[Yuno]

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×Pedido por NoEsPersonal
×Advertencia: Los personajes pertenecen a Yūki Tabata.
×Algunos cambios de la historia original.
× Espero que les guste💗


— ¿Acaso no entiendes que eres inútil? — La pequeña castaña agudizó su oído para escuchar con más claridad lo que sucedía al otro lado de la pared del callejón. Caminó lentamente hasta el final de aquel estrecho pasillo y se asomó. Pudo ver la espalda de tres chicos, que a su lado tenían grimorios, que rodeaban a un pequeño niño peligris algo golpeado y a  otro niño, pelinegro, temblando de miedo pero dispuesto a defenderlo. 

— No me importa lo que digan, llegaré a ser Rey Mago y me casaré con la hermana Lily— El niño golpeado, se paró orgulloso, como si no hubiese pasado nada. Oh, ¡Será un Rey Mago! Que agradable niño.

— Y tú, no sabes ni controlar tu poca magia, no te molestes— Con un movimiento de manos, el que parecía ser el líder de los adolescentes tiró lejos al niño pelinegro que intentaba defender al otro. Mientras, los otros dos, golpeaban con hechizos al peligris.

— ¡Oigan! — Sin soportarlo más, la pequeña salió de su escondite llamando la atención de los jóvenes— ¡Dejen de golpearlo! ¡Si será el próximo Rey Mago, debemos protegerlo hasta que lo logre!
Atónitos, comenzaron a reir con fuerza.

— ¿Él? ¿Próximo Rey mago? — El líder la tomó por el cuello de su gastada camisa. — Alguien sin magia no llegaría ni a comerciante.

— ¿Y eso qué? — Con cuidado de no arruinarlo, la castaña apuntó con sus manos al pantalón del chico y lanzó una pequeña bola de fuego, que en instantes, comenzó a quemarlo provocando en él gritos completamente agudos. Pidiendo ayuda a sus secuaces, los pequeños aprovecharon para correr lejos, llegando luego de unos minutos a un campo con una Iglesia algo  vieja. Temblando por la emoción y adrenalina, los chiquillos se sentaron sobre una gran piedra.

— ¡Hola, soy Asta! — El pequeño tenía su ojo hinchado y su mejilla morada. Con algo de dificultad, un pequeño gatito de fuego nació en las palmas de la niña y comenzó a lamer las heridas del peligris. Lentamente, estas comenzaron a desaparecer — WOOH

— Yo soy Yuno— En un susurro apenas audible, y tratando de ocultar sus mejillas rojas, el niño de ojos color ámbar miraba con admiración a la ojiverde. << ¿Cómo puede manejar tan bien su magia? Que linda>>

— Yo soy ____, ¡Un gusto!

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Decir que no se volvieron cercanos luego de ese casual encuentro sería una total mentira. Ahora, 8 años después, tenían formado un increíble lazo casi de hermanos. O al menos, eso pensaba la castaña sobre Asta. En el caso de Yuno, esa hermandad se había transformado en algo más, dando paso a un corazón alocado cada vez que sus miradas se encontraban.

— ¡Miren! ¡Es el sin-magia! — Las risas aumentaron dentro de la gran biblioteca donde se llevaría a cabo la entrega de grimorios.

— ¡Miren! Son los idiotas— Un maná maligno emanó de la castaña, provocando que todos cerraran las bocas. Yuno miró a ____, y sintió sus intenciones de defender a Asta. << ¿Porqué siempre lo defiende? Asta puede hacerlo solo… ¿Acaso le gusta? >> Su cara se oscureció ante tal pensamiento. Los minutos siguientes, en su mente rondaban imágenes de ella y Asta de la mano, siendo felices y dejándolo solo.

—Yuno— La suave voz que llegó a sus oídos lo sacó de su mente repleta de tristeza — ¿Estás bien?  Has estado extraño últimamente.

Asintió y trató de huir. Pero hablamos de ____, a ella no puedes dejarla hablando sola. Tomó con fuerza las mejillas del pelinegro y lo obligó a mirarla. Aunque las mejillas de ambos se pusieron rojas y parecían a punto de explotar, ella averiguaría que pasaba con él.

— Te lo diré luego de la ceremonia, ¿Si? — Satisfecha, ____ se fue corriendo a ver los estantes repletos de Grimorios.

*

Al contrario de las creencias de todos, el legendario grimorio del trébol de cuatro hojas fue a parar a un huérfano pobre proveniente de un pueblo de la Región Abandonada. Pero, también hubo uno que no consiguió grimorio.
Ella se sintió impotente cuando las risas fueron más fuertes que su voz y pudo ver la tristeza en los ojos de su hermano. Pero, un tropezón no es caída.

— De todas formas, prepárate Yuno, cuando consiga mi grimorio entrenaré y llegaré a ser Rey Mago antes de ti — Pero Yuno miró hacia donde se encontraba ___ y luego le dio la espalda a Asta, saliendo de allí bajó la mirada de admiración de todos en la biblioteca, salvo de dos personas, una triste y la otra decepcionada. Ella comenzó a correr tras el pelinegro, y lo tomó del brazo.

— ¿Qué sucede contigo? — Yuno se soltó y siguió su camino. —Oye, no me ignores.

— No me molestes— Indignadísima, tomó tierra del suelo y se la lanzó al cabello— ¡¡Oye!!¿Qué te sucede?

— Eso debo preguntarte a ti, ¿Qué pasa contigo? Prometiste que me lo dirías— La cara que puso la castaña era mas de persona con estreñimiento que de perrito mojado. Eso causó una ligera risa en el pelinegro.

— Ven, vamos a sentarnos— Dentro del bosque del pueblo, bajo un gigante árbol, ambos jóvenes se dejaron caer en el pasto. — Es algo complicado.

—Soy todo oídos—____ se apoyó en uno de sus brazos, mirando el perfil del muchacho.

— Hay una chica — Pum. Su ánimo se fue al subsuelo— La conocí de casualidad y con el paso del tiempo comenzó a gustarme, pero creo que a ella le gusta otra persona.

— ¿Cómo puedes afirmar eso? — Con puro dolor en su corazón, las palabras se quedaban en su garganta por el nudo que se formó.

— Eso da a entender — ____ se dejó caer, esta vez mirando hacia arriba, con lágrimas a punto de caer— Quiero decirle hace mucho mis sentimientos, pero cada vez que me lleno de valentía la veo con el otro chico y me arrepiento.

— ¿Y si intentas besarla? — Eso es, tonta, ayúdalo con otra chica a que sea malditamente feliz— Digo, es la forma más fácil para decirlo todo sin pronunciar ni una palabra.
Grata fue la sorpresa de la castaña al sentir unos labios presionando los suyos. Todo pasó tan rápido, que apenas pudo reaccionar cuando Yuno se separó, rojo hasta las orejas.

—Eh…yo…tu…¿EH? —Sus dedos fueron directo a sus labios, ¿Acababa de besarla? ¿De verdad? — ¡YUNO!¡ME BESASTE!
Bien idiota, sigue haciendo idioteces mientras sigues idiota diciendo lo obvio idiota.

— Me gustas, y lo lamento si te gusta Asta, haré que yo sea el dueño en tu corazón. — <<Oh Dios mio debo estar soñando>>

— ¡YUNO TÚ ME GUSTAS! — <<Bien, ____, debes comenzar a controlar tus emociones o en algún momento explotarás>> La joven tenía ganas de gritar y saltar por todo el pueblo, pero optó por una opción más bonita. Tomó las mejillas de Yuno y unió sus labios nuevamente, esta vez lento y disfrutando del contacto. ¿Quién lo diría? Le gustaba al emo y no podía estar más contenta.

[ Black Clover Stuff ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora