Apuesta

Capítulo 5

Narrado por Ludmila

Conmigo termina la apuesta, mis amigas hicieron un excelente trabajo pero el que sean hermanas dificulta un poco las cosas. Separarlas no es una opción, por lo que humillarlas y hacer que las olviden será mi prioridad.

Decidí iniciar con una broma habitual, le pegue un papel en la espalda a Sara que decía una nalgada por un dólar y a Clara le puse otro que decía el dólar me lo das a mí. Fue hilarante ver cómo le daban nalgadas a la una y le pagaban a la otra. Pronto descubrieron los papeles, algo que esperaba, lo que no esperaba era que se los pegaran en el pecho y le agregaran un cero al uno.

Interesante.

En clase decidí hacer otra broma, recordé que Sam le había dado un laxante y aunque no se supo mucho de ello si había uno que otro rumor acerca de un desastre en el centro comercial. Puse unos cojines de aire en sus sillas que sonaron de forma asquerosa al momento de ellas sentarse y levantarse. Se pusieron rojas de vergüenza y desecharon los cojines. No dijeron nada y la clase inicio. Pero yo tenía más planes y hoy no sería un buen día para ellas.

Le pague a un amigo para que soltara muchas copias con fotos de ellas en donde se veían realmente mal, incluso había una donde a Sara se le veía un horrible moco y una donde Clara tenía el dedo del pie en la boca, estaba pequeña pero se notaba que era ella. Me costó un montón conseguir el material. Cuando todos salimos de clases las fotos eran la sensación, ellas intentaban quitárselas a todos pero eran tres mil copias jamás terminarían a tiempo. Pronto les pusieron apodos como las gemelas moco, las flemelas y el peor de todos Mocodzilla.

Luego de una clase práctica fuimos a las duchas, decidí actuar también aquí, puse un poco de pica, pica en su champús; el pica, pica es una planta medicinal pero en polvo puede causar una severa irritación. Corrí el rumor de que tenían piojos cuando las vieron rascarse de forma descontrolada nadie dudo que eso tenían, la mayoría comenzó a alejarse de ellas.

Estaba pensando en mi siguiente broma cuando Hanna llegó corriendo.

—¿Supiste lo que paso?

—Tal vez, ¿a qué te refieres?

—Las mimadas se fueron

—¿Qué?

—Como nadie quiere hablar con ellas por lo de los piojos, se fueron

—Pero no he acabado aún, apenas estaba calentando

—Pues la parecer fue suficiente con ello, corre el rumos de que se fueron llorado

<<No, quería hacerlas llorar, solo quería que no fueran populares, ¿Acaso me pase?>>