Dos

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-Autora P.O.V.-

La gente frunce el ceño ante la idea de tener que desnudarse o prostituirse. Pero, ¿y si tienes una familia a la cuál apoyar? ¿Dónde está la delgada línea entre lo correcto o lo incorrecto? Tantas personas crecen creyendo que vender sus cuerpos los hace menos humanos. Numerosas prostitutas mueren al año sin siquiera ser reportadas por las noticias locales.

Pero también son personas.

En tu lugar, no tuviste otra opción. Tuviste que cambiar tu identidad por el bien de la vida de tu hija. Ella es tu todo. Harías cualquier cosa para protegerla y darle la mejor vida que pudiera tener.

-Esta es tu segunda oportunidad,- te susurras a ti misma,- para tu familia.

Entras en el burdel, nerviosa como de costumbre. Has tenido este trabajo por un tiempo. Conocías a algunos clientes que venían regularmente y seguían destrozando lo que quedaba de tu orgullo. A veces es difícil recordar por qué haces esto. Entonces recuerdas a tu preciosa hija. Las buenas madres hacen cualquier cosa por sus hijos y tú no eres la excepción. Tu hija es tu mundo.

Pusiste una sonrisa falsa mientras mirabas a estos hombres sedientos, esperando aprovechar el hecho de que estás indefensa. Ningún hombre atractivo llega a estos lugares para siquiera dejar que disfrutes del sexo.

-¿Listo?- Le preguntaste al calvo, hombre de cuarenta años.

Él sonrió.

-Ya sabes que lo estoy.

El cielo oscureció. Trabajabas hasta tarde para obtener el dinero extra que necesitarás en algún momento. Ashton le dio un baño a Jocelyn y le puso un cómodo pijama. A él le has gustado durante mucho tiempo e incluso tú lo sabías, pero estabas con tantos problemas personales que no estabas preparada para una relación.

A menos que fuera Justin.

Actuaste como si él ni siquiera fuera parte de tu existencia. ¿Qué persona normal se enamora de un asesino? Justin tenía razón cuando te dijo que te convertías en lo que los medios dicen que eres.

-Si eres visto como alguien malo, finalmente serás malvado .- Justin siempre decía.

Aún conservabas las noticias escritas sobre tus malas acciones. No querías que Ashton o Jocelyn vieran al verdadero monstruo que eres. Tu reputación hacia ellos, significaba tanto para ti que no podías perder la imagen perfecta.

-Buenas noches, Jocelyn.- Susurró Ashton mientras acomodaba a la pequeña niña cansada.

-Buenas noches, Ashton. Te quiero.- Ella sonrió.

Ashton sonrió.

-Yo también te quiero.

Ashton cerró la puerta de la habitación y cuando comenzó a bajar las escaleras, no pudo evitar el hecho de que se sentía observado .

-No debe ser nada.- Susurró a sí mismo mientras se encogía de hombros y se sentaba en el sofá.

La noche siguió, Ashton se durmió en el sofá. Jocelyn tuvo una pesadilla y se despertó con lágrimas. Como de costumbre, apareció el hombre misterioso.

-Sh, cariño. ¿Qué pasa?- Él dijo cuando cargó a la niña llorando.

Jocelyn acurrucó su cabeza en su cuello. Él hizo todo lo posible por mantenerla callada por temor a que Ashton se despertara, pero ella siguió llorando.

-¡No eres real!- Ella sollozó.

Esto hizo que al hombre le doliera el corazón. Sabía porqué había dicho eso, pero él no podía decir lo contrario, por el hecho de que se lo había contado su madre. Jocelyn no sabe cómo él es ni cómo se ve. Y a él le gustaría que siga así.

-Tienes que calmarte, amor.

-¡No, eres una mentira!- Ella gimió.

El hombre suspiró, quedándose sin opciones. Eventualmente supo que esto debería parar. Le permitiste creer a ella que él era sólo un sueño. Sin embargo, él no te culpaba. Él quería seguir siendo un sueño.

Poniendo a Jocelyn en su cama, besó su frente suavemente. Quitándose la cadena, la colocó en un lugar secreto que un día sería encontrada por Jocelyn.

-Te quiero, recuerda eso.- Susurró mientras saltaba por la ventana y se desvanecía en el aire.

Spirit ☾j.b & you ~ Spanish VersionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora