- me safé de su mano y corrí hacia la salida. 

Llegué a casa en 5 minutos ya que fui corriendo, no quería que ese idiota intentara detenerme de nuevo. Subí a mi habitación, tiré la mochila al suelo y me lancé a la cama. Tomé una almohada y hundí mi cara en ella y empecé a gritar, estaba en serio enojada con él, ¿cómo es tan estúpido para no notar como Tabby se restriega en él? Todo iba muy bien hasta que esa zorra llegó de Florida, ojalá y le hubiera gustado tanto que se hubiera quedado allá de por vida. Después de unos minutos haciendo rabietas me quedé dormida.

Escuché la voz de alguien repetir mi nombre varias veces. Me senté en mi cama y me restregué los ojos, era Austin.

- ________, ¿estás bien?-preguntó preocupado.

- Sí, eso creo.- recosté mi cabeza en su hombro.

- ¿Segura? Estuviste llorando, repetías el nombre de Oliver varias veces.

- ¿En serio? Estás bromeando seguro.

- No, sí lo estabas haciendo.- puso su mano en mi mentón y alzó mi cabeza.- _______, ¿qué pasa? Sabes que odio verte así, y más si es por un chico.

- No te preocupes, ya te dije que estoy bien.

- No, me dijiste un ''eso creo''.

Me mordí los labios y un nudo en la garganta estaba apareciendo. No ________, no vas a llorar en frente de Austin...Mierda, ya estoy llorando. Abracé a Austin y lloré en su hombro, él me acariciaba el cabello y me decía cosas para calmarme.

- ¿Sabes qué, preciosa? Voy a levantarte el ánimo.- dijo él dandome una de sus sonrisas alegres.

- ¿Cómo?

- Te invitaré a cenar.

- Austin, no tienes que-

- Shh.- puso su dedo índice en mis labios.- Sí tengo qué, déjame ayudarte a sentirte mejor.

- Bien, ¿a dónde irémos?

- Verás, he invitado a cenar a una de mis compañeras de trabajo.- sonrió como tonto enamorado.

- Veo que no pierdes el tiempo en el trabajo.- alcé una ceja.- ¿Quién es?

- Se llama Sofía, y tiene un hermano menor de tu misma edad.