Cap. 2

4 0 0
                                    


- he visto muchas, y a los meses veo a los novios en mi hotel con otra chica mucho más fea que su esposa, así que sí, me encantan –respondí sarcástica y con la copa en alto.

- ¿acaso quieres que empiece a llorar, Ela Patricia River? – Señalo ella histérica.

- vamos Lily, Evan jamás te haría eso, en su cuerpo hay demasiado amor y el 90 % está dirigido a ti – aseguré.

- y ¿el otro 10%? – me miro como si tuviera un mono bailarín en la frente.

- bueno, un 5% es para mamá y el otro 5% es para mí. – le dije.

- eso es tan cierto, como que el cielo es azul. – respondió mi hermano, depositando un beso en la mejilla de Lily.

- ves, es un saco de amor solo para ti. – dije.

- entonces señorita, ¿para cuándo tu galán? – me pregunta Evan.

- bueno querido dedito de queso, no lo veo en esta boda. –dije con la mano en la frente como para buscar a aquel galán, y no, no tengo novio, estoy más sola que el uno.

- primero deja de llamar me dedito de queso. – me señalo simulando molestia, él amaba ese apodo. – y segundo, consíguete un novio, Rayn es pasado, y tu mereces ser feliz. – dijo muy convencido.

Ryan Gasper II, lo conocí en la universidad, yo estudiaba administración en hotelería y él estudiaba arquitectura, estuvimos 4 años juntos, y luego no casamos, duró poco el encanto, yo me enamoré como nunca, entregué todo de mí, tanto que me olvidé quien era, y si Ryan decía izquierda y sabía que iba a ir mal lo seguía por amor, por estúpida. Ryan me engañó con distintas mujeres, tantas que perdí la cuenta, cuando me decidí a dejarlo y divorciar me, no lo tomo muy bien, me golpeo desde la cocina, hasta el patio trasero, una vecina escuchó mis gritos y llamó a la policía, yo solo recuerdo despertar en el hospital con 2 costillas rotas, el rostro hinchado, moretones por todo el cuerpo y un horrible dolor de cabeza que me causo por una contusión, me tomó un mes, recobrar mi memoria y autoestima.

Decidí no levantar cargos, solo pedí el divorcio, la casa, el auto y una boleta de alejamiento. Vendí todo y empecé a enfocar me en mi trabajo, hace 2 años pasó esto, para ser sincera me cerré a las relaciones, y me abrí más a las artes marciales, defensa personal y el boxeo, nadie me iba a hacer algo así de nuevo.

-Evan, déjala tomar su tiempo, no fue fácil lo que pasó. –dijo Lily.

-Deditos de queso, Lily. –Dije agarrando un hombro de cada uno. –mi vida amorosa no es tema hoy, más bien, ¿no deberían estar camino a su luna de miel en Bora Bora? Regalo de esta señorita –dije señalando me a mí misma.

-es cierto no podemos perder el vuelo. –dijeron a la par.

Son el uno para el otro, pensé.

-gracias. –me dijeron y depositaron un beso en cada una de mis mejillas.

Luego de lanzarles arroz y verlo partir en una limosina, la fiesta continua, así que fui directo a la mesa de bocadillos, comería como foca y luego me iría a casa a dormir, lo que resta del sábado. Siento que alguien toca mi hombro.

- ¿si? –dije con la boca llena de galletitas de avena.

- veo que tienes el mismo apetito que en la secundaria. – ¿y este tipo quien rayos se cree?

- oye, amigo, no te metas con el apetito de la gente. -dije señalándolo con una cuchara embarrada de chantillí.

Levantó los brazos como símbolo de rendición – está bien "ojitos" tampoco te enfades.

Un momento, ¿ojitos? . . .

- ¿Lucas?

- me duele que no me reconozcas ojitos. - dice con una mano en el pecho.

- Bueno, es que te ves...

- ¿diferente?

- Sí

Lucas era mi mejor amigo en la secundaria junto con Lily, pero, en esa época pesaba como 120 kg, y pues ahora, la grasa se fue y se convirtió en musculo, definitivamente entre más añejo el vino mucho mejor. Lucas tiene los ojos grises, es una cabeza más alto que yo, cabello castaño oscuro y muy guapo, siempre lo fue.






PD: dime que te ha parecido deditos de queso, ah y no olvides votar.

Por Los CielosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora