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Y es que la vida no deja de sorprenderte cuando menos te lo esperas. Iba a terminar el día junto a Miriam y Mimi.

- Que bien. - fue lo único que contestó Miriam antes de ir hacia una tienda.

- ¿Y cuando vienen?

Mi idea era estar un poco más tranquila con Miriam antes de la llegada de los que eran mis mejores amigos por entonces, o con los que más complicidad tenia.

- Pues están llegando, no sé cuánto les quedara.

- Genial

Por una parte me hacia muchísima ilusión volver a verlos después de tanto tiempo. Con Ricky si que había tenido contacto desde hacía semanas, hablábamos mucho. Pero con Mimi después de todo no habíamos vuelto a coincidir y la echaba mucho de menos. Entré en la tienda en la que se encontraba Miriam y me dediqué a observarla. Estaba mirando ropa pero desinteresadamente. ¿Porque me tuve que marchar de aquel hotel? Antes de que pudiera sentir mi presencia salí de la tienda y fui a la calle. Necesitaba aire. Y fumar. Cuando estaba sacando un cigarro del bolso alguien me abrazó por detrás. Era Ricky.

- ¡Ana Banana!

Mimi se unió a nuestro abrazo y no pude estar más feliz.

- Chicos, que alegría verles!

- Voy a buscar a los demás

Ricky se fue y nos dejo a Mimi y a mi solas. Pero el momento duró poco ya que aparecieron Amaia y Miriam. Se saludaron entre ellas mientras yo encendía mi cigarro porque en ese momento si que necesitaba fumar. Se podía notar la tensión entre nosotras.

- Buah y que tal todo Mimi?

- Pues genial...

Mimi nos contó todo lo que había hecho estos meses. Al rato volvieron los demás y decidimos que era hora de volver a nuestras casas para después quedar y cenar juntos.

Raoul, Nerea, Cepeda, Aitana y Miriam y yo volvimos juntos. Me volví a sentar de copiloto. Miriam puso su reggaetón a tope y eso me encantó.

- ¿Mimi lo sabe?

Esa pregunta me pilló por sorpresa. Nadie nos estaba escuchando porque estaban todos demasiado pendientes de sus conversaciones.

- No

La miré.

- Pero si quieres se lo digo

- No sé, eso es decisión tuya.

Miriam tenia la vista fija en la carretera pero en cuanto juntamos miradas, el estomago me dio un vuelco. ¿Cómo hacia eso? Me removí en el asiento.

- ¿Te molesta nuestra relación? La mía con Mimi

- ¿Seguís siendo follamigas?

No sabía que contestar porque apenas yo sabía que era con Mimi. Nunca nos habíamos puesto una etiqueta. Simplemente con derecho. Pero quería rabiar a Miriam.

- Puede ser

No me contestó.

Encendí mi móvil y abrí el chat de Mimi.

Ana

¿Qué somos?

Me gustaría dejar las cosas claras

Mimi

No sé, ¿qué quieres que seamos Ana Banana?


No era la respuesta que esperaba. Pensaba que Mimi me iba a contestar más seguro pero claro, era una caja de sorpresas.

Miriam paró el coche y le agradecimos la vuelta. Me acerqué a ella para darle dos besos pero no podía faltar su fuerte abrazo.

- Nos vemos esta noche, canaria. Chicos os vengo a buscar a las 21.00. No tardéis en bajar

- Vale, gracias Miriam - Aitana ya estaba fuera cogiendo las maletas de Cepeda, que se quedaba con nosotras.

Salí del coche no sin antes despedirme de Nerea y Raoul.

- Hasta esta noche

Cerré la puerta y ayudé a Aitana y Cepeda. Entramos a casa y cuando Luis estaba guardando sus cosas decidí hablar con Aitana.

- Necesito contarte algo

Estábamos en 'mi habitación'

- Lo que necesites Ana

- No se que me pasa. Creo que me estoy enamorando

- Pero eso es genial Ana

Aitana me abrazó y yo sonreí. Por supuesto ella no sabia nada de todo lo que había pasado. Ni de lo del hotel con Miriam, ni de mi relación con Mimi.

- No se si es tan genial.

Aitana me soltó del abrazo y me miró con cara de preocupación.

- Estoy enamorada de Miriam

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