Mi prima

Feliz Año Nuevo, bebé.

Era la mañana del 31 de diciembre, Daniela sabía que ese día sería la última vez que viera a sus primos en un buen tiempo, ya que para estar allá todo el mes de vacaciones, tuvo que pedir muchos favores a sus jefes.

Daniela. Mamá, puedo hablar contigo un segundo.

Mamá. Claro, dime.

Daniela. Hoy me quiero poner bien, pero bien happy. ¿Te molestarías conmigo?

Mamá. Molestarme no, la que decide a ser cada quien con su cuerpo y su salud es uno mismo, ya creo que estas lo suficientemente grandecita para decidir por propia cuenta.

Daniela. A que te re refieres con que "crees que soy lo suficientemente grande"

Mamá. Nada olvídalo prepárate para ir a misa.

Daniela. Sí, ya voy.

Después de celebrar la misa de año nuevo, Daniela y sus papás fueron a felicitar a unos parientes y conocidos. A posterior, llegaron a casa de sus tíos, donde Daniela se estuvo quedando las dos primeras semanas.

Al entrar, nuestra protagonista sintió un aire de nostalgia porque quería estar otra vez como un bebé.

La noche empezó tranquila, Daniela se la paso conversando con sus primos haciendo relajo, jugando, participando en Karaoke, saludando a amigos de los primos, como debe ser una buena fiesta de nuevo año.

Karen. Daniela, me acompañas un momento.

Daniela. Claro, dime que paso.

Karen. No acá, a un lugar un poco más privado.

Daniela. Ahora, que quieres, ya hice las paces con Arturo.

Karen. Si ya se no es por eso.

Y en un rápido movimiento, le toca el trasero a Daniela y le levanta un poco el vestido.

Daniela. Que haces idiota.

Karen. Nada, solo quería ver si la bebé traía su pañal.

Daniela. Pues no y olvídalo, ya estoy con mis padres y ellos no saben nada de esto.

Karen. Está bien, pero pórtate bien o te daré unas nalgadas.

Y justo cuando Daniela, iba saliendo de la habitación, le dio una buena nalgada.

Daniela. Estúpida, eso me dolió.

Karen. Ya párale, no es para tanto. Mira ya son casi las 12

Tía Cristina. Ya todos tienen, su copa con sidra.

Todos. 10, 9, 8, 7, 6, 5, 4, 3, 2, 1. Feliz Año Nuevo.

Y empezó las felicitaciones, como eran alrededor de 50 personas en la casa entre amigos, familiares y conocidos, se tardaron en felicitarse como 20 minutos.

Tío Felipe. Bueno como saben, mi casa es su casa, la comida está en la cocina pueden pasar a tomar y comer lo que gusten.

La fiesta siguió, Daniela encantada con la fiesta, sí que paso de copas. Estuvo tomando, cerveza, fumando y tomando otros preparados.

Ya cerca de las 2:30 am. Ya solo quedaban en la casa, los anfitriones, Daniela, sus papás y unos parientes que se estaban a punto de ir cuando ocurrió lo menos pensado.

La joven estando tan pero tan ebria, no sintió cuando se empezó a orinar encima, frente a la vista de todos.

Karen. Esto sí que se va a poner bueno.