Accidentes en la Riviera Maya.

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Al llegar a la casa que estaban rentando, Daniela se fue a cambiar para acostarse, ya que se encontraba bastante cansada, a pesar de que solo fue la cena con su familia; esto se debió a que todo el día estuvo girando con sus papás por varias partes comprando cosas para sus tíos.

Daniela. Bueno, a dormir que no tengo idea a qué hora me piensan levantar por mamá.

A la mañana siguiente, Daniela se encontraba durmiendo profundamente cuando entró su mamá a la recamara donde ella dormía y la vio con el pulgar en la boca y su mayor sorpresa las sábanas de esa casa todas mojadas por la orina.

Mamá. Daniela, despierta.

Daniela (soñolienta). 5 minutos más.

Mamá. Nada, de 5 minutos, levántate que tengo que meter a lavar tu cochinada. Esta toda orinada.

Daniela, al escuchar esa palabra con o, se levantó de golpe y le rogo a su mamá que no le dijera nada a su papá.

Mamá. Está bien, no le diré nada. ¿Pero resuélveme una duda, por qué me dijiste que te cambiara el pañal cuando te hablé la primera vez?

Daniela. ¿Eh? No recuerdo a verte dicho nada, seguramente estaba soñando.

Mamá. Si está bien, creo que tienes razón.

Dos horas, después partieron a su destino en la Riviera Maya, tardaron alrededor de 4 horas para llegar al hotel, se registraron y entraron a sus cuartos.

En este caso, uno doble para sus padres y uno individual para Daniela, eso sí ambas habitaciones eran contiguas y tenían una puerta que las unía por cualquier emergencia.

El primer día, todo transcurrió con normalidad, piscina, comida, algo de alcohol. Y para la noche, fueron a uno de los restaurantes buffet que había.

Ese día, durante la piscina, Daniela pudo observar algo muy chistoso y es que dos niños (niño y niña de aproximadamente 14 años), estaban usando ropa de piscina y parecía que tenían puesto pañales para uso en piscina. Al verlo, ella sintió envidia por querer sea niña, pero eso es cuento para otra historia

Una vez que terminaron la cena, dieron unas vueltas por los alrededores y cerca de la 1 am, se fueron acostar.

Daniela, como no quería volver a pasar otra vergüenza frente a su mamá, opto por ponerse un entrenador para dormir.

A la mañana siguiente, su mamá fue a ver como se encontraba y ella al tener el sueño profundo ni se percató que entró. Y otra vez, la vio con el pulgar en la boca y esta vez con el pañal entrenador.

Ella lo vio y prefirió dejarlo pasar, ya luego hablarían.

Y como alrededor de las 10 am, se despertó, vio que estaba seca así que prefirió volver a guardarlo para usarlo una vez más esa noche.

Y así volvió a transcurrir el día, para la noche a nuestra protagonista, se le ocurrió una idea muy descabellada, lo pensó mucho pero al final lo hizo.

En lugar de usar su ropa interior normal, se puso la pieza que había usado durante la noche para ir a cenar con sus padres, se podría decir que corrió con suerte ya que ninguno de los dos padres, noto el pañal.

A la mañana siguiente, su madre la volvió a ver y otra vez el pulgar en la boca, pero esta vez el calzón entrenador estaba húmedo, prefirió dejarlo pasar nuevamente.

Para cuando Daniela despertó, buscó la manera rápida de destruir la evidencia, sin que sus padres se enteren, ahora a ella solo le quedaba un solo calzón entrenador. Por lo cual, debía ser muy cuidadosa sobre cuando usarlo.

Al terminar el último día en la Riviera, se la pasaron de lujo y decidieron venir para una próxima ocasión.

De regreso en la casa rentada, cada quien se fue a sus cuartos y Daniela, justo antes de dormir prefirió no tomar ningún líquido y paso al baño, hasta dejar su vejiga completamente vacía.

Y de hecho al final, si le funcionó.

Los días pasaron con normalidad, Daniela decidió usar el último entrenador aprovechando que, habían salido a ser unas diligencias.

Cerca ya de la celebración del año nuevo, Daniela pasaría uno de los momentos más críticos de su vida.

Pero eso será para otro capítulo.

ABDL TOGETHER, OTAKU FOREVER.

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