Mi prima

Una decisión importante.

Tía. Y por fin, que decidiste.

Daniela. La verdad, ya gaste bastante dinero en lo que compre en el súper; pero tengo una duda tía.

Tía. Si, dime.

Daniela. SI acepto, la segunda opción, nada pero nada de adulto voy a poder hacer, ni salir con mi prima, tomar un poco de cerveza o fumar?

Tía. Que te dice, bebé de tiempo completo en todos los aspectos?

Daniela *pensamiento*. Se cumplirá mi mayor anhelo y sueño, pero me preocupa un poco, que sucederá de ahora en adelante, si yo acepto.

Daniela. Ya me decidí, acepto la opción 2.

Tía. Bueno en ese caso, ve a la sala en lo que preparo todas las cosas.

Daniela. Vamos a empezar ahora, tía?

Tía. Si, cariño y a partir de este momento, dejo de ser tu tía y seré tu mamá y tus primos serán tus hermanos mayores.

Daniela *pensamiento*. Oh genial, en que me he metido.

Tía. Hola, Dani.

Daniela. Si, ya voy.

Mientras Daniela esperaba en la sala, su tío metió todas las cosas que eran de sus hijos cuando eran pequeños y en efecto sí que eran de un buen tamaño para alguien como Daniela, en lo que realizaba eso, su tía fue al cuarto de Carolina.

Mamá. Carolina, voy a pasar.

Carolina. Claro adelante, que paso mamá.

Mamá. No pasa nada, solo vine por las cosas de tú prima.

Carolina. ¿Qué le pasa a Daniela, se siente mal? Le dije que no comiera tanto picante.

Mamá. No es nada malo, solo que va a dormir con nosotros.

Carolina. Y porque, si puedo saber?

Mamá. Mañana les explicaré todo. Ahora descansa.

Carolina. Claro, buenas noches.

De regreso en el cuarto de los papás.

Felipe. Ya está todo listo.

Cristina. Te lo agradezco, será que puedas ir a buscar a Daniela y la traes cargada en brazos?

Felipe. Claro.

Cristina. Ah, y dile que a partir de ahora, tiene prohibido hablar.

Felipe. Si está bien.

Daniela. Sí que tardan, ya me estoy durmiendo y necesito ir al baño.

Tío. Daniela, cariño.

Daniela. Que paso?

Tío. Vamos, te voy a llevar al cuarto, ah y una cosa más. A partir de este momento, tienes prohibido hablar.

Daniela. Ok *haciendo pulgar arriba*.

Y justamente, cuando Daniela se ponía de pie.

Tío. A ver a dónde vas, yo te voy a llevar cargada en brazos, así que alza tus manos.

Perfecto, muy bien. Oye no me imagine, que no pesaras tanto para tu edad.

Cariño, ya traje al bebé me abres la puerta por favor.