Capítulo 2- Buenas y Malas Intenciones

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Marinette despertó ante la presencia de luz en su habitación y lo primero que vio fue un lugar vació en su cama. Se incorporó y miró a su alrededor. Adrien ya no estaba.

Un semblante triste invadió su rostro.

—¡Buenos días, Marinette! —habló Tikki volando hacia ella.

—Tikki, ¿sabes si Adrien ya se fue? —preguntó Marinette.

La kwami se quedó inmóvil de su sitio.

—¿De qué hablas?

Entonces la azabache entendió.

—Ah, estabas dormida en ese entonces —suspiró—. Bueno, creo que ya se fue.

Y mientras Marinette se levantaba de la cama para bajar las escaleras, Tikki intentó procesar el comentario de su portadora.

—Espera, ¿Adrien estaba aquí? —voló nuevamente hacia ella.

De inmediato un sonrojo se presentó en las mejillas de Marinette.

—Se quedó a dormir porque no podíamos, pero no lo malentiendas, es que…

—¡¿Quieres decir que Adrien Y Plagg estaban aquí?! —gritó con los ojos completamente abiertos.

—¿Cuál es el problema? —preguntó.

—Es que… No pude saludarlo —bajó la mirada.

Marinette se conmovió.

—Descuida, Tikki, tal vez salga con Adrien de nuevo y así podrás ver a Plagg—sonrió.

Tikki correspondió al gesto, hasta que Marinette decidió bajar a la cocina para buscar a sus padres. Sin embargo, se detuvo en las escaleras al notar diferentes platillos preparados en la mesa.

—¿Qué es todo eso? —habló Marinette.

Tom y Sabine dejaron de hablar entre ellos para voltear a ver a su hija. Una sonrisa se formó en sus rostros.

—Bueno… Eh, hija… Quisimos hacer algo por ti después de lo de anoche —respondió Tom.

El corazón de Marinette se sobresaltó.

—¿Por… Por anoche? —tartamudeó—. No puede ser, ¿acaso me vieron con Adrien?

Marinette suspiró.

—Escuchen, no es lo que ustedes piensan, es que… Le pedí que se quedara conmigo porque….

—¿De qué hablas, hija? —interrumpió Sabine desconcertada.

—¿Eh? Pe… Pero…

—Marinette, sólo quisimos hacer algo para ti después de aceptar entregar a Louis en el centro de adopción —comentó Tom.

Marinette estaba inmóvil. Por dentro sentía un gran alivio y casi revelaba la verdad.

Soltó una falsa risa.

—Pero… Esto no es necesario —dijo entre risas.

—Lo es porque has sido muy responsable al cuidar de un bebé por un tiempo y estamos muy orgullosos —Tom colocó sus manos sobre los hombros de su esposa.

—Así que dejaremos que empieces tu día con nuestro menú especial cortesía de la Panadería Dupain-Cheng —Sabine arrastró la silla del comedor.

La azabache se conmovió ante aquel detalle de sus padres y sonrió con tranquilidad, sentándose en el comedor, dispuesta a disfrutar la mañana con sus seres queridos.

[…]

Adrien salió de su habitación para buscar a su padre, a quien apenas veía a causa de su trabajo. Caminó por los pasillos, hasta bajar las escaleras principales. Pronto se percató de la presencia de Nathalie caminando hacia el comedor.

—¡Nathalie! —bajó las escaleras apresurado hacia ella.

La mencionada se detuvo, observando con seriedad al rubio.

—¿Sí?

—¿Sabes si mi padre está en casa? Quiero decir… ¿Está desocupado? —preguntó.

Nathalie negó con la cabeza.

—El señor Agreste salió temprano y ahora se encuentra en una importante reunión —respondió.

Adrien se desanimó al escuchar aquello.

—¿Sabes cuándo volverá? Hace tiempo que no lo he visto y… Quisiera hablar con él —bajó la mirada.

Nathalie logró disimular su conmoción desviando la mirada.

—Las reuniones no tienen un horario establecido —caminó lejos, hasta detenerse—. Por cierto, su padre me ha pedido entregarle esto.

Adrien alzó la mirada, mientras ella le entregaba una hoja con información.

—Ahora que ha iniciado sus vacaciones, asistirá solamente a sus clases de piano y sesiones de fotos —informó Nathalie.

—Pero, ¿y las clases de esgrima? —preguntó.

—Ya ha concluido con la preparatoria, su padre creyó que ya no le serían necesarias… Además, han llegado muchas propuestas, así que él elegirá la adecuada para usted.

Y sin más, Nathalie se fue.

El rubio estaba sin palabras.

¿Cómo alguien a quien apenas conoce planea su futuro?

Volvió a su habitación y arrugó la hoja, tirándola al bote de basura, hasta recostarse en la cama devastado.

—No te ves muy bien —comentó Plagg.

—Por supuesto que no, es así como me he sentido en todo este tiempo —respondió Adrien con seriedad.

—Al menos puedes seguir siendo Chat Noir y huir de la mansión.

—Tal vez, pero no puedo preocupar a mi padre si se entera sobre mi desaparición, la última vez terminó mal.

Adrien cerró sus ojos, soltando un suspiro.

—¿En serio te preocupas por él? Ni siquiera hace lo mismo por ti —el kwami cruzó los brazos.

—Él sigue siendo mi padre a pesar de todo, Plagg —respondió.

—Yo no consideraría eso, qué bueno que no tengo padres —rodó los ojos.

Y sin más, el rubio siguió en silencio.

[…]

Nathalie buscó a Gabriel por diferentes habitaciones, acudiendo por último a su santuario. Las mariposas blancas seguían en el suelo y Gabriel estaba parado en el centro, observando la ventana circular de cristal.

Caminó, pasando junto a las mariposas, hasta colocarse a lado de éste.

—Le dije a Adrien que usted sigue en una reunión —habló Nathalie un poco nerviosa.

Gabriel sólo asintió.

—¿También sobre sus cursos y sesiones de fotos? —preguntó.

—Sí, como usted me lo pidió —asintió.

—Mientras más salga Adrien de la casa, más tiempo tendré para continuar con el plan.

Nathalie bajó la mirada.

Ella también sabía la intención de Gabriel y a pesar de que no era nada buena, seguía a su lado, como se lo prometió.

—Adrien sigue dolido por su ausencia —comentó—. ¿No cree que debería pasar tiempo con él?

—Adrien ya no es un niño, Nathalie, ya está acostumbrado a mi ausencia, no tiene por qué sentirse dolido hasta ahora —interrumpió—. Pronto entrará a la universidad.

—Lo sé —bajó de nuevo la mirada.

Gabriel volteó a verla y alzó su mirada tomándola del mentón.

—Sin tu ayuda no podría hacer esto, Nathalie —habló—. Eres el único apoyo que tengo.

—Descuida, Gabriel, no te defraudaré.

Aunque dentro del corazón de Gabriel, sólo había una mujer.

Emilie.

Y él estaba dispuesto a recuperarla.

Un Único Milagro [EN PROGRESO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora